Martes, 28 de Octubre 2025
Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah

Estorbo humano

El mobiliario urbano es una necesidad y un gran negocio

Por: EL INFORMADOR

El mobiliario urbano es una necesidad y un gran negocio. La mayoría de las ciudades del mundo lo tiene concesionado a una empresa que lo explota publicitariamente. Guadalajara no es la excepción.

En algún momento se tomó la decisión de licitar los parabuses. Así se hizo: la empresa Eumex ganó la licitación y gracias a ello Guadalajara tiene hoy en la paradas de autobús unos kioscos muy decentes con publicidad que no afecta el paisaje urbano. Hasta aquí la historia iba muy bien pero, como siempre sucede, luego se torció.

Después de los parabuses se le dio a Eumex la concesión para poner teléfonos públicos.

Pusieron unos muros enormes y estorbosos con una pequeña caseta telefónica que, sorpresa, no tiene teléfono, pero eso sí, tiene publicidad por ambas caras. Es decir, la contraprestación de un servicio público a cambio de explotar publicitariamente el mueble no se da y en no pocos casos, son un verdadero estorbo.

Ya encarrerado el ratón y atontado (o coludido) el gato, le siguieron dando en la torre a la ciudad. No contentos con los teléfonos sin teléfono inventaron los “recoge pilas”. Para poner un cajoncito de 20 x 20 centímetros en medio de la nada (yo no sé de nadie que salga a la calle con sus pilas en las manos buscando urgentemente un lugar para depositarlas) ponen un marco de un metro por metro y medio.

Luego invadieron la avenida Federalismo con mapas de la línea uno, pero las ubicaciones y los espacios están pensados para que se vean desde el coche, no para que los vea el usuario del tren.

Finalmente, decidieron que para mantener informados a los habitantes de esta noble y leal ciudad, había que poner unos enormes muebles publicitarios que nos dijeran la hora y la temperatura.

En una ciudad que tiene sólo dos estaciones (la de calor y la de ferrocarril) pocas cosas hay tan inútiles como tener información sobre la calor.

Pero el peor de todos los abusos fue que mientras en el Distrito Federal corrían a Eumex a patadas por incumplimiento de contrato, acá, durante los pocos meses del interinato de Ernesto Espinosa Guarro en la alcaldía de Guadalajara se le amplió a Eumex, sin evaluación  alguna, la vigencia de la concesión por 15 años más a pesar de que no estaba ni siquiera terminado el primer contrato.

Dicho en otras palabras, ante la posibilidad de que llegara el PRI a la alcaldía o un Gobierno que les exigiera en serio y revisara la contraprestación que deben dar a la ciudad, se amarraron por cinco trienios a cambio sabrá Dios de qué, porque lo único seguro es que no fue a cambio de nada para la ciudad.

El Gobierno de Aristóteles trae ahora sí a Eumex en el puño. Ojalá que los meta en cintura, es decir que les quite todos los muebles inútiles y les obligue a poner los que sí se requieren, por ejemplo parabuses en el Oriente de la ciudad.

Temas

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones