México | DE PODER A PODER POR CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID ¿Qué es ser feliz? Por supuesto que la felicidad tiene que empezar por uno mismo, ya que no se puede dar, ni desear a otros lo que no se tiene o peor aún, lo que no se conoce Por: EL INFORMADOR 6 de enero de 2011 - 01:46 hs Cuauhtémoc Cisneros Madrid. / Aunque hoy en día los buenos deseos incluyen el que seamos todos felices, la felicidad no es como el maná que cayó del cielo para alimentar a los hambrientos como parte de un milagro consignado en la Biblia, dado sin requerir nada, ni tampoco es producto de un acto de magia; se trata de un estado mental, emocional y espiritual que requiere de la participación activa de todos y cada uno de los miembros de una comunidad. Por supuesto que la felicidad tiene que empezar por uno mismo, ya que no se puede dar, ni desear a otros lo que no se tiene o peor aún, lo que no se conoce. ¿Pero, y entonces, cómo es que año con año, ya sea con motivo del onomástico o las fiestas decembrinas —Navidad y Año Nuevo—, la mayoría de las personas nos deseamos todo cúmulo de bienestar y de felicidad? La respuesta tiene muchas respuestas, pero sospecho que todo se debe a que las tradiciones nos han alcanzado a tal grado de desear la felicidad, solamente como parte de un protocolo, de una atención, de un requisito social y no es que sea mera hipocresía, pero la verdad de las cosas es que esos buenos deseos no deberían de requerir fechas especiales —ni gastos extra—, más bien debería de tratarse de un reflejo de nuestra convivencia diaria. Nuestros actos, y no frases hechas, deben de ser la mejor prueba de buenos deseos para con el prójimo. Una actuación correcta en todos los sentidos vale más que miles de buenos deseos. Con independencia del ámbito en que nos desarrollemos, todos los días y en cada una de nuestras actividades podemos “poner nuestro granito de arena” para construir una mejor sociedad, una mejor ciudad, un mejor Estado, un mejor país y un mejor planeta. Se dice fácil, pero vaya que no lo es, como luego dicen “nunca falta un diablo que meta su cola para empeorar las cosas”, luego entonces se trata de una lucha cotidiana en contra de nuestro propio yo, o mejor dicho de nuestras propias debilidades y defectos, aquellos que nos llevan a pensar sólo en uno mismo y a actuar en busca del beneficio personal, olvidándonos de los demás e incluso, en muchos de los casos, si es necesario pisar a otros para seguir avanzando, no dudamos hacerlo, de ahí que sea necesaria una reconciliación. Sí, una reconciliación consigo mismo, para luego dar paso al prójimo, una catarsis que nos deje ver en dónde está la verdadera felicidad, para cultivarla, fortalecerla y desearla cotidianamente —con nuestras acciones— a todos los demás, porque las palabras se las lleva el viento, pero las acciones quedan para siempre. ¿Y usted… es feliz? Temas Rotonda De poder a poder Lee También AL MOMENTO: Trasmisión de la toma de protesta de Pablo Lemus, nuevo gobernador de Jalisco Aprueban leyes secundarias para la elección judicial Las razones de Lucía Difunden lista de aspirantes a ministros de la Suprema Corte Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones