El cerebro es capaz de adaptarse al entorno, dicen investigadores

GUADALAJARA, JALISCO (04/FEB/2014).- Dice el dicho que los niños son como "esponjas", porque todo absorben, tanto bueno como malo, de aprendizajes y experiencias en las primeras etapas de la vida, con la capacidad para adaptarse a su entorno.
 
Dicho de manera científica, esta capacidad del ser humano tiene que ver con la plasticidad de su cerebro, la cual va reduciendo con el paso de los años, aunque no desaparece.
 
Entonces, los seres vivos poseen la capacidad de adaptar su sistema nervioso a su medio externo o interno por medio de aprendizajes.
 
Investigadores de la división de Neurociencias del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del IMSS Jalisco, realizan estudios en torno a la evolución de la plasticidad cerebral humana, a partir de fenómenos como la separación materna.
 
El titular de la división, Ignacio González Burgos, señaló que cuando los pequeños son separados de la madre, quien tiene que salir de casa para trabajar, la alternativa es la guardería o los abuelos, lo que provoca estrés en los pequeños.
 
Esto produce que el niño crezca con cierto estrés que puede hacerse crónico, y terminar con una depresión en la adultez.
 
El investigador destaca la importancia de los programas de estimulación temprana que ayudan a disminuir el estrés del niño  en las primeras etapas de la vida, provocada por la separación materna,  con el fin de que su plasticidad cerebral opere para compensar, al menos parcialmente, las alteraciones psiconeurales derivadas de este evento y contribuya al desarrollo sano del cerebro.
 
"Tenemos que entender que el cerebro está en desarrollo, y que todas nuestras capacidades en desarrollo tienden a hacer ajustes, y es lo que conocemos como plasticidad cerebral; entonces, conforme el cerebro va madurando, el niño va siendo capaz de más cosas".
 
Según González Burgos, se debe tender a una mejor atmósfera en el niño, pero no con angustia o soledad.
 
EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR