Cobro sí, negocio no

El Bosque La Primavera, cuya área aproximada de 30 mil 500 hectáreas sirve de hábitat a numerosas especies de flora y fauna y es considerado el pulmón natural de la Zona Metropolitana de Guadalajara, es un ecosistema que se encuentra dentro de las reservas naturales protegidas, tanto por su riqueza forestal como por ser un santuario de vida silvestre, además de que por su origen neovolcánico, cuenta con manantiales de aguas termales que le proporcionan una riqueza extraordinaria, cuyos beneficios son directamente para los habitantes de la gran mancha urbana que ahora es la ciudad.

Sin embargo, esta riqueza natural es objeto de afectaciones de manera constante, siendo castigada en ocasiones por la Naturaleza, pero mayormente por la mano del hombre, que parece no darse cuenta de la importancia que el bosque representa para el equilibrio ecológico y la salud de la ciudad y sus habitantes. Entre los problemas que enfrenta se encuentran la construcción de fraccionamientos, la explotación de bancos de material, la cacería furtiva, el sobrepastoreo y, sobre todo, los incendios, ocasionados por el descuido de paseantes o de manera intencional para cambiar el uso de suelo.

Ante esta situación, y la necesidad cada vez mayor de conservar este bosque para bien de los habitantes de la Zona Metropolitana, se han hecho muchos intentos por proteger de manera integral La Primavera, pero los resultados no han sido los esperados; ahora se anuncia un intento más, éste de carácter económico, para tener mayores recursos en la labor de conservación y cuidado. La Dirección del área Natural Protegida anuncia que desde finales de este año se cobrará una cuota de ingreso al bosque, de 21.00 pesos (quizá sean 20.00, que es lo que contempla la ley), que serán destinados precisamente a garantizar que La Primavera sea un lugar limpio y seguro para los visitantes, pero también para mantener una constante vigilancia.

Hasta ahora, quienes vienen cobrando cuotas de ingreso son los propietarios de predios dentro del bosque, y lo hacen sólo por cruzar sus propiedades. Esto se terminará en cuanto entre en vigor la medida anunciada, por lo que podrá haber un control sobre los recursos y su aplicación en las áreas a que se habrán de destinar. Los dueños de terrenos podrán seguir cobrando, pero por servicios que presten a los paseantes: renta de caballos, paseos en bicicleta o ingreso a los balnearios, pero la cuota para visitar La Primavera está en vías de oficializarse.

Si esta medida es aprobada —y seguramente así será—, sin duda causará malestar entre quienes frecuentan el bosque para realizar diversas actividades de solaz y esparcimiento, pero a la larga redundará en beneficios, si es que el cobro se aplica con responsabilidad y transparencia en la conservación y vigilancia de la zona protegida, con más personal y debidamente capacitado. Si así se hace, el descontento por el pago pronto habrá de pasar.