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Clima extremo acaba producción en el campo

Agricultores y ganaderos del Norte y Centro del país reportan muerte de animales y pérdidas millonarias en diversos cultivos

Por: SUN

La falta de lluvia ha traído desaliento y la ruina de cientos de miles de labriegos y productores ganaderos. EL UNIVERSAL  /

La falta de lluvia ha traído desaliento y la ruina de cientos de miles de labriegos y productores ganaderos. EL UNIVERSAL /

DURANGO (19/SEP/2011).- “¿Qué vamos a comer? Nadie sembró. Con la falta de agua, la gente va a abandonar la tierra, porque no hay nada de ganancia y no podemos meterle dinero que no tenemos a algo que no va a salir”, dice Víctor Barrón, un campesino de 50 años que ha sido fundador de varias sociedades de producción rural en Durango. “Habrá hambre en los próximos días”, dice, “no hambruna, pero sí hambre”.

Barrón es uno de los tantos casos que vivieron una de las peores épocas de sequía en el país. En Durango, Tamaulipas, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila el panorama no es positivo, pues las siembras se murieron como árboles secos que caen por falta de agua.

A Víctor el agua no le alcanzó para hacer crecer sus seis hectáreas de frijol. Su parcela sólo tiene la mitad de la siembra y lo que hay es avena, porque esa no necesita de lluvia para darse. Es propietario de un rancho en la Zona Valle de la capital de Durango.

Dice que la tierra “no da para más” y que es difícil cambiar de cultivo de temporal porque la gente ya se acostumbró a que sembrando frijol recibe la ayuda del Procampo. Siembra frijol de temporal porque no tiene sistema de riego, pero este año no pudo, el agua simplemente no llegó.

En su Estado murieron al menos cinco mil 500 cabezas de ganado y la mitad de parcelas sembradas podrían perderse. Ahí se registró la peor sequía en los últimos 50 años, según asociaciones ganaderas y campesinas.

Exigen apoyo en Tlaxcala

Organizaciones campesinas en Tlaxcala, integrantes del Congreso Agrario Permanente (CAP), exigieron al Gobierno del Estado se declare zona de desastre porque con las heladas de la semana pasada se perdieron 200 mil de las 240 mil hectáreas de cultivos en la Entidad, lo que representa una pérdida de 10 mil millones de pesos en cosechas; prevén carestía de granos, desabasto alimentario y calificaron la situación de los productores como “una tragedia”.

Ofrecieron al Gobierno del Estado su respaldo para gestionar recursos y lograr los apoyos, ya que los productores no tendrán recursos durante un año ni para autoconsumo.

Zacatecas también sufrió los estragos de la falta de lluvias en los primeros meses del año. La sequía, la erosión de los suelos, pero sobre todo los bajos rendimientos, desplomaron la producción de frijol, que ya iba de caída en los últimos cinco años. Este Estado aporta 47% de la producción nacional.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), tradicionalmente en México se producen más de 600 mil toneladas de frijol en la modalidad de temporal en el ciclo primavera-verano.

En este ciclo 2011 existe incertidumbre entre los productores zacatecanos, debido a que el periodo de lluvias registró un atraso de más de un mes y las precipitaciones que se presentaron han sido escasas. Se anticipa nuevamente una baja producción de frijol estimada de 174 mil toneladas obtenidas de 385 mil hectáreas sembradas, cuando el año pasado se sembró una cantidad similar y se obtuvo una producción de 221 mil toneladas.

Jesús Vallejo, subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, recientemente presentó ante el Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable un estudio que enfatiza que las pérdidas del productor cada año se agravan tanto por los siniestros como por los gastos de operación, porque se ha identificado que las siembras se realizan en zonas de bajo potencial.

También plantea como alternativa urgente una real reconversión productiva en las zonas identificadas como bajo y muy bajo potencial, pues mencionó que esta situación no sólo es privativa de Zacatecas, sino también de Durango y San Luis Potosí.

En estas tres entidades se señala que en el periodo de 1990 a 2003, anualmente se sembraban en temporal un promedio de 1.2 millones de hectáreas de frijol, equivalente casi 80% de la superficie sembrada de temporal a nivel nacional en el ciclo primavera-verano.

Sin embargo, de ese total el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias dice que unas 700 mil estaban ubicadas en zonas de bajo y muy bajo potencial productivo.

Por ello, el funcionario plantea que se debe ordenar la producción de granos básicos mediante la reconversión de zonas de bajo y muy bajo potencial productivo y de siniestralidad recurrente en frijol, enfocados a cultivos más aptos al ambiente agroecológico y con mayor rentabilidad como canola, avena, maíz y nopal forrajero.

Tamaulipas, doblemente afectado


El sector agrícola de Tamaulipas se ha visto afectado por las heladas de febrero y después por la intensa sequía, lo que provocó un menor rendimiento por hectárea en los diferentes cultivos. El secretario de Desarrollo Rural, Jorge Reyes Moreno, reveló que sólo en el ciclo otoño-invierno se registraron pérdidas de 300 mil toneladas de granos, entre sorgo y maíz.

Para el ciclo otoño-invierno esperaban obtener una producción de dos millones de toneladas de sorgo, sin embargo, sólo se logró producir un millón 750 mil toneladas, mientras que de maíz tanto blando como amarillo se esperaban cosechar casi 500 mil toneladas y se obtuvieron 450 mil toneladas.

