Nueva tecnología y mayor distribución

GUADALAJARA, JALISCO (04/DIC/2015).- Inversiones en nueva tecnología, equipo de reparto y capacitación permanente han sido clave para imprimir y distribuir diariamente 46 mil ejemplares de EL INFORMADOR, de los cuales 20 mil se entregan en igual número de domicilios de los suscriptores.

En marzo pasado se puso en marcha una nueva rotativa marca Goss Community, que permite imprimir hasta 30 mil ejemplares por hora. Son seis unidades con registro automático, que producen tiros a todo color de hasta 24 páginas en formato estándar o 48 páginas en formato tabloide.

“La nueva prensa es parte del esfuerzo de mejora continua de la calidad de impresión. La idea es que reproduzcamos lo mejor posible el ejemplar y eso, a la vez, sea del agrado de nuestros suscriptores y lectores”, expresa Luis Bodart, coordinador de producción del diario. Además de generar eficiencias en el consumo de energía, papel y tinta se han logrado ahorros de tiempo: “Hemos optimizado los tiempos de impresión, lo cual se traduce en ahorros de minutos para que el ejemplar llegue a tiempo a nuestros suscriptores”.

Esta nueva prensa incluye automatizaciones para las cuales fue necesaria una capacitación: “Por ejemplo, en las cámaras de registro automático y en las empalmadoras automáticas de bobinas de papel. También utilizamos densitómetros para la revisión de la cantidad de tinta que se utiliza en el impreso”.

La distribución ha sido otro reto por sortear: actualmente contamos con más de 80 rutas de reparto, para lo que se ha recurrido a la contratación de personal calificado y a la renovación de una flotilla de motocicletas.

“Para lograr el reto de incrementar las suscripciones hicimos muchos cambios en la logística (hacer rutas nuevas, rediseñar las que tienen mayor índice de suscriptores, modificar el proceso de recepción y armado del periódico), pero la base del éxito fue el compromiso de los repartidores”, asegura Noé Chávez, coordinador de circulación. “El personal administrativo de suscripciones ha logrado una atención oportuna a las peticiones de los clientes, lo que nos ayuda a mantener un servicio de calidad”.

Los tiempos cambian y las herramientas también. Atrás han quedado los viejos sistemas de impresión: el tipo movible, el linotipo o el llamado impresión “en caliente”, para dar paso paulatinamente a la modernidad hasta llegar a la tecnología de punta con la que hoy se elabora el periódico para satisfacer las exigencias de una comunidad de antiguos y nuevos lectores y anunciantes.

METRÓPOLI
Distribución de suscripciones por zonas

Centro	2,332
Minerva	3,728
Huentitán	690
Oblatos	243
Tecnológico	974
Tetlán	468
Industrial	1,04
Zapopan Norte	2,612
Zapopan Sur	3,01
Zapopan	3,769
Tlaquepaque	787
Tonalá	200
Tlajomulco	487
Total*	20,340

*Esta semana se comenzó con la suscripción número 20 mil, pero al corte de ayer ya se habían sumado otros 340 suscriptores.

LAS HISTORIAS DE LOS REPARTIDORES

Entrega 430 periódicos en poco más de una hora

Con una habilidad de equilibrista, Julio César Alvarado Jacobo cargó 430 ejemplares de EL INFORMADOR en su motocicleta y se abrió paso entre las decenas de motos de sus compañeros en la cochera del edificio de la Fundación Álvarez del Castillo, donde todas las madrugadas se reúnen los repartidores. A ese lugar llegan desde las tres de la mañana para acomodar sus entregas, de modo que desde las cuatro comienzan a salir a sus destinos.

La ruta de Julio César es en Providencia y Colinas de San Javier, una de las que más diarios concentran más porque hacen entregas en departamentos con decenas de suscriptores. Así, pese a la gran cantidad de diarios, los reparte todos en una hora y 20 minutos.

Lleva poco  más de cuatro años en el periódico, empleo del que se enteró por un compañero de su anterior trabajo (era repartidor de mensajería de tintas para impresoras). “Está buena esta chamba, se presta para tener otra labor en el transcurso del día”.

