Internacional | Dudas por todos lados S-11, la historia no oficial A ocho años de la tragedia en la que murieron alrededor de tres mil personas, versiones aseguran que todo fue planeado con el pretexto de invadir Iraq Por: EL INFORMADOR 11 de septiembre de 2009 - 03:19 hs ESTADOS UNIDOS.- No son poco los que afirman que los atentados del 11 de septiembre de 2001 (S-11) contra el World Trade Center, en Nueva York, fueron planeados por el Gobierno de George W. Bush con el pretexto de invadir Iraq para apoderarse de uno de sus recursos más preciados: el petróleo. Quizá la persona más célebre y la que con más esmero se dio a la tarea de desenmascarar esta hipótesis fue el cineasta y documentalista de Michigan, Michael Moore. En su documental Fahrenheit 9/11, critica fuertemente la política de invasión de George W. Bush y revela la profunda relación de la familia Bush con la familia real saudí y la de Osama Bin Laden, a los que conocen desde 1976. El documental revela que Salem, hermano mayor de Osama, compró 5% de las acciones de la empresa Arbusto Energy, una compañía petrolera fundada por la familia Bush, a través del intermediario James R. Bath. Pero las relaciones no sólo se dieron antes del S-11. El mismo Moore desvela que el Grupo Carlyle que invierte en rubros de regulación gubernamental tuvo grandes ganancias. Bush padre e hijo trabajaban para Carlyle, entre cuyos inversionistas se encontraban los Bin Laden. Tras el S-11, Estados Unidos comenzó a gastar en Defensa, beneficiando a empresas como, Unite Defense, y a su vez, al Grupo Carlyle, de los accionistas saudíes. El documental expone la falta de capacidad de reacción del presidente, quien al ser informado de que el país estaba siendo atacado sólo atinó a quedarse sentado en una aula de Florida intentando leer un libro que sostenía al revés. Además, revela que poco después de los atentados ocurridos en las Torres Gemelas de Manhattan, la cúpula del Gobierno autorizó aviones que recogieran a los Bin Laden y otros saudíes y los sacaran del país, según una publicación del diario “The New York Times”, en septiembre de 2003. La Casa Blanca autorizó que por lo menos seis jets privados y 24 aviones comerciales sacaran de Estados Unidos a los saudíes, después del 13 de septiembre. En total salieron 142, incluyendo a los Bin Laden. En el programa de Larry King Live de la cadena CNN, el príncipe Bandar, embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, dijo: “Había 24 miembros de la familia de Bin Laden. Aquí, en Estados Unidos. Su alteza consideró injusto que esos inocentes fueran perjudicados. Comprendíamos que los ánimos estaban caldeados. Entonces los sacamos con ayuda del (Buró Federal de Investigación) FBI”. Las dudas sobre las versiones oficiales toman vigencia a casi ocho años en una situación que llevó diferentes voces del Partido Republicano a acusar a un funcionario del Barack Obama por dudar de la explicación del Gobierno sobre el S-11. La semana pasada el “Zar verde” de Obama, Van Jones, renunció ante la presión republicana que lo acusaba de haber firmado hace cinco años un documento de una organización no gubernamental que vinculaba directamente a altos funcionarios de George W. Bush con el S-11. Jones era el asesor en temas de medio ambiente más calificado que tenía la Casa Blanca y decidió dimitir en plena discusión de una reforma en la materia para evitar más cuestionamientos hacia el presidente. Aunque aclaro que no pensaba que los atentados fuesen planeados, los republicanos lo siguieron tachando. Ellos dieron la orden Moore no es el único que duda del ataque terrorista, el abogado de la mayoría de las familias de las víctimas de la tragedia, Stanley Hilton, cree que todo fue armado. En octubre de 2004 y durante una entrevista radiofónica con el periodista Alex Jones, dijo: “Bush y sus títeres: (Condoleezza) Rice, (Dick) Cheney, (Robert) Mueller y (Donald) Rumsfeld y demás, como (George) Tenet, estuvieron