El jefe del Programa de Fomento Agrícola de la Sagarpa, Arnulfo López Olivares, señaló que la falta de humedad durante el ciclo de siembra primavera-verano ha impedido la siembra de 180 mil hectáreas de sorgo y maíz, cuya superficie se ubica principalmente en la Zona Centro de la Entidad.

“Para este ciclo agrícola está programada la siembra de 280 mil hectáreas, de las que sólo se han sembrado 130 mil hectáreas, por lo que no se ha podido cubrir la totalidad de la superficie por falta de lluvias”, expresó.

El presidente de la Unión Regional de Citricultores, Luis Lauro Carrillo Soto, reveló que la producción de cítricos se desplomó 40% como consecuencia de la sequía, plagas y altas temperaturas. Además, se une la amenaza seria del dragón amarillo.

“Todo eso generará que se dejen de producir aproximadamente 200 mil toneladas de naranja, limón y toronja, durante la presente temporada”.

Pérdidas en Guanajuato

La ausencia de lluvias ha perjudicado las siembras de 500 mil hectáreas de temporal en Guanajuato. Hasta el 31 de agosto, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario registró 65 mil 950 hectáreas siniestradas en 13 de los 46 municipios.

La Confederación Nacional Campesina (CNC) estimó que 400 mil hectáreas se perderán por la sequía. Los siniestros se registran sobre todo en los municipios de Romita, Manuel Doblado, Salamanca, San Francisco del Rincón, Irapuato, Juventino Rosas, Villagrán, Valle de Santiago, Purísima, Pénjamo, Jerécuaro, Celaya y Silao.

La Secretaría de Desarrollo Agropecuario informó que en el actual ciclo se sembraron 300 mil hectáreas de maíz, 125 mil hectáreas de sorgo y 90 mil hectáreas de frijol. En ciclos agrícolas pasados la superficie aprovechada alcanzó las 800 mil hectáreas. A unos días de que termine el periodo de lluvias, los embalses del Estado reportan los niveles de almacenaje más bajos de su historia. El Palote está a 27%, la Solís, 66.5%; Laguna de Yuriria, 27%; Peñuelitas, 14.8%; Ignacio Allende, 26.7% y Purísima, 42.5 por ciento.

El secretario de Agricultura del Estado, José María Anaya, señaló que se proponen cultivos alternativos para aprovechar las tierras en septiembre y octubre como son el garbanzo y los forrajes, que se adaptan a poca disponibilidad de agua.

Déficit en Coahuila

La agricultura y ganadería de Coahuila no se han quedado atrás al resentir los daños por las heladas, nevadas y la sequía que han provocado que en muchos de los casos ya resulte incosteable explotar estas actividades como se hacía hace 15 años.

Por la falta de lluvias en la Comarca Lagunera, principalmente, se registra notoria mortandad de ganado; sólo en las comunidades de José Calvo y La Colonia se contabiliza el deceso de 12 mil reses, asegura José Ávila Lombera, secretario general del Comité Municipal Campesino de la CNC.

Las pequeñas presas están secas y en esas mismas condiciones se encuentran los pastizales con los que se alimentan los animales para sobrevivir. “Si no tienen agua las presas no la tiene nadie, y si no llueve no hay pasto para alimentar los animales”.

En La Laguna de Coahuila y Durango predomina la siembra de forrajes, especialmente alfalfa, que los cultivan productores agrícolas con financiamiento de pequeños propietarios que tienen hatos de vacas que se utilizan en la industria lechera.

Los agricultores de sorgo y maíz no adquieren las ganancias como quisieran, ya que les compran a 20 centavos el kilo cuando en el mercado se cotiza a 35. Ávila Lombera destacó que los campesinos de la Laguna se encuentran en la desesperación desde las reformas al Artículo 27 Constitucional que dejó sin sus derechos de agua y tierra a muchos campesinos, que las vendieron por necesidad.

Ahora, abundó, deambulan por las grandes ciudades en busca de empleo “de lo que sea”, y muchos de ellos son peones de las tierras que un día fueron suyas y que están en manos de los pequeños propietarios o grandes capitalistas del campo.

También la producción de algodón ha ido a la baja hasta 50% en comparación a hace 40 años cuando la Laguna era considerada un emporio algodonero cuando se sembraban como mínimo más de 45 mil hectáreas.

Recordó que hace 10 años había en La Laguna unos 30 mil campesinos que contaban con créditos del desaparecido Banco Rural, y ahora serán unos 30 los que explotan la tierra. Por esta situación los hombres del campo lagunero están sumidos en la desesperación que repercute en la educación de sus hijos, pues muchos de ellos han dejado las aulas.

Eso también lo sabe el campesino Víctor Barrón, a quien las dependencias de Agricultura le regalaron semilla de avena, que dice no servirle. Lamenta que los animales que tiene se hayan comido la poca pastura que había en su rancho: “Se comieron lo que no me van a dar”. Ayer no fue a la labor, no tiene muchas esperanzas de sacarle algo a la avena, sólo le importa que el personal de Sagarpa certifique que sí levantó una siembra en la parcela y que le paguen sus tres hectáreas de Procampo; con eso sobrevive.

Numeralia
Los datos

200
mil hectáreas perdidas en Tlaxcala.

65 mil 950 hectáreas siniestradas en Guanajuato.

50% cayó la producción de algodón en La Laguna.

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