México | TEMAS PARA REFLEXIONAR POR FLAVIO ROMERO DE VELASCO Trigo sin paja Sobre todas las conjeturas, es preciso atender al único documento oficial que nos ha dejado el Padre Hidalgo relativo a su retirada Por: EL INFORMADOR 2 de octubre de 2010 - 05:17 hs Flavio Romero de Velasco. / Siempre se ha especulado por qué Miguel Hidalgo, después de su triunfo en la batalla del Monte de las Cruces, no tomó la Ciudad de México a la vista de sus tropas. Se ha dicho que su temor fue que entregándose al saqueo y a la violencia sus 80 mil seguidores, el movimiento de independencia se desacreditaría totalmente. Sobre todas las conjeturas, es preciso atender al único documento oficial que nos ha dejado el Padre Hidalgo relativo a su retirada, y a los hechos y circunstancias que debieron influir en su ánimo para adoptar tal resolución. Esta carta la firmó en el cuartel general de Celaya el 13 de noviembre de 1810, y su firma fue autentificada al margen del escrito por quien fuera su secretario, don Ignacio López Rayón, quien a la muerte del Padre de la Patria fue presidente de la Junta Nacional de Zitácuaro en 1811. El documento en mención dice: “El vivo fuego que por largo tiempo mantuvimos en el choque de Las Cruces debilitó nuestras municiones, en términos que convidándonos la entrada a México las circunstancias en que se hallaba, por este motivo no resolvimos su ataque, y sí retroceder para habilitar nuestra artillería. De regreso encontramos al Ejército de Calleja y Flon, con quienes no pudimos entrar en combate por lo desproveído de la artillería; sólo se mantuvo un fuego lento y a mucha distancia, entretanto se daba lugar a que se retirara la gente sin experimentar quebranto, como lo verificó. “Esta retirada necesaria por la circunstancia, tengo noticia se ha interpretado por una total derrota, cosa que tal vez puede desalentar a los pusilánimes, por lo que he tenido a bien exponer a Ud. esto, para que imponga a los habitantes de la ciudad, en que la retirada mencionada no resultó más gravamen que la pérdida de algunos cañones y unos seis u ocho hombres que se ha regulado perecieron o se perdieron; que ésta no debe ser sensible, así porque en el día está reunida nuestra tropa, como porque tengo montados y en toda disposición cuarenta y tantos cañones reforzados de a 12, 16 y de otros calibres y en diversos puntos, por lo que concluidos los más que están vaciando y proveídos de abundante bala y metralla, no dilataré en acercarme a la capital de México con fuerzas más respetables y temibles a nuestros enemigos. “Me dirá Ud. en contestación cómo se hallan esos ánimos, qué noticias corren con alguna probabilidad, qué se dice en México, Tlaxcala, etc., y últimamente, cuanto ocurra. “Es regular que se hayan reunido los bienes de los europeos, y el que se hayan vendido algunos; el dinero existente de éstos, de rentas, y lo más que pueda realizarse de acuerdo con el corregidor, me lo remitirá para la conclusión de mis disposiciones. Dios guarde a Ud. muchos años. “Cuartel General de Celaya. Noviembre 13 de 1810. “Miguel Hidalgo, Generalísimo de América”. Al margen: “La letra del presente es propia mía, y la firma la misma que usaba el Benemérito Hidalgo, de quien era secretario. México, Octubre 5 de 1827.- Ignacio López Rayón”, Este invaluable documento, cuyo original consta en mi poder, lo adquirí el año de 1965 en Ciudad Juárez, cuando en tal ciudad desempeñaba el cargo de administrador de la aduana, al descendiente de una persona que participó en la batalla del Monte de las Cruces próximo a la Ciudad de México, batalla en la que el Padre de la Patria triunfó al frente de 80 mil combatientes. Temas Tertulia Temas para reflexionar Lee También La conquista qué no termina ¿Para qué sirve la Historia? Juventud y malestar social: violencia y pobreza de tiempo Armonía Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones