“No trabajo para ser gobernador”: Carlos Briseño Torres

El rector de la UdeG asegura que existe amistad con Raúl Padilla, aunque la relación se ha enfriado por el asunto de los trasplantes en el Hospital Civil, y aunque llueven señalamientos de posibles candidaturas, se concentra en la agenda académica

En medio del enfrentamiento más álgido entre el rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Carlos Briseño Torres, desde que asumió el cargo, y el líder moral de la casa de estudios, Raúl Padilla López; el primero se defiende de las acusaciones que se han sembrado sobre su persona.
“No construyo una candidatura, ni trabajo para ser gobernador de Jalisco”, afirma.

Sin autocríticas sobre su actuar como el primero al mando de la segunda institución educativa más importante en el país, y sus continuas intervenciones en temas de la agenda pública al margen de sus funciones como universitario, Briseño Torres aún tiene la tarea de buscar consensos y negociar con el aparato político, con el que se disputa el control de la máxima casa de estudios en Jalisco.

— ¿Cómo le preocupa la situación interna de la Universidad de Guadalajara?

— Me ocupa, porque llama la atención que diferentes actores de la comunidad universitaria expresen puntos de vista distintos sobre diferentes temas de la agenda universitaria y, en particular, las críticas infundadas aunque las respeto, que algunos han hecho sobre el trabajo del rector general en esta administración. He tratado y creo que lo he logrado, de hacer un trabajo muy responsable como institución con una agenda académica muy clara, que se ha reflejado en políticas institucionales muy claras, muy bien definidas, que están dando sus frutos.

— ¿Quién encabeza estos actores y cuál es el afán de las fricciones con el rector general?
— Las fricciones tienen su origen en la voluntad del rector general de actuar con la ley en la mano, dentro de la legalidad total; los varios momentos en los que he tenido reacciones encontradas de algunos sectores, particularmente de Raúl Padilla, Trino Padilla, y Tonatiuh Bravo, han sido producto de que ahora discutimos más intensamente las políticas institucionales en los diferentes momentos.

Ellos son actores a los que yo respeto mucho y aprecio; a unos más que a otros. Raúl Padilla es mi amigo, es un hombre al que aprecio, respeto por su talento, entrega, pero hemos tenido diferencias de criterio en torno a la conducción de los asuntos de la universidad.

— ¿Se han comunicado para tratar estos asuntos?

— En 16 meses que llevo de rector hemos tenido mucho diálogo en donde ha habido acuerdos y desacuerdos en diferentes circunstancias y momentos. Raúl Padilla goza del respeto de muchos universitarios, juega un rol importante en temas importantes para la institución. En el ámbito cultural tiene una visión y un proyecto que va caminando y yo he apoyado; en otros temas me ha dado sus puntos de vista, hemos coincidido en algunos.

Particularmente las últimas semanas, y lo que desató esta circunstancia de desencuentros fue el tema de los hospitales civiles, el tema del programa de trasplantes, en el cual yo me encontré ante una denuncia muy concreta del doctor Rodolfo Morán, presidente estatal del Consejo de Trasplantes. Raúl y algunos más a su alrededor, interpretaron esto erróneamente como que yo estaba señalando y acusando, y que esto era un golpe contra los amigos médicos que dirigen los Hospitales Civiles, y que en ello el rector estaba prejuzgando, lo cual no es cierto porque yo no juzgo en el tema de las irregularidades denunciadas.

— Pero no hubo grandes modificaciones en el sistema de trasplantes del Hospital Civil, ¿no debió ser más cauteloso?

— No; porque no conozco las conclusiones de la investigación, yo no adelanto juicios, jamás señalé personas, algunos se sintieron aludidos, lo lamento, pero jamás hice un señalamiento de nadie. No adelanté juicios, pero sí fui muy claro en que yo tendría que pedir una investigación a fondo, ¿y por qué yo?, porque el responsable ante la ley de la designación de los directores de los hospitales es el rector general.

— ¿Qué pasa con sus afanes a la gubernatura del Estado?

— Algunos de mis críticos han encontrado como único argumento para cuestionarme el que supuestamente estoy aprovechando el cargo de rector general para construir la candidatura de Carlos Briseño al Gobierno del Estado. No han dicho que yo haya malversado recursos, incumplido la ley, agredido físicamente a un profesor. Es decir: no hay señalamientos de irregularidades, porque mis críticos saben que tengo una trayectoria limpia. No he matado a nadie, no he robado a nadie, no he violado a nadie. Pero encontraron un aparente motivo de señalamiento de golpeteo hacia el rector, diciendo que aspiro a una candidatura y que la construyo desde la rectoría.

A mis críticos les quiero dejar bien en claro, a la comunidad jalisciense, y universitaria: Carlos Briseño Torres, el rector general de la UdeG, no está construyendo, no pretende construir, y no quiere construir ninguna candidatura desde la UdeG. No estoy trabajando para ser gobernador. No estoy construyendo una candidatura, eso es absolutamente falso, no me interesa construir ninguna candidatura.

Tendría derecho en el hipotético caso de que fuera, por que mis derechos políticos están a salvo, y no voy a evadirlos, no voy a renunciar a ellos, pero no construyo la candidatura al Gobierno del Estado de Jalisco.

— Hoy por hoy, no le interesa ser gobernador del Estado.

— No me interesa, no construyo, y no trabajo por ser gobernador del Estado. El rector está concentrado absolutamente y de manera integral en la agenda universitaria.
Mis críticos se han equivocado de blanco, ese no es el blanco.
Jamás he dicho que renuncio a mis derechos políticos, que en el futuro ejerceré si se dan las circunstancias, pero no estoy trabajando y no me interesa trabajar por la candidatura al Gobierno del Estado.

— Las circunstancias no solamente se dan; también se buscan.

No las estoy buscando, no buscaré construir mi candidatura al gobierno del Estado de Jalisco, lo quiero dejar muy claro. No estoy en ese asunto. Estoy concentrado en la agenda universitaria.
Por su puesto que mi activismo académico seguirá y hasta será más intenso.

¿A qué se debe lo que podrá ser una suspicacia de la opinión pública en general en torno a que quiere ser gobernador?

— Nos encontramos ante un fenómeno en el que quienes están en un cargo público, más que trabajar en el desempeño eficaz de su encargo, se dedican a construir candidaturas. En todos los niveles. En Jalisco, las precandidaturas de muchos actores para la gubernatura ya caminan, y quien diga que no están caminando es porque no observan la realidad política. Jamás se había visto, desde la universidad, un activismo tan fuerte de un rector en la guerra universitaria.
Suponen que el rector general debiera opinar sólo de los temas estrictamente académicos, cuando a lo largo de su historia, esta universidad y sus actores siempre han opinado sobre diferentes temas.

— En su Primer Informe de Actividades, pareció privilegiar al escaparate político más que al ámbito académico.

— Eso dicen algunos de mis críticos, no es cierto. Tan no es cierto, que los miembros de la comunidad universitaria, estuvieron todos allí, los miembros del Consejo General Universitario, estuvieron todos allí.

— Y de militancia priista
— Y perredista y panista. Hubo legisladores locales y federales del PRI, PAN, Convergencia, y del Verde Ecologista. Hubo dirigentes religiosos, no sólo Juan Sandoval, estuvieron otros.

— Pensando en cuidar las formas, ¿no fue un error invitar a tanta gente del ámbito político?

— No, porque siempre se les ha invitado, otra cosa es que en el pasado no venían. Pero Raúl Padilla, Víctor González Romero y Trino Padilla invitaban a diputados y senadores, personajes del ámbito nacional que no venían; ese es otro asunto; pero entonces mi pecado es tener capacidad de convocatoria.

— Queda una gran tarea pendiente en el ámbito académico, ¿cómo va a afrontar las fricciones internas?

— Con mucha prudencia, mucho tacto, mucho diálogo y mucha firmeza. Soy el rector general de la UdeG, mi obligación fundamental es con la comunidad universitaria. Con toda la comunidad con la que tengo comunicación permanente y lo saben mis críticos. Ningún rector en el pasado había tenido tanta comunicación con la comunidad universitaria de manera tan directa.

Seguiré manteniendo un gran diálogo con la comunidad y con mis críticos también. Creo que no hay nada, nada absolutamente de la vida universitaria que no se pueda discutir, analizar, dialogar respetuosa y civilizadamente y busquemos acuerdos por el bien de la institución. El único tema que no está a discusión es el cumplimiento estricto de la ley. Lo hice en el tema de los hospitales.

La dignidad de la Rectoría de la UdeG estriba en actuar dentro de la ley. Cualquier situación irregular que el rector tenga del conocimiento será puesta a disposición de las autoridades, y se actuará conforme a la ley.

— ¿Hubo en error en torno al manejo mediático del desvío de fondos?

— Yo no identifico el error, porque si el asunto que ya estaba puesto del conocimiento de la autoridad competente desde el mes de mayo, si los asuntos surgen a la luz pública y luego solicitan la opinión universitaria, el vicerrector hizo lo correcto, aclarar de qué se trataba.

— El vicerrector habló recientemente del liderazgo moral que tiene Raúl Padilla dentro de la UdeG, ¿va a negociar con ese liderazgo moral, o lo va a cuadrar en torno a lo que debería ser la figura del rector general?

— Todos los liderazgos que existen en la universidad, que son muchos, entre ellos el de Raúl Padilla, y el del rector general, y algunos otros, debemos ajustarnos al marco de nuestra normatividad. Debemos actuar conforme a la normatividad universitaria. Nadie puede estar por encima de la ley, yo no estaré ni pretendo estar por encima de la ley. Cada quien debemos desempeñar el rol que le corresponde.
El rector general debe tener además de credenciales académicas y oficio administrativo, oficio político. Para saber entender la complejidad de la institución, su realidad e interactuar con los diferentes actores que ejercen liderazgo, pero siempre buscando que esos liderazgos interactúen en torno la ley y a la norma, y lo que yo he dejado muy en claro es que el tema de la transparencia y la rendición de cuentas eran rutas, caminos que no tienen retorno. Se ha malinterpretado, algunos han malinterpretado mi política de transparencia como una velada amenaza, dirigida a alguien o algunos. Y no es cierto. La política de transparencia y rendición de cuentas no tiene destinatario individual ni de grupo. Nada de lo que en la Rectoría General y en la UdeG en general se realiza es clasificado.

— Pero qué pasa con las empresas universitarias, se habla de grandes lagunas financieras y del nombre de Raúl Padilla.

— Todas las instancias universitarias tenemos la obligación de transparentar completamente su funcionamiento. Todo, todo en la universidad debe ser transparentado.

— Por lo pronto continuará su activismo académico, como usted lo llama.
— Incluso lo voy a incrementar más, pero sí les digo a mis críticos que no se preocupen por el tema de la gubernatura del Estado. Me concentraré en la actividad universitaria más aún de lo que lo he hecho hasta ahora, y creo que eso me va a permitir, una vez cumplido el encargo como rector general de la UdeG, a los 54 años de edad, si Dios me presta vida, seguir trabajando. En dónde, ya veremos, falta muchísimo para eso; falta mucho tiempo para eso. De una cosa si puedo estar seguro, estaré trabajando, no me pienso retirar.

— ¿Esa frase de que en la política, el que pega el primer golpe, pega dos, qué opinión le merece?
— No sé mucho de política; no podría opinar de eso. En la academia, el que descubre primero, descubre dos veces, el que desarrolla conocimientos primero, desarrolla dos veces, en política no sé cómo opere eso.