Viernes, 26 de Julio 2024
México | Confía en que las FARC dejarán las armas

México no debe bajar la guardia contra la violencia: Clara Rojas

La política colombiana comparte puntos de vista sobre México y AL

Por: NTX

CIUDAD DE MÉXICO.- El crecimiento de la violencia en México es un problema que debe manejarse de inmediato, porque de lo contrario puede salirse de control, advirtió la política colombiana Clara Rojas.  

De visita en el país, con motivo de la presentación de su libro "Cautiva", donde narra su secuestro por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC) durante seis años, la ex coordinadora de campaña de Ingrid Betancourt habla de México, Latinoamérica y de la paz en Colombia.  

En entrevista exclusiva dice que no entiende a la guerrilla colombiana; deja en manos de Dios su relación con Betancourt y confía en que las FARC, "huérfanas" tras la muerte de su líder Manuel Marulanda, encuentren la salida.  

Aseguró que Latinoamérica tiene problemas comunes, pero el caso mexicano, con el crecimiento de los secuestros, lastima, porque "a uno le duele cuando un país hermano tiene un problema semejante".  

A veces, dijo, las sociedades parecen "dormir" por ratos y olvidar que están en un proceso que implica desafíos: por ello, se debe estar consciente de que en el crecimiento la violencia es "casi una variable" que se debe manejar.  

Aunque se dice respetuosa de las soluciones que se encuentren en México al problema de la violencia, recomendó "no bajar la guardia y menos cuando estamos creciendo".  

"Este es el momento para mantener altos los niveles de alerta y que la sociedad, los políticos y la gente en general cumplan cada uno con su responsabilidad, apliquen los controles necesarios y conserven la situación dentro de los rangos lógicos", puntualizó.  

A pesar de haber permanecido cautiva por las FARC en la selva colombiana del 23 de febrero de 2002 al 10 de enero de 2008, Clara Rojas aseguró que no entiende a los guerrilleros y jamás comprendió el sentido de su plagio.  

"Es la hora en que todavía no lo sé. No entiendo su manera de razonar. Si es que nosotras éramos secuestradas políticas, ¨por qué ellos nunca pusieron de su parte para negociar?, señaló.  

Para la ex rehén, la guerrilla colombiana ha sufrido mucho durante el último año, tras la muerte de su fundador, Manuel Marulanda "Tirofijo", que dejó "huérfanos" a los rebeldes "como en esas familias cuando el papá es muy importante y que casi sin él no pueden sobrevivir".  

Ahora, indicó, las FARC bajo el mando de Alfonso Cano tienen el reto de encontrar su nuevo camino.  

"Con el tiempo, quizá Alfonso Cano pueda tomar las riendas y encontrar alternativas para darle salida al grupo que está sin salida, cada vez más mermado desde el punto de vista militar y sin una propuesta política", estimó.  

Optimista sobre los resultados del plan de reinserción social de la guerrilla impulsado por el gobierno colombiano, Clara Rojas indicó que nunca antes las FARC sufrieron tanto abandono, quizá porque sus integrantes jamás pensaron que podrían reincorporarse a la sociedad.  

Sin embargo, confió en que depondrán las armas y entrarán al juego democrático en una Colombia donde la paz es posible, porque la gente ha perdido el miedo.  

Los guerrilleros, mencionó, "no son ni tan malos ni tan invencibles como se pensaba: también se mueren, también se enferman y también les da miedo", si bien reincorporarlos a una Colombia en paz requiere de un gran esfuerzo de imaginación.  

No obstante el tono apacible que utiliza al hablar, no deja de protestar por el cautiverio que todavía sufren decenas de colombianos a manos de una guerrilla que los martiriza inútilmente.  

"Dejan pasar los años y siguen igual, con posiciones inflexibles en casos tan absurdos como los 20 soldados que llevan 10 años secuestrados. Muchachos a quienes ya se les pasó lo mejor de su vida", sin que las FARC obtengan nada a cambio.  

Creyente católica, Clara señala en su libro que la fe la mantuvo con fuerza para sobreponerse a enormes penurias, incluyendo su embarazo y el difícil nacimiento de su hijo Emmanuel, a quien califica como "la luz de mi vida".  

Respecto a su relación con Ingrid Betancourt, con quien compartió los seis años de cautiverio, dejó en manos de Dios un eventual reencuentro.  

En su libro, Clara Rojas señala que desde antes del secuestro les advirtieron que la visita a San Vicente del Caguán, al sur de Colombia, sería muy peligrosa y, sin embargo decidieron emprender la gira que terminó en su plagio.  

También narra cómo a raíz de un frustrado intento de fuga, se distanció de su amiga, asilamiento "que nos llevó con el paso del tiempo a unas distancias enormes".  

Ambas fueron liberadas en distintas circunstancias y momentos, y a pesar de ello Clara Rojas tiene la intención de encontrarse con Ingrid cuando la situación lo permita, pero en todo caso, indicó, "lo pongo en manos de Dios".  

Clara Rojas dio a luz a su hijo Emmanuel el 16 de abril de 2004, en plena selva, mediante una "cesárea" practicada por un enfermero y una guerrillera, apenas con un poco de anestesia y sin cuidado quirúrgico alguno.  

Cuando el niño tenía ocho meses los separaron y volvió a verlo  cuando fue liberada. En ese entonces Emmanuel tenía tres años y nueve meses y fue encontrado casi milagrosamente en un albergue para niños.  

Como cualquier madre, ama a su hijo, quien es para ella "la luz de mi vida, una bendición".  

Hoy en día, comentó, el niño ha sabido adaptarse y si bien es "una pequeña celebridad en su escuela, al grado que sus compañeritos quieren tomarse fotos con él, todavía no entiende bien qué pasa".  

Lo que sí es un hecho, es que es sociable y ha sabido "hacer su propia agenda", independiente de la de su madre.  

Clara Rojas terminará esta semana su trabajo del primer semestre del año con las presentaciones de su libro en varios países, aunque quedarán pendientes sus visitas a Holanda, Italia y Estados Unidos.  

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