Sábado, 07 de Diciembre 2024
México | Menor al servicio del narco

Prevén pronta sentencia a ''El Ponchis''

El juez prepara su decisión sobre los delitos de Édgar N.; la pena máxima es de tres años

Por: SUN

Édgar N. fue capturado por el Ejército el 2 de diciembre de 2010 en el Aeropuerto “Mariano Matamoros”, en Morelos. REUTERS  /

Édgar N. fue capturado por el Ejército el 2 de diciembre de 2010 en el Aeropuerto “Mariano Matamoros”, en Morelos. REUTERS /

CUERNAVACA, MORELOS (25/JUL/2011).- La sanción privativa contra Édgar N., alias “El Ponchis” o “El niño sicario”, se adelantará para mañana o el miércoles, luego de que el fiscal Especializado en Adolescentes, José Manuel Serrano, determinó renunciar a la audiencia de individualización con el fin de que el juez oral dé a conocer su resolutivo respecto de las conductas antisociales que se imputan al menor.

Es señalado como responsable del secuestro de tres personas, el homicidio de otras cuatro, y de aplicar medidas de tortura a rivales del cártel de los Beltrán Leyva en el Estado de Morelos.

Tras concluir el proceso de audiencia de debate en contra del adolescente de 14 años de edad —quien también es acusado de portación de armas de fuego para uso exclusivo del Ejército y posesión de mariguana— Serrano Salmerón explicó que el niño puede recibir como máximo una sentencia de tres años tras las rejas.

El juicio oral inició el lunes 15 de julio y su desarrollo se ajustó al nuevo Sistema de Justicia Penal de Morelos; las audiencias se llevaron en un salón que se habilitó en el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) para atender casos de imputados considerados de alto riesgo, involucrados en procesos relacionados a la delincuencia organizada, informó en su momento la magistrada del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (TUJA), Ana Virginia Pérez Güemes y Ocampo.

Actualmente el CEMPLA, ubicado en el municipio de Miacatlán a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Morelos (SSPEM), mantiene una población promedio de 74 menores, de los cuales 17 están vinculados a delitos considerados como de alto impacto o delincuencia organizada.

De acuerdo con el abogado Serrano Salmerón, una vez que concluyan los alegatos de clausura, el juez tendrá un plazo de 24 horas para deliberar y enseguida llamar a las partes a la audiencia de individualización para analizar las penas que podría recibir el inculpado.

Desde el lunes pasado, el muchacho escuchó los señalamientos que le formularon casi 65 testigos, por lo que ahora el juez oral convocará a las partes a que presenten sus alegatos de clausura, donde darán a conocer sus conclusiones del caso.

Especialista aclara situación del menor
Manipulación con drogas, argumento insuficiente


El caso de “El Ponchis” despierta un debate en torno a la pertinencia o la justicia de la pena máxima que se le puede aplicar a un adolescente, que en su caso es de máximo tres años. Por cuatro asesinatos, tres secuestros y tráfico de droga, ¿cuánto tiempo de pena se le podría dar a un adulto?

Depende del Estado en donde se cometa, por ejemplo, una situación como la de este muchacho; jurídicamente se le llama concurso de delitos, lo que quiere decir que en diversas acciones se cometen varios delitos.

La ley establece que la pena es la que corresponde al delito mayor y de ahí se incrementa lo de los otros delitos.

En el Estado de Jalisco la pena máxima es de 50 años, y no pueden poner más aunque se hayan cometido varios asesinatos. Hay otros estados con penas más elevadas, por ejemplo, Oaxaca, que tiene una pena máxima de 70 años de prisión.

En entrevista, Gerardo de la Cruz Tovar, maestro en Derecho por la Universidad de Guadalajara (UdeG), con especialidad en administración de justicia y seguridad pública, deja en claro la situación jurídica de “El Ponchis”.

— A los 14 años, ¿qué tan conscientes pueden ser los jóvenes de las acciones y sus consecuencias? “El Ponchis” declara que estaba drogado y lo obligaron, ¿de qué manera esto afecta a su sentencia?

