México | LA SOPA POR IVABELLE ARROYO La lucha contra las papitas Este país no sabe comer. Necesita urgentemente un nuevo acuerdo gastronómico Por: EL INFORMADOR 10 de noviembre de 2010 - 04:21 hs Ivabelle Arroyo. / Perdón, pero hoy el tema no será político ni partidista, ni gubernamental. El tema al que hoy hay que darle muchas vueltas es a la lucha contra las papitas. En el Senado se discutió hace unos días una ley federal para combatir la obesidad infantil, y esta semana el debate está en la Cámara de Diputados. En Jalisco se ha discutido una y otra y otra vez en el Congreso y siempre quedan agujeros. Que si no se sabe cuál es la comida chatarra, que si se tiene que atacar a la gran industria de panecitos, papas y porquerías azucaradas, que si quién cuida que los niños no masquen fritanga, que si el consumo se puede prohibir, que si sólo en las escuelas, que si en las casas, que si las tiendas de la esquina están cerca, que quién pondrá la multa al niño, que quién regañará a la madre, que cómo quieren que se le haga. Y la verdad es que el tema está tan atorado porque efectivamente el problema de obesidad rebasa a las escuelas, a las madres, a las tienditas y a la autoridad. Este país ha perdido imaginación para comer. Las cocinas de la clase media tienen hoy sólo una décima parte de los ingredientes que tenían a principios del siglo pasado, y mientras las gavetas domésticas se vacían de especias y semillas, las tiendas dan cada vez más espacio de anaquel a la misma preparación de pan de caja en 35 combinaciones distintas. Los legisladores mexicanos debaten sobre la posibilidad de eliminar la publicidad de pastelitos, chocolates, panes, papas, refrescos, churros y palomitas, pues aseguran que cada niño está expuesto a 12 mil comerciales cada año. La lucha es cuesta arriba, pues pega en la industria alimenticia y en el bolsillo de medios masivos de comunicación, pero aun si se lograra prohibir la publicidad de los caramelos y las bebidas, la guerra dista mucho de estar ganada. Una cadena de supermercado ordinaria dedica a la comida poco nutritiva cerca de 70% de su espacio; el área de verduras es una sola pared y el área de semillas prácticamente ha desaparecido. En una tienda de esquina, tradicional o de franquicia, el asunto es peor. Quizá sólo hay 10% de espacio a comida que no es chatarra. Este país no sabe comer. Necesita urgentemente un nuevo acuerdo gastronómico. No será suficiente con prohibir anuncios o con volver más peligrosa la venta de papitas que de droga en una escuela primaria. No será suficiente con satanizar las frituras. Todo el país, cuyos niños están creciendo enfermos, cuya población es débil o alérgica u obesa, necesita replantearse el tema de la comida como uno de los ejes de desarrollo para los próximos años. La lucha no es contra las papitas, es mucho más importante. Temas Obesidad Rotonda La sopa Lee También ¿Por qué la obesidad afecta a la calidad del sueño? Un estudio liga la microbiota con la capacidad de atención ¿Por qué la obsesión por estar delgado, según la psicología? Guadalajara y el Mar Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones