Critican proyecto para prohibir bolsas de plástico en Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2010).- La Asociación de Industriales de Bolsas de Plástico (Inboplast) hizo un llamado al Ayuntamiento de Guadalajara para que reconsidere su propuesta de prohibición del uso de este producto en los establecimientos comerciales, no sólo por los impactos económicos que traería, sino porque encuentra endeble su sustento científico.

En entrevista desde la Ciudad de México, Juan Antonio Hernández León, presidente de Inboplast, asegura que el planteamiento de la Sindicatura tapatía para vedar estas bolsas en tiendas de autoservicios, mercados y tianguis (EL INFORMADOR 24 de mayo de 2010), no ataca lo que, a su consideración, representa el problema de fondo: la falta de mecanismos y cultura del reciclaje en la ciudad.

La principal problemática que la iniciativa pretende evitar es el proceso de degradación de las bolsas del cual se presume que puede tardar de 300 a 400 años en los rellenos sanitarios o basureros. Esto, claro, si no se le reaprovecha antes en un proceso de reciclaje o de quemado en calderas dentro de plantas termoeléctricas:

“Si impulsamos la industria del reciclaje, aparte de no degradar el plástico, podemos acumularlo para posteriormente darle un uso calorífico y obtener electricidad; generaría muchísimas fuentes de trabajo. Por otra parte, si a los productores nos dan materiales a reciclar, bajaríamos el precio de la bolsa, lo que beneficiaría a los estratos sociales bajos”, anota el industrial.

La reforma reglamentaria en estudio brinda como alternativas a los comercios la utilización de “bolsas de papel, biodegradables o reciclables”. Para Inboplast, no obstante, las ventajas ambientales del papel no están del todo demostradas científicamente y por lo tanto, son cuestionables (ver recuadro); los aditivos biodegradables, en cambio, no ofrecen aún la calidad debida y, con respecto al concepto de “bolsas reciclables”, debe integrar sin titubeos al plástico.

Los aditivos biodegradables actuales permiten la degradación del plástico pulverizando el material. Estas partículas, sin embargo, no ven modificadas sus propiedades originales. Por lo tanto, si se calcula que Guadalajara pueda estar consumiendo alrededor de 10 mil toneladas de bolsas cada mes, podría ser “riesgosa” la presencia de ese plástico pulverizado en el ambiente.

“Si es de papel, tela o plástico (la bolsa a autorizar), o a lo mejor un producto nuevo que no se ha inventando, si no vamos a tener la cultura del reciclaje o de ordenar nuestra basura, entonces no importa lo que tengamos, porque lo vamos a echar a perder. El problema de la bolsa, creemos, es su eficiencia en sí”.

A los industriales, pues, les parece incompatible un planteamiento de solución basado en la prohibición de las bolsas de plástico, en la principal ciudad de un Estado que tiene en vigencia un programa de recolección selectiva de residuos urbanos.

Hernández León hizo expresa la disposición de Inboplast para trabajar junto a la autoridad municipal, analizar la problemática e incluso, participar en la elaboración de una estrategia que vuelva factible incrementar las acciones de reciclaje de las bolsas de plástico en la ciudad.

Impacto jalisciense

La prohibición de bolsas de plástico que comenzó en el Distrito Federal ha impactado en 30% las ventas de los alrededor de 900 integrantes de Inboplast, con una afectación similar en la pérdida de empleos, considerando que estimaban, hasta antes de la medida, contar con 150 mil personas ocupadas.

Si la capacidad total de producción de los industriales llega a las 390 mil toneladas de bolsas en todo el país cada año, Inboplast estima que el 60 ó 70% de ella esté instalada en los Estados de Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes y Michoacán.

En Jalisco, sólo en el municipio de Arandas, se estima una producción de 10 a 12 mil toneladas mensuales de bolsas de plástico, con alrededor de tres mil empleos directos y unos seis o siete mil indirectos. También hay industrias en Tepatitlán, Lagos de Moreno, San Juan de los Lagos y Encarnación de Díaz. En general, señala Hernández, la pérdida de empleos en Los Altos de Jalisco podría haber llegado ya a los mil casos.

Contaminación de plástico y papel

En la revista de divulgación científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) “¿Cómo ves?” (www.comoves.unam.mx), se puede consultar el artículo “¿Papel o plástico?”, de Benjamín Ruiz Loyola, profesor de la Facultad de Química, y quien realizó un comparativo del que se extraen los siguientes puntos.

•     Plástico
- La fabricación de plástico requiere 40% menos energía que la de papel, “por lo que es menos contaminante. Producir plástico es aproximadamente igual de contaminante para la atmósfera, pero la contaminación de agua y suelo es mayor en la producción de papel”.
- Su producción requiere extraer petróleo, consumo de combustibles fósiles (uso de maquinaria) y alteración de ecosistemas (perforación de pozos y traslado de petróleo).
- Reciclar plástico consume mucho menos agua que reciclar papel. El plástico se puede reciclar más de 20 veces.
- En el país, el 5% del plástico se recicla, contra un 21% del papel.
- “Que el impacto ambiental del plástico sea alto, y muchas veces astronómico en nuestro país, se debe a que reciclamos poco”.
- “Hay plásticos en los lugares más insólitos, desde el fondo de los mares hasta el estómago de peces que no pudieron digerirlos. Sin embargo, eso no es culpa del plástico, sino de quienes no depositamos la basura en su lugar. El papel llega a los mismos lugares, pero se deshace más rápidamente”.
- No se puede afirmar que los plásticos tardan entre 400 y mil años en degradarse “porque los polímeros sintéticos se fabrican desde hace apenas un siglo, más o menos”.

•     Papel

- Fabricar papel causa deforestación, contaminación por combustibles fósiles (uso de maquinaria) y gasto de agua.
- El papel se puede reciclar en promedio ocho veces, para lo cual requiere consumir agua limpia, productos químicos y energía.
- “La contaminación asociada a la manufactura de papel es muy importante, ya que se usa mucha agua que se contamina, dependiendo de los productos químicos que se hayan empleado”. Esta agua puede contaminar a su vez mares, ríos y lagos.

•     Biodegradables

- Las bolsas llamadas degradables, biodegradables u oxodegradables tardan alrededor de un año en deshacerse… dejan fragmentos de polímeros que no son apreciables a simple vista. “Las cadenas poliméricas resultantes tardan bastante más en degradarse completamente”.

Estimaciones de Inboplast
•    Inboplast asegura que una fábrica de papel en promedio en el país, consume alrededor de 10 mil litros de agua por minuto.
•    Para transportar un millón de bolsas de plástico se requiere un tráiler, mientras que para un millón de bolsas de papel se requieren siete, por el espacio que ocupa el producto.
•    En la Ciudad de México se usan entre 15 y 20 millones de bolsas diarias; en Guadalajara la cifra podría acercarse a ocho millones.
•    Se estima que un hogar en el Distrito Federal reutiliza 30 bolsas de plástico por semana.
•    Una tonelada representa 180 mil bolsas de plástico.