— Una persona es culpable de un delito cuando se hace con dolo o imprudencia. El antecedente de la culpabilidad es que el sujeto sea imputable, lo que significa que comprenda la trascendencia de lo que está haciendo.

El hecho de que alguien esté bajo el efecto de sustancias no le quita intencionalidad al delito. La droga simplemente puede funcionar como medio para animar a la persona a cometer el delito. El hecho de estar bajo el efecto de alguna sustancia, ya sea drogas o alcohol, no quita la imputabilidad. No se necesita entender qué es el delito o cuáles son sus elementos, sino simplemente distinguir entre lo que es bueno y malo, y desde luego que una persona de 14 años ya tendría que saber que quitarle la vida a alguien es malo.

— ¿Por qué no se le puede dar una sanción mayor a tres años a “El Ponchis”?

— La justicia para menores en México abarca de los 12 a los 18 años, y se establecen tres grupos de edad para fijar las penas máximas.
El primer grupo va de los 12 a menos de 14 años, el segundo de los 14 a menos de 16, y el tercero de 16 a menos de 18.

En el Estado de Morelos, lugar donde está siendo juzgado “El Ponchis”, los muchachos del primer grupo, no pueden ser sometidos a ninguna reclusión: deben ser encaminados a instituciones de carácter asistencial. Lamentablemente en la mayoría de los estados éstas no existen, y lo que regularmente sucede en esos casos es que se los entregan a sus familiares.

En el segundo grupo ya pueden ser recluidos por el delito que hayan cometido, con una pena máxima de tres años (en Jalisco es de cinco), como es el caso de este muchachito.

Y finalmente, en el tercer grupo la pena máxima es de cinco años (en Jalisco de siete).

Además, la ley establece medidas para que se hagan revisiones de la sanción por su condición de adolescentes, para determinar si se levanta, si se modifica, si se le puede dar algún beneficio. Sigue siendo un sistema proteccionista.

Por lo general, cuando se establecen este tipo de medidas, no se piensa que se pueden  encontrar casos como el de “El Ponchis”. Son excepciones que vienen a confirmar la regla, y no podemos crear una ley especial para sancionarlo a él. Todos tienen derecho a ser juzgados por leyes antes establecidas.
Con todo y que se nos haga absurdo que solo tres años, eso es lo que corresponde a la  Ley de Justicia para adolescentes del Estado de Morelos.
— ¿Cómo han evolucionado las leyes en México con respecto a las penas para menores?

— A partir de 2005, México se adhiere a una serie de tratados internacionales, y en consecuencia, cambia la legislación. Se modifica el sistema de justicia de menores. A partir de entonces ya no se busca tanto castigar a los menores que cometen delitos, sino corregir, reinsertarlos en la sociedad (aunque no podemos dejar de ver que con algunos muchachos esto es muy difícil que se logre).

Lo que se busca ahora es el interés del menor, por lo que las sanciones deben ser lo menos lesivas posibles. Tratar de que no se le afecte mucho.
Sin embargo podemos encontrar situaciones como la de “El Ponchis”, en que son demasiados los delitos que cometió, para la pena máxima que, en su caso, es de tres años.

— ¿Entonces en otros países funciona de manera similar a como funciona aquí en México?

— Sí. La legislación cambia precisamente porque otros países se obligaron a seguir esta regla. Esto obedece a tratados internacionales, y a una evolución en el ámbito de los derechos humanos.

Los países que, como el nuestro, pertenecen a la escuela romano-germánica, como los países latinoamericanos, tienen un funcionamiento similar en cuanto a las penas para menores. En Estados Unidos, que pertenece a la Common Law, se maneja diferente, es decir, se penaliza de acuerdo al caso del que se trate, en algunos casos se puede juzgar a jóvenes como si fueran adultos.

En el ámbito en que nosotros nos encontramos, la mayoría de los países se manejan de acuerdo a tratados como la Convención Internacional de los Derechos Humanos, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores o las Reglas de Beijing.

