CIUDAD DE MÉXICO (12/MAY/2017).- Familiares, amigos y habitantes de San Fernando asistieron a la misa para despedir a la activista Miriam Elizabeth Rodríguez, quien fue asesinada el 10 de mayo a balas en su casa.El padre Hilario del Pozo Noyola ofició la misa de cuerpo presente, en capillas Cristo Rey que se ubican en la zona centro.A las 17:00 horas, los restos de Miriam fueron trasladados al panteón San Francisco ubicado en la Colonia Loma Alta."Me van a matar un día"Hace un par de semanas, Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez comentó a una persona de su confianza: “Me van a matar un día. De eso no tengo dudas”.Tenía 50 años, era muy valiente y de carácter fuerte. Aseguraba no tener miedo y siempre andaba armada. “Sólo pido que me dejen defenderme”, decía.Le sobreviven su esposo y dos hijos, narra alguien quien la conoció y prefiere no dar su nombre.Comenta que Miriam vivió un tiempo en Estados Unidos, pero en el año 2012, cuando desapareció su hija, regresó a México.Su determinación la llevó a fundar el Colectivo Desaparecidos de San Fernando, que cuenta con unos 600 integrantes de la región.Miriam era locataria del mercado municipal, donde vendía artículos de piel como bolsas, cintos, chalecos y ropa en general. En los últimos dos años también ocupó un empleo en la Secretaría de Salud, en San Fernando.Sus compañeros comentan que “sola, Miriam logró detener y entregar a los delincuentes —de su hija— y era muy activa en los juzgados para ayudar a más personas”.La activista platicaba que 16 personas participaron en el secuestro y muerte de su hija, de ellos mandó a la cárcel a 13; ella personalmente detuvo a tres.“Luchó sola con los recursos de su negocio para desafiar a esas personas del crimen organizado”, aseguran.Y no sólo luchó en el caso de su hija, decenas de personas localizaron los restos de sus familiares desaparecidos gracias a su apoyo. Su último movimiento lo hizo el mismo día de su muerte; acudió a la presidencia del municipio a protestar porque permitieron instalarse en la plaza principal a comerciantes foráneos, “nos vienen a quitar el ingreso”, reclamó.