Entre los recuerdos más gratos de Julio César está la amabilidad de algunos clientes que recuerdan a las personas que llevan sus periódicos sobre todo en época decembrina: “Hay unos que te dan despensitas, una cobija, una ayuda…”.

También se ha topado con clientes molestos, sobre todo cuando piensa que no va a llover y de pronto se nubla justo cuando se encuentra en las entregas: “Hay veces que te pasa, que ya dejaste 20 o 30 (ejemplares) y se suelta la lluvia… y pues el quejerío con los suscriptores”.

En estos pocos años a César le consta que ha aumentado considerablemente su trabajo, donde él y sus compañeros deben repartir periódicos a 20 mil suscriptores: “Te dicen: ‘Éste es tu pedazo de ruta’, y conforme vaya subiendo de suscripciones va creciendo tu cantidad de periódicos a entregar”.

Al principio repartían en bicicleta

Alejandro Baldovinos Rentería lleva 40 años como repartidor de esta casa editorial, en el cual han ocurrido muchos cambios. Recuerda que, al inicio, a sus 16 años y con la necesidad de algún ingreso, le ayudaba a su tío en las bodegas: “Ya con el tiempo me conocieron aquí y me dieron un reparto. Repartíamos en bicicleta antes, a mí me tocaba de Américas hasta La Minerva… La Paz, Juárez… y no me acuerdo de la otra”.

Tras dos años en bici logró hacerse de una Carabela 60 y después se le ayudó a financiar motos más grandes.

Don Alejandro reconoce que antes no se esforzaban tanto, sobre todo hasta antes de 1992: “Eran menos suscripciones y no había tanta ruta, tan extensa. En aquel tiempo éramos como unos 18 a 21 repartidores y abarcábamos de la (Calle) 34 hasta el Estadio (Jalisco) y hasta Las Águilas. No pasábamos del Periférico”. Después de ese año las rutas salieron del Periférico.

Las rutas de reparto eran de 840 periódicos; sin embargo, al extenderse en territorio se tuvo que contratar más gente y reducir la cantidad de diarios por persona para entregar más temprano: ahora las rutas son de 100 a 450 ejemplares que se reparten entre una hora y media a poco más de dos horas.

Durante sus años ha tenido tres accidentes, pero sabe que son gajes de un oficio que disfruta: “Aquí nunca pasa que no hay dinero, que nunca se nos paga. Aquí trabajamos domingos, días de fiesta y diario hay dinero”.

Después de su jornada se regresa para San Isidro Mazatepec. Allí renta una parcela que trabaja: “Me sobra tiempo de aquí, me voy y empleo tiempo allá. Nací en un pueblo y antes hacía eso, mi abuelo me enseñó a trabajar la tierra. Sé de caña, de maíz, de muchas cosas”.

Gusto por un trabajo que no es tan fácil

Desde las tres de la mañana, Eduardo Portillo Jáuregui empalmaba con destreza los ejemplares que le tocaban para acomodar las distintas secciones en un solo bonche que debe embolsar si ve riesgo de lluvia. Lleva siete años de repartidor, su segunda actividad, ya que por las tardes labora en una panadería.

Fue un compañero el que lo recomendó, por lo que se animó a laborar en esta casa editorial: “Es un poco difícil y peligroso, pero agarrándole tiempo y maña se te hace práctico y fácil. Más o menos llena tus expectativas porque ahorita trabajar en la calle está canijo”.

Tiene una ruta de 260 periódicos que llega a repartir en una hora 40 minutos, pero gracias a que su recorrido es compacto (de Tepeyac hasta Lázaro Cárdenas y Niño Obrero), porque hay algunas zonas que son extensas y que les llegan a demandar a otros compañeros de entre tres y cuatro horas. Incluso, hay una ruta aislada en el Sur de la mancha urbana: Villa Fontana. Estos destinos son los que deben tomar los novatos que, conforme avanzan en antigüedad, se integran a zonas dentro del Periférico.

Gusta mucho de su labor, aunque la rutina y la prisa en ocasiones han provocado que cometa errores, por ejemplo, entregar diarios a personas que no renovaron suscripción y quedarse sin ejemplares para completar el recorrido: “Se te va y tienes que comprar los que te faltan”.

