Enclavada entre la selva tropical de la Sierra Madre Occidental y las aguas del Océano Pacífico, la Riviera Nayarit despliega una riqueza natural y cultural que la convierte en uno de los destinos turísticos más versátiles de México. A lo largo de sus más de 300 kilómetros de litoral, esta franja costera en el Estado de Nayarit ofrece playas de ensueño, pueblos con encanto, experiencias culinarias auténticas y actividades para todos los perfiles de viajero, desde los amantes del lujo hasta quienes buscan aventura o relajación total.Con un clima tropical cálido durante prácticamente todo el año, la Riviera Nayarit permite disfrutar del mar, la naturaleza y la cultura local sin importar la temporada. Ya sea para quienes prefieren practicar surf al amanecer, saborear un ceviche frente a la playa o descubrir la biodiversidad en un paseo por los manglares, esta región ofrece una experiencia integral que la posiciona como un destino imperdible dentro del turismo nacional e internacional.Uno de los puntos íconos más reconocidos de la Riviera Nayarit es Sayulita, un pueblo que ha sabido conservar su espíritu bohemio mientras se posiciona como destino turístico de referencia. Con calles empedradas, tiendas de artesanía, galerías y cafés que se funden con el entorno selvático, Sayulita ofrece una atmósfera única en la que convergen la vida tradicional y el estilo de vida relajado.Las olas de sus playas son ideales tanto para principiantes como para surfistas experimentados. La playa principal es epicentro de actividad durante el día, mientras que sitios como Playa de los Muertos y Playa Escondida ofrecen espacios más íntimos. Además, su cercanía con Puerto Vallarta brinda una ventaja logística para quienes buscan combinar la tranquilidad del pueblo con las comodidades de la ciudad.A tan sólo unos kilómetros al sur, Punta Mita se muestra como el rostro más exclusivo de la Riviera Nayarit. Este enclave turístico ha sido elegido por celebridades y viajeros exigentes gracias a su combinación de resorts de lujo, campos de golf de clase mundial y playas de arena blanca bañadas por aguas cristalinas.Los hoteles boutique, villas privadas y desarrollos de alta gama están rodeados de vegetación tropical y cuentan con acceso directo a playas como El Anclote o Playa Destiladeras. Para quienes buscan experiencias de bienestar, spas con tratamientos personalizados y gastronomía gourmet son parte esencial de la oferta.Las actividades no se quedan atrás: desde recorridos de snorkel por las Islas Marietas hasta avistamiento de ballenas jorobadas durante el invierno, el destino combina sofisticación con aventura de manera armoniosa.Al sur de la Riviera Nayarit se encuentra Bucerías, un antiguo pueblo pesquero que ha sabido mantener su esencia mientras se adapta a la llegada del turismo. Con sus calles tranquilas, playas amplias y mercados de artesanías, este destino ofrece una mezcla equilibrada entre tradición y confort.Las playas de Bucerías, de arena dorada y aguas tranquilas, son perfectas para nadar, hacer kayak o simplemente relajarse bajo una palapa. Su centro conserva una plaza principal muy activa, especialmente durante las tardes y noches, donde se celebran festivales, conciertos y actividades culturales.Uno de los grandes atractivos de Bucerías es su gastronomía. Desde restaurantes frente al mar que sirven pescado zarandeado o ceviche recién preparado, hasta mercados locales donde se puede encontrar el famoso pan de plátano, este destino es también una delicia para el paladar.En el extremo norte de la Riviera Nayarit se encuentra San Blas, un puerto con siglos de historia y un entorno natural que lo convierte en uno de los destinos más fascinantes del litoral mexicano. Su pasado colonial está presente en edificaciones como la antigua fortaleza y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, también conocida como “La Marinera”, que se alza como testigo de otro tiempo.Sin embargo, San Blas también es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Su cercanía con ecosistemas como manglares, esteros y selvas tropicales ha hecho de este sitio uno de los favoritos para la observación de aves, en especial durante el invierno, cuando llegan miles de especies migratorias.Las playas como Matanchén, Las Islitas y El Borrego permiten disfrutar del mar en entornos menos concurridos, ideales para surfear, nadar o simplemente desconectarse del mundo.Conocido oficialmente como San Francisco, pero cariñosamente llamado San Pancho, este pueblo costero ha ganado fama como un centro cultural y ecológico en la Riviera Nayarit. Menos bullicioso que Sayulita, pero igual de encantador, San Pancho se presenta como un refugio para quienes valoran la sostenibilidad, el arte y la conexión comunitaria. Su extensa playa, ideal para caminatas, descanso o surf, es solo el inicio. En sus calles hay centros culturales, huertos comunitarios, cafeterías ecológicas y espacios donde la educación y el arte son parte integral del día a día. La observación de aves y las caminatas por la selva cercana son otras actividades populares para quienes desean conocer el entorno de forma respetuosa.HOSPITALIDAD, LUJO Y COMODIDADLa Riviera Nayarit suma un nuevo protagonista al panorama de la hospitalidad: el Fiesta Americana Nuevo Vallarta Resort & Spa, una reciente apertura que aspira a convertirse en uno de los destinos más completos del Pacífico mexicano para familias, parejas o viajeros de negocios.Con un concepto “todo incluido” y una apuesta clara por el confort y la atención al detalle, esta propiedad promete experiencias memorables respaldadas por la reconocida calidad de la marca Fiesta Americana. EL INFORMADOR experimentó de primera mano la estancia en el complejo y conversó con su equipo directivo para conocer las características que lo hacen único.“El resort abrió sus puertas el pasado 31 de mayo. Está ubicado en Nuevo Vallarta, dentro de la Riviera Nayarit, y cuenta con 229 habitaciones tipo suite que incluyen tina en su interior y jacuzzi en el balcón, ofreciendo espectaculares vistas hacia la Sierra Madre y el mar en un ambiente cálido y acogedor”, explicó Alejandro Castañeda, gerente general de la propiedad.El diseño arquitectónico fusiona elementos regionales con modernidad y funcionalidad. Las áreas comunes son amplias y pensadas para distintos perfiles de huésped, con tres albercas, jardines tropicales y acceso directo a una extensa playa.Adrián Flores, director de Ventas del resort, destaca su ubicación estratégica: “Fiesta Americana Nuevo Vallarta Resort & Spa está a sólo 20 minutos del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, a 15 minutos de las playas más emblemáticas de Bahía de Banderas y a ocho minutos del Campo de Golf PGA, lo que lo convierte en un referente entre los hoteles todo incluido”.Uno de sus grandes atractivos es la oferta gastronómica. El complejo alberga cinco restaurantes de especialidad y una barra de snacks, donde convergen sabores locales e internacionales. Las propuestas incluyen Thai Kunn (cocina oriental), Efisia (mediterránea), Rosato (italiana), San Telmo (argentina) y El Mexicano (tradicional mexicana). A esto se suma Chulavista, con buffet internacional, y The Grill, ideal para snacks por la tarde. El servicio a la habitación está disponible las 24 horas.Para quienes buscan descanso y bienestar, el Miluma Spa ofrece un espacio único, inspirado en la selva tropical y basado en técnicas ancestrales. Cuenta con siete cabinas, circuito de hidroterapia, gimnasio y servicio de belleza, perfecto para consentirse o prepararse para ocasiones especiales.Finalmente, el complejo incluye el exclusivo piso Fiesta Club, que brinda mayor privacidad, atención personalizada y acceso al Fiesta Club Lounge, elevando la experiencia de hospitalidad a otro nivel.