Miércoles, 01 de Mayo 2024
México | Nelson Vargas seguró que Cándido Ortiz no fue quien negoció con él a través del teléfono

¿Cuándo mataste a mi hija?... Desde el tercer día

El empresario encaró durante cinco minutos al hombre que organizó el secuestro

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO.- El jefe de la banda de Los Rojos, Cándido Ortiz González, confesó a Nelson Vargas que su hija, Silvia Vargas Escalera, fue asesinada por sus plagiarios tres días después de que fue secuestrada cuando iba de su casa a la escuela, en septiembre de 2007.

En las instalaciones del Centro de Mando de la Policía Federal (PF) en Iztapalapa, el empresario encaró durante cinco minutos al hombre que, según la corporación, organizó el secuestro y comprobó el temor que tuvo desde el inicio de las negociaciones.

“La autoridad estaba haciéndole ciertas preguntas volteado a la pared. Yo le dije (a Cándido) que me viera a los ojos y me dijera cuándo había asesinado a mi hija”, relata Nelson Vargas. Tras la pregunta, agrega, el jefe de la banda de plagiarios le respondió directo: “Desde el tercer día”.

“Yo me temía esto, porque quien negoció conmigo me hizo ver que le iba a cortar un dedo diario durante 20 días. Me mandaban a mí a diferentes lugares a buscar los dedos de mi pequeña. Nunca encontré nada; creo que este hombre me dijo la realidad. Seguramente se les pasó la anestesia; hay que buscar ahora quién la aplicó, todavía quedan muchas cosas por definir”, narra Vargas.

Asegura que Cándido Ortiz no fue quien negoció con él a través del teléfono el rescate para liberar a Silvia, contrario a lo afirmado por Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia para la Prevención de la Policía Federal. “Recuerdo muy bien todo lo que hablé con ese infeliz y no era él, se lo dije a Cárdenas Palomino”, reitera.

Sobre la captura de los cuatro integrantes de la banda, Nelson Vargas dice estar agradecido con la Policía Federal, pero aseguró que las autoridades perdieron tiempo desacreditando las investigaciones que hizo la familia.

“Consideramos se perdió tiempo al desacreditar las líneas de investigación que teníamos como familia, las cuales entregamos a las autoridades mucho antes de que en diciembre de 2008 supiéramos que nuestra pequeña ya estaba con Dios, y que hoy, finalmente y de manera tardía, son aceptadas por las autoridades”, manifestó.

En diciembre de 2008 autoridades federales encontaron los restos de la joven de 18 años Silvia Vargas Escalera en una casa ubicada en la delegación Tlalpan.

Nelson Vargas denunció hace ocho meses que en los días posteriores al secuestro, la familia incluyó entre los sospechosos a Óscar Ortiz González, hermano de Cándido, a Miguel y al prófugo Raúl, y que entregó la información a la Policía Federal y la Procuraduría General de la República, sin que ninguna de las instituciones hiciera algo.

Ayer demandó a las autoridades dar crédito a la información que proporcionan familias de las víctimas en casos de secuestro, pues ello permitiría una mayor agilidad en los procesos de justicia en México. También exhortó a los ciudadanos a confiar en las autoridades, denunciar delitos y no dejarse engañar por negociadores privados.

“No es que esté a favor de las autoridades, pero en alguien tenemos que creer”, dice en entrevista.

Nelson Vargas rechaza estar satisfecho con las investigaciones, pues el caso de Silvia aún no termina.

Recuerda que todavía hay varios integrantes de la banda en libertad, en particular Raúl, que se ha fugado en dos ocasiones, y exige que sea detenido hasta el último de los integrantes de la banda criminal, pues de seguir libres seguirán dañando a la sociedad.

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