''La derrota de Calderón''

Entre las fechas que con seguridad seguiremos recordando dentro de 100 años, digo, si es que no tienen razón los agoreros que dicen que los Mayas afirmaron que este mundo se acabará el 21 de diciembre de 2012, y si dicen la verdad pues entonces ya no vamos a festejar, aunque me permito dudar que los miembros de esa cultura ( los Mayas, no los agoreros) hubieran dicho semejante burrada, ahora que si pasa quiero dejar muy claro que no acepto reclamaciones posteriores.

El día de mañana se cumplen 200 años de la batalla de Puente de Calderón, que ésa sí se celebró hace 200 años; el 14 de enero de 1811 a las cuatro de la tarde, minutos más minutos menos el Ejército de Hidalgo llegó al Puente de Calderón, donde le dieron la noticia de que la acción de Urepetiro se había perdido y en ella perdieron 30 cañones, siguió adelante acampando en La Laja, donde discutieron los jefes si presentaban batalla o emprendían la graciosa huida, Allende, que sabía de qué se trataba el baile, opinó que tenían que irse, pero él era como regidor de oposición, que cobra y está ahí pero nadie lo pela, ni para que perder el tiempo. Hidalgo opinaba que había que dar batalla y desde luego como él era el jefe, pues eso se hizo.

El día 15 tomó el puente acampando en una gran planicie situada al bordo de una profunda cañada que hay ahí. Las avanzadas de Calleja vieron que ahí acampaban las fuerzas insurgentes y el 16 se dejó venir don Félix, porque andaba por San Juan de los Lagos y llegó a acampar a La Laja.

El Ejército realista eran como cinco mil soldados, bien pertrechados y preparados; el Ejército insurgente ascendía como a 96 mil gentes de los que 600 eran de infantería y tenían alguna idea de lo que estaban haciendo; 20 mil rancheros casi todos con lazo y algunos pocos traían lanzas, y como 70 mil indios y mestizos con machetes, hondas y flechas y 95 piezas de artillería, 44 en sus cureñas y el resto en carretas, lo que impedía tuvieran buena puntería; ese día se estuvieron tanteando, muy optimista el cura Hidalgo basado en el número de sus huestes, lo que era perfectamente normal tomando en cuenta que por lo general los más muchos les ganan a los menos.

La batalla comenzó, después de algunos escarceos y tomas de posición, a las nueve, sin que se perfilara un vencedor, muchos autores dan como causa de la derrota insurgente que una granada cayó en un carro de municiones insurgente con una gran explosión, hay documentos que niegan esto, entre ellos el informe que ese día rindió Calleja al virrey. La batalla terminó a las tres de la tarde.