Ilegal, préstamo de Sindicato a UdeG y Congreso: académico

GUADALAJARA, JALISCO (23/DIC/2010).- Al permitir que mil 350 trabajadores pudieran obtener un préstamo de su fondo de retiro por 200 mil pesos cada uno para posteriormente prestar ese dinero a la Universidad de Guadalajara (UdeG) y al Congreso del Estado, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Académicos de la casa de estudios (STAUdeG), Roberto López González, violó el reglamento del gremio. Así lo considera el investigador de la UdeG, Bernardo Jaén Jiménez:

“Si uno como profesor, uno como académico, va al Sindicato a pedir un préstamo de su fondo de retiro, resulta que solamente le prestan cantidades ínfimas que van desde 10 mil 20 mil pesos cuando mucho, que lo van descontando quincena por quincena. Pero jamás, por supuesto, uno conseguiría un préstamo de 200 mil pesos”.

“Yo creo que Roberto López tiene que explicar sobre qué bases legales se hizo ese procedimiento, porque insisto, si un profesor va jamás le prestarían ese dinero, entonces obviamente aquí se estuvo violando alguna parte del reglamento. Creo que en enero tiene que explicar muchas cosas”.

En días pasados, la Asamblea del STAUdeG aprobó prestar a la Universidad de Guadalajara 200 millones de pesos (MDP) y otros 70 MDP al Poder Legislativo provenientes del Fideicomiso del Fondo de Retiro de los trabajadores académicos, para que ambas instituciones pudieran hacer frente al pago de salarios y aguinaldos de sus empleados.

Por su parte el líder del STAUdeG, Roberto López González, descartó que al otorgarse los préstamos a los académicos que a su vez prestaron el dinero a la UdeG y al Congreso a través del Sindicato, se hubiese cometido alguna ilegalidad o violado el reglamento del Sindicato.

“No violamos ningún reglamento porque a final de cuentas la Asamblea es el máximo órgano de gobierno, el reglamento está sancionado por la Asamblea. No violamos ningún reglamento ni las condiciones de los convenios del fideicomiso porque se dio todo tomando en cuenta nuestro máximo órgano de gobierno que es quien dirige”.

“Ese fue un caso especial que la Asamblea así lo determina, para que fuese el mecanismo mediante el cual de manera solidaria lo aportaran al Sindicato y el Sindicato a la vez pudiera prestárselo a la Universidad de Guadalajara”.

El sindicalista aseguró que de igual forma cualquier préstamo solicitado por un académico que rebase su capacidad de crédito, tendría que contar con el visto bueno de la Asamblea para que este se realice y tendría que ser cubierto con el salario del trabajador. Pero en este caso López González aclaró que será la UdeG y el Congreso quienes pagarán el empréstito en cuestión ya que no son los trabajadores quienes dispondrán de los 200 mil pesos.

Bernardo Jaén Jiménez también lamentó que antes de que se autorizara el préstamo de su Fideicomiso, la dirigencia del STAUdeG no consultara la medida directamente a los académicos mediante las delegaciones sindicales, y recordó que la delegación de Economía y Sociedad del CUCEA, fue la única que convocó a los profesores para informales y solicitarles su firma para autorizar el empréstito.

“Y resulta que así lo hicieron, pero resulta que ese dinero no era para ellos sino para la Universidad y para el Congreso del Estado, es decir el absurdo de los absurdos: Tenesmos en este caso que el Sindicato le presta al patrón. Y resulta que también el Sindicato le presta a otro organismo público como es el Congreso del Estado. Entonces estamos viviendo el mundo al revés”, ironizó el universitario.

Al respecto López González dijo que por la “premura” de la situación es probables que no se haya consultado directamente a los 12 mil 500 afiliados del STAUdeG, pero notó que es función de los delegados sindicales a quienes se les otorga la representatividad tomar este tipo de decisiones, tal y como se le otorga la responsabilidad de negociar el contrato colectivo de trabajo como parte de sus funciones.

Sobre las declaraciones del diputado perredista y profesor de la UdeG, Raúl Vargas López, quien justificó el movimiento asegurado que bastaría con que un soló académico de los que pidieron el préstamo cambiara de opinión para que éste fuese ilegal, Jaén Jiménez comenta:

“Obviamente creo que eso no va a suceder por que las firmas las consiguieron, principalmente, de todos aquellos directos, todos aquellos profesores que tienen algún cargo administrativo y que son muchísimos, es decir, desde coordinadores de carrera, jefes de departamento, jefes de división, secretarías administrativas, cientos y cientos de académicos que tienen cargos administrativos, y por supuesto que ahí consiguieron rápidamente las mil 300 y tantas firmas que se requerían”.

EL INFORMADOR / RAFAEL ZAPATA