Viernes, 26 de Julio 2024
Internacional | Primer ministro acepta no haber logrado el objetivo

Pakistán fracasa lucha contra el Talibán

Las tropas se retiran de Waziristán del Sur, pero combatirán a los rebeldes en otra zona de la frontera con Afganistán

Por: AP

ISLAMABAD, PAKISTÁN.- El primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, anunció que la ofensiva militar Rah-e-Nijat “Camino de la Liberación” contra los talibanes en Waziristán del Sur ha terminado, pero informó que ahora podría perseguir a los insurgentes en otra zona de la frontera con Afganistán.

“El Gobierno está considerando llevar la batalla a la región tribal de Orakzai, lo que parece indicar que no asestó el golpe mortal que se proponía al Talibán en Pakistán”.
Su declaración también ilustra la naturaleza intratable del desafío que enfrenta esta nación poseedora de armas nucleares: aunque los soldados ocupen un bastión de los milicianos, éstos pueden reagruparse en otro sector de los distritos tribales.

“La operación en Waziristán del Sur ha terminado. Ahora se habla de Orakzai”, dijo el primer ministro en declaraciones televisadas desde la ciudad de Lahore.
Orakzai ha sido durante bastante tiempo la base principal del líder talibán paquistaní, Hakimullah Mehsud.

Se cree que muchos insurgentes en Waziristán del Sur han viajado a Orakzai e incluso el Ejército paquistaní lanzó recientemente ataques aéreos contra campamentos de la zona.

Más tarde, el ministro del Interior, Rehman Malik, indicó que continuarán las “operaciones puntuales” en Waziristán del Sur y aseguró que el Gobierno perseguirá a los milicianos dondequiera que desafíen a las autoridades.

La operación en Waziristán del Sur, que limita con Afganistán, fue la mayor realizada por el Ejército en años y contó con la participación de 30 mil soldados.

Estados Unidos presiona desde hace tiempo a Pakistán para que recupere control de la frontera, que se ha convertido en refugio para los milicianos, presión que presumiblemente se intensificará ahora que Washington despachará 30 mil soldados más a Afganistán para combatir al Talibán del otro lado de la frontera.

Para disgusto de Washington, Islamabad se ha concentrado en grupos como el Talibán paquistaní, que amenaza a sus ciudadanos, en vez de los milicianos que han atacado a las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán.

Sin embargo, la secretaria de Estado estadounidense,  Hillary Clinton, afirmó que Washington apoya firmemente a Pakistán, que se encuentra en “una encrucijada decisiva”. Sin embargo también lamentó que la colaboración entre ambos países esté debilitada por la falta de confianza de los paquistaníes.

Dimensión de la operación

El Ejército paquistaní lanzó una ofensiva contra el Talibán en Waziristán del Sur a mediados de octubre, diciendo que estaba decidido a liquidar a su enemigo interno número uno en su bastión más peligroso.

Para ello mandó a unos 30 mil soldados para enfrentar a 10 mil milicianos, muchos de ellos combatientes extranjeros, pero la operación enfrentó una ola de ataques como represalia.

Los combates contra la insurgencia en Waziristán del Sur se han desplazado en los últimos días a la demarcación tribal de Orakzai, en la que se han refugiado extremistas que huían de la ofensiva militar.

Unos 40 mil civiles se vieron forzados a abandonar sus hogares en Orakzai debido a las hostilidades, según datos de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

Al Qaeda dice condenar atentados en Islamabad


Los “mujaidines condenaron y continúan condenando” los atentados en Pakistán, afirmó Adam Gadahn, un norteamericano miembro de Al Qaeda en un video citado por el centro norteamericano de vigilancia de sitios islamistas IntelCenter.

“Esos actos criminales provocan a menudo una gran cantidad de víctimas,  particularmente entre las mujeres y los niños, y los enemigos del islam y de los musulmanes los atribuyen invariablemente a los mujaidines” de Al Qaeda, dice Gadahn.

“Los mujaidines condenaron y continúan condenando tales ataques que matan y  hieren indiscriminadamente musulmanes inocentes en sus mezquitas, calles, escuelas y casas”.

Agregó que los atentados en Pakistán forman parte de “una campaña internacional cínica y premeditada”, destinada a “sembrar cizaña entre los mujaidines y los  musulmanes que los han apoyado durante más de ocho años su victoriosa yihad  (Guerra Santa) contra los cruzados y su aliados”.

Desde hace poco más de dos años, Pakistán sufre una ola de atentados que ha causado la muerte de dos mil 700 personas. Los atentados son atribuidos por las autoridades al Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), grupo cercano a Al Qaeda.

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