— ¿Qué perspectivas hay para jóvenes como Édgar? ¿Cree usted que realmente se puedan reinsertar a la sociedad?

— El diagnóstico es muy complicado por las circunstancias específicas. No nada más por el uso de drogas o por su situación familiar, sino por la experiencia de haber matado, que seguramente lo va a marcar para toda la vida.

Ojalá se le den los tratamientos necesarios para poderlo reinsertar. Ojalá y se logre, pero lo que llama la atención es lo siguiente: cada vez son más menores afiliados a la delincuencia organizada, porque los delincuentes saben cómo está la legislación y que lo tienen sencillo.

Es bastante riesgoso para la sociedad en general y se debe llamar la atención a las autoridades para generar alternativas y procurar que los muchachos no caigan en eso, porque los delincuentes están al tanto de que los chavitos salen en tres años y con gran experiencia.

“El Ponchis” va a salir a los 17 y podría volver a cometer un crimen y seguir siendo juzgado como menor de edad. Si esto lo pudo hacer a los 14 años, imagínate a los 17.

FRASE

''
El hecho de que alguien esté bajo el efecto de sustancias, no le quita intencionalidad al delito ''

Gerardo de la Cruz,
maestro en Derecho por la UdeG.

CRÓNICA
Divulgar delitos en internet lo delató


Considerados como los herederos del cártel de los Beltrán Leyva, un grupo de jóvenes de entre 12 y 23 años de edad rebasó los límites de la clandestinidad delictiva al publicar fotografías en internet posando con armas, droga, autos y degollando a sus adversarios.

La fascinación por divulgar sus ilícitos puso al descubierto su paradero; soldados de la 24 zona militar los sorprendieron en octubre pasado.

Una casa, ubicada en la colonia Tejalpa del municipio de Jiutepec, de los más poblados, tenía pintas a favor del cártel del Pacífico Sur (CPS), una célula que lidera Héctor Beltrán Leyva, “El H”, luego de la muerte de su hermano Arturo en diciembre de 2009.

Desde entonces, el CPS se alió con “Los Zetas” para disputar la plaza a “La Familia Michoacana” y grupos afines a Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, éste último detenido.

Un militar de alto rango dijo que el jefe de la banda, Julio de Jesús Radilla Hernández o Julio Jesús Padilla Hernández, logró evadirse, al igual que un menor de 12 años identificado como “El Ponchis”, quien de acuerdo con mandos de la zona militar es el encargado de degollar a sus víctimas.

Jesús Radilla o Padilla es ubicado por las fuerzas castrenses como el nuevo líder del CPS en Morelos. En su búsqueda, los militares catearon cuatro casas, tres en el municipio de Jiutepec, en un perímetro de cinco kilómetros y otra en Cuernavaca, a cinco minutos del centro de la ciudad.

Con Radilla trabajaba “El Ponchis”, identificado en las líneas de investigación como el ejecutor de sus adversarios a quienes degüella, tortura, asesina y después arroja a carreteras o lotes baldíos.

“El Ponchis” delinquía en compañía de un grupo de mujeres, entre ellas sus hermanas, conocidas como “Las Chavelas”, todos con residencia en el poblado de Tejalpa, municipio de Jiutepec, zona conurbada de Cuernavaca.

En los videos que circulan por internet aparece una fotografía de “El Ponchis” cortando el cuello de una de sus víctimas. En otra foto de grupo, está inclinado, porta un rifle de alto poder en las manos y se cubre parcialmente el rostro con una gorra color azul.

En uno de los videos se le ve con un palo con las siglas del CPS golpeando a un hombre, quien está colgado. La suerte de “El Ponchis” y de sus dos hermanas terminó el 2 de diciembre, cuando soldados de la 24 zona militar los detuvieron en el Aeropuerto “Mariano Matamoros” cuando pretendían viajar a Tijuana y posteriormente a San Diego, en California.

Cuando le preguntaron por qué se metió en el negocio del crimen organizado, respondió que un día lo “levantaron" y le advirtieron: “Si no trabajas con nosotros te vamos a matar”, por lo que se unió al CPS.

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