todos implicados no sólo en ayudar e instigar y permitir que ocurra el S-11, sino de hecho en la orden misma de que ocurriera”. Agregó: “Bush ordenó personalmente que eso ocurriera. Tenemos algunos documentos muy incriminatorios así como testigos de que Bush personalmente ordenó que ocurriera este hecho para conseguir una ventaja política, para perseguir una agenda política a favor de los conservadores y sus ilusos pensamientos sobre el Medio Oriente”. Incluso fue más allá y dijo que los secuestradores de los aviones fueron agentes americanos encubiertos. “Eran dobles agentes, pagados por el FBI y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para espiar a los grupos árabes en este país”. Dos años después de esa entrevista, una encuesta realizada por el prestigioso instituto Zogby International, reveló que 44% de los estadounidenses pensaba que George W. Bush utilizó los atentados para desencadenar la guerra contra Iraq y 42% dijo no creer en la versión oficial del S-11. Dudas por todos lados Pero no sólo en Estados Unidos creen en esa posibilidad, los políticos europeos Michael Meacher y Andreas Von Bülow también dudan sobre la versión oficial. En un documental disponible en You Tube con el nombre “La verdad sobre las Torres Gemelas de New York”, ambos exponen: “La verdad es que una conspiración es a veces la solución” dice Mearcher, ministro de Medio Ambiente en la gestión del otrora primer ministro Tony Blair. “Yo sólo puedo decir que la historia oficial es tan inadecuada y tan exagerada que debe haber algo detrás”, agrega Von Bülow, un ex ministro de la República Federal Alemana y experto en servicio secreto. El también autor del libro “En nombre del Estado. La CIA, el BND y las maquinaciones criminales de los servicios secretos”, dice que ese día su esposa estaba en la cocina y gritó: Algo terrible ha ocurrido. Sin embargo, dice que su primera reacción fue preguntarse quién se beneficiaba por algo así. “Al principio yo sólo seguí los acontecimientos, me sentí identificado con las víctimas y me pregunté sobre las consecuencias, con mi experiencia en el servicio secreto me pregunté qué estaba pasando exactamente y si había algo más que ellos no estaban diciendo”. Incluso Von Bülow dice que se debe recordar lo que ocurrió antes de esa fecha. “Antes del 11 de septiembre, la administración de Estados Unidos recibió información de que un ataque estaba por venir. Hubo 11 países, entre ellos el Reino Unido, que dieron su inteligencia a las autoridades de Estados Unidos, sumado a esto, en agosto de 2001, un mes antes de los atentados, se les entregó una lista con 200 sospechosos islamitas, con cuatro posibles identidades de quienes intentaban secuestrar los aviones y ninguno de ellos fue arrestado”. Mearcher por su parte lamenta las omisiones que altos funcionarios de la CIA y el FBI hicieron a un reporte de Inteligencia francés que decía que hombres árabes estuvieron siendo entrenados en escuelas de aviación y de tiro. “El reporte estaba en la sucursal del FBI en Phoenix y sus empleados insistieron en investigar dichas escuelas, pero el aviso fue desatendido por altos mandos”. (Sergio Cázares) Entresacados: Tras el S-11, el Gobierno de EU comenzó a gastar en Defensa, beneficiando a empresas como United Defense y, a su vez, al Grupo Carlyle, de accionistas saudíes y para el que trabajaban los ex presidentes Bush El 6 de agosto de 2001, el Gobierno estadounidense recibió el Informe de Seguridad “Bin Laden, decidido a atacar dentro de Estados Unidos”, que decía que planeaba atacar Estados Unidos secuestrando aviones Temas Norte América Estados Unidos 11 de Septiembre Lee También Organismo internacional prevé tensión comercial a nivel global en 2026 Raymond toca tierra como ciclón post-tropical Chivas y América empatan en partido amistoso 'Chicharito' marca su primer gol al América en partido amistoso Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones