Miles de fieles veneran a la Virgen de Santa Anita

GUADALAJARA, JALISCO (31/ENE/2011).- La tradición fervorosa, pero sobre todo colorida, que desde hace 57 años nació para venerar a la Virgen de Santa Anita, abogada de los enfermos, sigue reuniendo a miles de fieles, quienes acuden a visitarla un domingo antes del 2 de febrero.

Ayer, antes de las 10:00 horas, más de 30 contingentes de distintas partes de la República Mexicana estaban listos para efectuar la tradicional Romería de los Hijos Ausentes, que duró más de tres horas.

A pesar del intenso calor y sin importar los más de dos kilómetros que se tienen que caminar para llegar al santuario de la Virgen, cientos de católicos acompañaron a la pequeña imagen de 45 centímetros durante su andar.

En el carruaje la Virgen fue acompañada por una de las personas que iniciaron esta procesión hace ya varios años, Toñita Moya, una mujer de 98 años que, a pesar de estar enferma, no perdió la oportunidad de acompañar a la abogada de los enfermos.

Ramón Corona, la calle principal que dirige hasta el santuario, se convirtió en un “río de gente”.

Niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad participaron en esta romería, cada uno le puso un estilo peculiar.

Los que caminaban, al mismo tiempo iban echando porras, entonaban diversas canciones religiosas; los danzantes, como los grupos “Abogada de los Enfermos de Santa Anita” y el conjunto “Tlaloc de las Pintas el 13”, alabaron con baile y ofrendas a la Virgen de rostro chapeteado.

Sin embargo, quienes pusieron un toque especial fueron los Tlahauliles de Sahuayo, Michoacán, acompañados por dos bandas que animaron a los fieles.

Jonathan Alejandro Sapien Gallegos, de seis años, y Jesús Emanuel Torres Onofre, de cinco, fueron parte del grupo de los Tlahualiles. Para ellos era su primera vez en participar en esta romería, y a pesar de lo pesado de la máscara (siete kilos), no dejaron de bailar y dar vueltas; ambos concluyeron hasta el santuario.

Durante la fiesta religiosa, el pueblo de Santa Anita se convirtió en una gran familia. En distintos puntos familias de manera voluntaria ofrecían a los asistentes agua de sabor.

Uno de ellos es Don Pedro Escobar Rodríguez, quien acompañado de toda su familia desde hace 28 años se dedica a regalar vasos de agua durante este día.

La fiesta, que seguirá hasta el 2 de febrero, concluyó ayer con una misa en la cual, además de dar gracias por los favores recibidos de la Virgen, también se pidió por la salud de la nación, que vive momentos difíciles por la inseguridad.

PARA SABER

La Virgen de Santa Anita, conocida como la abogada de los enfermos, es una pequeña imagen europea que fue traída por un franciscano; tiene una dimensión de 45 centímetros y desde 1782 se le empieza a venerar como la Candelaria el 2 de febrero, pero fue traída en 1540.