Protestan con ''viacrucis'' ante Auditoría Superior del Estado

GUADALAJARA, JALISCO (04/ABR/2012).- Mateo, Lucas, Juan y Marcos jamás se habrían imaginado que casi dos mil años después de que ellos escribieron sus evangelios, una versión muy libre del Viacrucis se representaría en Guadalajara el miércoles al filo de las 11:00 horas.

Una que substituye a Jerusalén con el edificio de la Auditoría Superior del Estado (ASEJ). Una que cambia al criminal Barrabás por Alonso Godoy Pelayo, el auditor superior del Estado acusado de corrupción.

Una donde los burros y las carretas se transforman en automovilistas iracundos, que gritan "ratero" al pasar por el recinto, antes de enfilar por avenida Niño Héroes.

Una donde no se condenó a Jesús por cargos de herejía y coronarse como Rey de los Judíos; sino donde se cuestionó que Godoy Pelayo siga en el puesto a 394 días de haber sido acusado de corrupción.

Una donde en el papel de Poncio Pilatos fueron nombrados todos los diputados del Congreso Estado por "lavarse las manos".

Una donde el papel de Jesús le correspondió al pueblo de Jalisco, representado por organismos civiles, que consideran que diversas lagunas jurídicas y la complicidad impiden que se ejerza acción legal contra lo que consideran un atentado contra el Estado.

"Todo el edificio cerrado, y en día hábil. Con que poquitos ciudadanos se espantan", gritó Margarita Sierra, integrante del Congreso Ciudadano de Jalisco, una de las organizaciones que organizó el viacrucis de protesta. Y alguna razón tuvo para decirlo.

Mientras duró el acto, la Auditoria lució como una fortaleza más preparada para el asedio que para "revisar objetiva e imparcialmente la correcta aplicación de los recursos públicos", tal como señala su misión. Los autos estacionados sobre la acera hicieron, eso si, un viacrucis para los manifestantes, quienes se acomodaron como pudieron para desplegarse.

Media hora después de comenzado el acto, los manifestantes, entre los que se encontraba Augusto Valencia, ex titular de la Oficina del Combate a la Corrupción, se retiraron.

Habían dejado pegada sobre la puerta de la ASEJ cruces de papel con las palabras "Justicia", "Confianza", "Democracia", "Transparencia" y "Legalidad". No hubo ninguna respuesta del interior del edificio, nada más que el silencio. Mateo, Lucas, Juan y Marcos jamás lo hubieran imaginado en sus Evangelios.

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