El proyecto ''Margarita''

“¿Margarita para 2012?, no, ni pensarlo, no hay condiciones políticas para eso”, responde a bocajarro un encumbrado panista cuando se le pregunta por el nombre de la primera dama que ha empezado a escucharse en los corrillos políticos. Y es que el Presidente Calderón, en una revista del corazón, dijo que su esposa tiene “tiene todos los atributos” para ser candidata a un puesto de elección, pero él mismo aclaró que no cree que eso ocurra al término de su mandato. “No ahora, evidentemente. Hemos hablado de eso. Pero sí la veo como candidata”, insistió.

Detrás del dicho presidencial, curiosamente expresado a la prensa rosa, existe un verdadero proyecto político para que la primera dama sea candidata a la Presidencia, pero en 2018. Para ello, la familia Calderón está pensando en que, con sus méritos propios y la ascendencia notable que ha ganado en el PAN —ella operó la llegada del actual dirigente nacional del panismo y evitó un choque mayor por la dirigencia—, Margarita Zavala se convierta primero en senadora, en 2012, y desde ahí armar su candidatura presidencial para el siguiente sexenio.

De concretarse ese proyecto, para el que ya empiezan a moverse piezas y a sondear la opinión pública, Zavala Gómez del Campo sería la primera esposa de un presidente mexicano en ocupar un cargo de elección popular. Nunca antes una primera dama mexicana participó en unos comicios, aunque tampoco nunca antes ninguna consorte presidencial tuvo una carrera política propia y tan importante como la de Margarita. Si acaso Martha Sahagún y sus frustradas aspiraciones presidenciales, aunque la esposa de Vicente Fox no tenía ni la trayectoria ni la experiencia ni la capacidad política de la señora Zavala.

Porque más allá de su esposo, Margarita tiene una carrera política propia. Dos veces diputada y con varios cargos partidistas en su haber, Zavala ha jugado un discreto, pero poderoso e influyente papel como primera dama. Su estilo sencillo y sobrio la contrastó fuertemente con el protagonismo y vanalidad de su antecesora y le valió simpatías en la opinión pública que se reflejan en los altos niveles de aprobación que le otorgan varias encuestas recientes.

Y si hacia afuera tiene buena imagen, dentro del panismo su prosapia blanquiazul junto con el trabajo partidista, la han vuelto en la actualidad uno de los liderazgos más fuertes en los órganos de gobierno del PAN, al grado que no pocos panistas comentan que en la pasada sucesión interna, por la dirigencia nacional, ella apostó por Gustavo Madero, aún contra el impulso de Calderón a Roberto Gil Zuarth, y al final ella misma apareció como la conciliadora y operadora política que convenció al joven Gil de declinar y armó el triunfo de Madero.

Pero su aceptación en las encuestas no obsta para que los apellidos Zavala Gómez del Campo se hayan visto involucrados en algunos escándalos. Desde el caso de la guardería ABC, donde una pariente lejana, Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo apareció como esposa de uno de los socios, hasta una reciente publicación de la revista “Contralínea” que señala a un primo suyo, éste sí directo, Luis Gómez del Campo, de trabajar para el grupo Automotriz Andrade, que ha recibido desde 2007 al menos cinco contratos millonarios para vender automóviles y camiones a Pemex, y a dependencias como Sedesol, SAT, CFE, y la Secretaría del Trabajo, entre otras.

Hay entre los panistas quienes piensan que Margarita Zavala sería un “senadora clave” para el calderonismo, sobre todo después de su sexenio, y que jugaría un papel importante en el PAN post-Calderón. Otros creen que ella también cuidaría sus propios flancos, pero lo cierto es que, aun cuando llegara por la vía plurinominal, como se piensa para asegurarle un lugar, Margarita no sería una senadora más y estaría buscando un proyecto, su propio proyecto.

NOTAS INDISCRETAS…Un texto sobre el narcotráfico y la forma en que se le combatió en su gobierno está casi terminado en el escritorio del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. En su argumentación, el ex mandatario rebate algunos de los señalamientos recurrentes en el actual discurso presidencial sobre que “las omisiones del pasado” en materia de la lucha antinarco. De paso, dicen, sería la respuesta de Salinas a aquellas afirmaciones del ex gobernador priista de Nuevo León, Socrátes Rizo, quien asegurara que durante los gobiernos priistas se repartían las rutas y plazas a los narcotraficantes… Se detienen los dados. Serpiente doble.