Martes, 22 de Abril 2025

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Por: EL INFORMADOR

Una de las consecuencias que el desmedido crecimiento horizontal de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ha traído consigo es la carencia de servicios públicos por falta de inversión en infraestructura. Los rezagos que en materia de agua potable y alcantarillado, seguridad, pavimentación, recolección de basura y transporte público, por citar sólo algunos de los más importantes, resultan evidentes y son muy costosos para la población, tanto en términos de tiempo perdido, como de calidad de vida e incluso, de pérdida de patrimonio y vidas humanas.

Para remediar esta situación, la Asociación Intermunicipal de la ZMG ha venido trabajando en un Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano (PIDU) que habrá de servir como instrumento rector en la planeación para el crecimiento de la ciudad, y que será dado a conocer próximamente.

De acuerdo a los estudios que se han llevado a cabo por el comité técnico de este ente intermunicipal, la densidad habitacional de la ZMG es bastante baja, comparada con la que se ha tenido en el pasado.

La densidad actual en la ZMG es de 68 viviendas por hectárea, cuando históricamente se han llegado a tener entre 200 y 210. Desde luego, la idea no consiste en triplicar la densidad habitacional porque eso provocaría una saturación poco recomendable, pero sí tratar de duplicarla aprovechando las reservas intraurbanas, que son predios en el interior de la ciudad, que a pesar de contar con todos los servicios públicos, continúan sin ser edificados.

En términos prácticos, el programa consistirá en aprovechar algunos corredores viales y avenidas que por su anchura, calidad de sus banquetas y disponibilidad de espacios públicos, podrían absorber una mayor densidad habitacional para desarrollar en ellos edificios de cuatro o cinco niveles, con lo cual, sin necesidad de invertir enormes sumas de dinero en infraestructura, se puede absorber un crecimiento importante de la población.

Todo esto parece tan lógico y atractivo, que obliga a cuestionar dónde estaban los responsables de la planeación de la ZMG y qué cantidad de negocios se habrán hecho en las autorizaciones de todos los permisos que poco a poco han causado el caos de movilidad y falta de servicios públicos que hoy padece buena parte de la población.

Pensar que una medida como ésta será fácil de implementar o que requerirá poca inversión en infraestructura urbana es absurdo. Si va a haber más densidad habitacional, más vale que se piense desde ahora en transportes más eficientes, vialidades amplias y bien equipadas, colectores con la capacidad adecuada y demás requisitos que hoy evidentemente muchas zonas céntricas de la ciudad no logran cumplir.

Si éste es el rumbo para la ZMG y hay que apoyarlo, que no sea sólo bajo el acuerdo de unos cuantos, sino con el actuar coordinado de tantos como haya que involucrar. Seguir con la mediocridad que ha caracterizado a la planeación urbana sería generalizar un caos que no se puede soportar más.

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