Elección interna divide a panistas

- La mira en 2012 polariza a Acción Nacional

GUADALAJARA, JALISCO (16/MAY/2011).- El triunfo de Hernán Cortés Berumen en la elección de un centenar de consejeros el pasado 8 de mayo, evidencia la fractura que ha venido fermentándose al interior del Partido Acción Nacional (PAN) en Jalisco, principalmente por el descontento de los nuevos liderazgos contra los ex gobernadores Francisco Ramírez Acuña y Alberto Cárdenas Jiménez, además del actual mandatario, Emilio González Márquez.

El descontento de las bases albiazules por la forma en que los líderes tomaban decisiones y bloqueaban su crecimiento, lo supieron leer dos personajes que anteriormente eran operadores políticos vinculados con el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña: Hernán Cortés Berumen, actual presidente del partido en Jalisco y ex alcalde de Tlaquepaque, así como Eduardo Rosales Castellanos, quien dirigió los destinos del partido en la última elección intermedia de 2009.

Actualmente, la fuerza de los ex gobernadores Alberto Cárdenas y Francisco Ramírez Acuña se ha visto mermada, especialmente la de este último, porque los cuadros que él formó durante varios años han ido abandonado la nave paquista. En el caso de Emilio González Márquez, sigue teniendo posiciones importantes que nacen de su investidura como gobernador en turno, aunque al interior del partido no ha logrado tener un peso importante como para desafiar a la corriente encabezada por la dupla Cortés-Rosales.

Aún después de la elección de consejeros del domingo 8 de mayo, no existe claridad de quién será el candidato que irá por la gubernatura en 2012. En la disputa están Hernán Cortés Berumen, quien representa los intereses del nuevo Grupo Guadalajara; Abraham González Uyeda, cercano a Ramírez Acuña, y, por parte del grupo del gobernador, Fernando Guzmán y Alonso Ulloa ambicionan llegar a Casa Jalisco.

En lo que todos coinciden es que, a pesar de la ruptura aparente, las distintas corrientes tendrán que sentarse a negociar, pues quieren evitar que desde el Comité Ejecutivo Nacional sea impuesto un candidato que la militancia panista local no apruebe a través de un proceso de selección interno.