Debe revisarse el nexo entre Migración y contrabando: CCIJ

GUADALAJARA, JALISCO (04/SEP/2011).- En respuesta a la permanencia e incremento del contrabando y la piratería como fenómenos delictivos, en nuestro país debe  revisarse a fondo la relación de estos delitos con las acciones de los extranjeros radicados en el país, como de hecho ocurre en diferentes naciones, señaló el excoordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), Arturo Márquez González.

El empresario del gremio del calzado afirmó que el hecho de que las conductas del contrabando y la piratería sigan como problemas muy severos para varias ramas industriales, debe ser motivo de que autoridades migratorias y de otros ámbitos de gobierno analicen con profundidad los nexos que tuvieran estos ilícitos con los residentes en territorio nacional que sean originarios de países desde donde vienen las mercancías ilegalmente introducidas al mercado doméstico.

Al respecto, puso el ejemplo de Brasil, cuyo gobierno federal en el pasado determinó la salida del país de 357 extranjeros, en su  mayoría asiáticos, cuyas actividades económicas fueron consideras como ilegales y riesgosas para la economía brasileña, por lo que la autoridad competente ordenó la deportación, a pesar de las protestas que se tuvieron por parte de algunas embajadas.

El entrevistado hizo notar que ahora que se ha puesto bajo tela de juicio, el papel del Instituto Nacional de Migración a propósito de los centroamericanos afectados por el crimen organizado, se revise también lo que hace esta dependencia con los extranjeros que realizan actividades económicas que pudieran estar en contra del marco legal.
 
Revisar el esquema aduanero del país.
 
Márquez González también señaló que Brasil es modelo de un esquema aduanero eficiente para responder al papel del país como economía líder en el ámbito latinoamericano y de los países emergentes en general, lo que contrasta con las carencias que se tienen en las aduanas mexicanas.

En su experiencia personal, destacó que la operación aduanera en el puerto brasileño de Santos, es todo un ejemplo de eficiencia, en comparación con lo que ocurre en las aduanas de nuestros principales puertos, como Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Veracruz.

Márquez González puntualizó que en el contrabando confluyen una serie de factores, desde la ineficiencia de las instituciones oficiales involucradas, hasta la falta de aplicación de la legislación existente, ya sea del marco migratorio o del orden penal, dado que lo que existe en la materia no se aplica.

En este punto, dijo que en el sector empresarial y en el mismo entorno de la opinión pública, no se tiene conocimiento de las sanciones que se hayan aplicado a quienes hayan sido sorprendidos en delitos de contrabando y piratería.

Añadió que en la medida que se combate el contrabando, se protege el empleo y la inversión legalmente establecida en territorio nacional.

EL INFORMADOR/ Salvador y Maldonado