HISTORIAS DE LECTORES

La suscriptora 20 mil
Natalia Ochoa Treviño, gerente de la cafetería Vainilla Chocolate

Las personas que llegaban en las mañanas a la cafetería Vainilla Chocolate, ubicada en Montevideo 2369, casi esquina con Américas, le pedían a Natalia Ochoa Medina, gerente de este establecimiento, un periódico para acompañar su café o su desayuno. Por un tiempo un mesero que compraba el diario lo donaba y, de esa forma, la información llegaba a otros lectores.

Ante la insistencia de los clientes, en su mayoría hombres que se sentaban a una mesa sin compañía, esta psicóloga que estudió repostería en su tiempo libre decidió suscribirse. Y es la suscriptora 20 mil de esta casa editorial.

En la terraza del café, Natalia cuenta que antes de hacerlo realizó una encuesta que duró 15 días para escuchar las preferencias de los visitantes. El resultado: EL INFORMADOR fue el preferido.

Tras nueve años de vivir en la ciudad, esta mujer que creció en Morelia, cambió la idea que tenía de los periódicos. Pensaba que estaban hechos para gente mayor, pero en su negocio se sorprendió de que las personas entre 28 y 35 años de edad fueran las que mostraran mayor interés por informarse de los acontecimientos en la metrópoli.

Natalia dice que ingresó en la página de Internet del periódico y también se sorprendió por la variedad de los contenidos y por la accesibilidad que tuvo el proceso de suscripción, en el que una trabajadora le afirmó por teléfono que al siguiente día llegaría el diario a la puerta de su negocio. Así fue.

Un aspecto que llamó su atención fue la tarjeta Círculo Informador, que otorga beneficios para los suscriptores. Ella está interesada en pertenecer a esta comunidad para ofrecer promociones a los lectores de este periódico.

Hábito y placer

El joven Daniel Sayavedra Téllez tiene poco tiempo como suscriptor. Desde hace tres meses le llega el periódico directo hasta la puerta de su hogar. La lectura que realiza el estudiante de la Universidad Panamericana se centra en sus gustos. En particular, la sección que más frecuenta es la de Revista, pues allí se publican las noticias relativas al séptimo arte.

Al tener el gusto por el cine, recurre a la mencionada sección para revisar la agenda, en donde también se da cuenta de otras actividades de entretenimiento en la Zona Metropolitana de Guadalajara, como el teatro y la música en vivo.

Además de estar bien informado sobre los temas de su interés, el periódico le aporta diversos suplementos con contenidos especiales. De éstos subraya que “me gusta mucho el de Sociales… Gente Bien”. Igualmente, es de su agrado el formato tanto de los suplementos como del diseño del diario en general.

De acuerdo con sus gustos, su actividad en línea se centra en las cuentas de las redes sociales de Gente Bien y de Círculo Informador. Gracias a su suscripción, Daniel goza de los beneficios que tiene al utilizar la tarjeta de Círculo Informador en varios establecimientos. Con ésta, el portador es acreedor de descuentos.

Por su experiencia y todas las cosas positivas que vienen al ser lector de EL INFORMADOR, Daniel recomienda la suscripción.

"Es un periódico muy completo".

Confianza y gusto

Dorian y Jennifer llevan cerca de medio año como suscriptores. Dorian Mastin, de origen francés, tiene seis años viviendo en México: “Conocí EL INFORMADOR como una bandera de información aquí en la ciudad, como un medio de referencia desde hace casi 100 años”. Jennifer añade: “Lo conozco desde hace muchos años. Lo compraba por las noticias y por el Aviso de Ocasión... Últimamente vi los beneficios de la tarjeta de Círculo Informador y por eso me interesó tener la suscripción”.

La joven pareja comparte el gusto por la lectura en su rutina matutina: “En la mañana mi niña (de cuatro años) se despierta, ella es quien recoge el periódico. Busca los juegos, los crucigramas, que aunque todavía no los entiende, le gustan mucho”, comenta la madre. Su hija también centra su atención en las historietas.

El formato del periódico facilita que cada uno tome la sección que le interesa: él busca más la Sección de Panorama Internacional y Panorama Tecnológico; ella lee Panorama Nacional, además de los suplementos que acompañan la publicación.

La familia disfruta el valor agregado de la edición impresa: “Me gusta leer las noticias más en papel que en Internet. Siento que están más ordenadas”, indica Jennifer. Dorian agrega: “La información está más tratada, todo lo que está en Internet es más espontáneo: no hay análisis. En el periódico, sí”.

Para las noticias en tiempo real, sí recurren a las redes sociales del periódico. Jennifer: “Yo estoy en Whatsapp para que me lleguen noticias de EL INFORMADOR. Es el medio en el que más confío. A veces llegan noticias de otros servicios al celular, pero son más amarillistas”. Ambos son seguidores de las redes sociales de EL INFORMADOR en Facebook y Twitter.

"Yo recomiendo mucho que se suscriban: además de comprar el periódico reciben algo extra con Círculo Informador".

Suma 50 años

Ricardo Mata Baeza es suscriptor desde hace ocho años, pero lector desde hace 50. Sentado en un sillón de su casa, sosteniendo entre sus manos la edición del día, cuenta que su padre le inculcó el gusto por leer este periódico porque él opinaba que era el más serio e interesante.

Maestro jubilado, ingeniero topógrafo, egresado de la carrera de medicina y con una maestría en ciencias de la educación, Mata Baeza ha visto los cambios que ha tenido este periódico, como la separación de las secciones de espectáculos y deportes, “que hace más legible los contenidos”, y el reforzamiento de la calidad de sus articulistas, que hacen que la sección principal, en la que están las opiniones y análisis de Diego Petersen, Jorge Fernández Menéndez y Carlos Loret de Mola, sea su favorita.

Considera que durante cinco décadas el diario ha mantenido su forma seria de abordar los temas de actualidad. Un ejemplo reciente es la cobertura por la concesión de un amparo por parte de la Suprema Corte a cuatro ciudadanos que podrán cultivar la mariguana para autoconsumo, decisión que abrirá un debate sobre la mejor regulación para inhibir el consumo de drogas. Comenta que esa información permitió que los lectores construyeran sus propias opiniones.

Añade que el periódico llega puntual a su casa, a las seis de la mañana, aunque empieza a leerlo a las cuatro o cinco de la tarde, cuando termina de realizar sus actividades diarias.

"La información publicada en EL INFORMADOR sobre el tema de la mariguana permite que los lectores formamos nuestras propias opiniones".

Un fiel lector

Los gritos de un grupo de manifestantes se meten por la ventana de la oficina de Pedro Kumamoto y él se asoma para ver qué está sucediendo afuera del Congreso de Jalisco.

Las inconformes se acercan a la ventana abierta y, al verlo, lo saludan, lo felicitan, le echan porras. Kumamoto los atiende con amabilidad. Un trabajador interrumpe la entrevista y le recomienda cerrar la ventana, pero contesta que no, que la deje como está: así podrá escuchar las palabras de los ciudadanos.

Al diputado independiente le importa lo que ocurre a su alrededor y, con base en esa premisa, se volvió suscriptor de EL INFORMADOR cuando era estudiante en el ITESO.

Desde su perspectiva, es uno de los diarios más respetables en Jalisco, pues le ha apostado al periodismo equilibrado y a la inteligencia de sus lectores.

Su día favorito de lectura son los domingos. Le gustan los artículos de Antonio Ortuño, Juan Palomar y Enrique Toussaint. El resto de la semana disfruta los escritos de Diego Petersen, Salvador Camarena y Raymundo Riva Palacio.

“Me parece que han hecho un trabajo importante sobre temas de opinión. En la escuela me enseñaron que en un mundo donde todo el tiempo se genera información, los periódicos están pensados para generar mayor información y poderse analizar, y creo que ese periodismo de información y análisis es muy importante y lo hace muy bien EL INFORMADOR”.

" EL INFORMADOR demuestra que se puede consolidar una visión de periodismo local basada en la excelencia".

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