Miles de campesinos se manifiestan en Asunción, Paraguay

ASUNCIÓN, PARAGUAY (26/MAR/2015).- Miles de labriegos del interior de Paraguay, apoyados por simpatizantes de sus reivindicaciones, recorrieron las calles de Asunción exigiendo la dimisión del presidente paraguayo, Horacio Cartes, y la inmediata aplicación de una reforma agraria.

La Gran Marcha del Campesinado Pobre, nombre de la protesta, moviliza desde hace 22 años a labriegos paraguayos hasta la capital del país con objeto de recordar al Gobierno y a la clase política las urgentes necesidades y el olvido que sufre el sector.

''Horacio, fuera del Palacio'' (en alusión al Palacio del Gobierno) y ''Cartes Fuera'' fueron algunos de los eslóganes coreados por los manifestantes, que desfilaron bajo la molesta lluvia que desde tempranas horas de la mañana caía sobre Asunción.

''He participado en las 22 marchas y no me cansaré de pedir una reforma agraria justa'', dijo Pablo López, de 57 años, uno de los participantes.

Convocados por la Federación Nacional Campesina (FNC), la mayor organización de labriegos de la nación guaraní, la marcha transcurrió por las principales arterias de Asunción hasta dirigirse a las proximidades del Congreso, en el centro, donde finalizará la jornada con un acto político.

Los campesinos presentes en la marcha comenzaron a llegar a Asunción la víspera, desde diferentes comunidades de los departamentos de San Pedro, Concepción, Canindeyú, Caaguazú, Paraguarí, Itapúa, Misiones, Guairá y Caazapá, todos ellos en la región oriental de Paraguay.

Una vez en la capital se concentraron en las instalaciones del Ex Seminario Metropolitano, desde donde partió la marcha, en la que también tomó parte el partido campesino Paraguay Pyahurá (''Paraguay nuevo'', en lengua guaraní).

En esta 22 edición el acto también contó con el apoyo del denominado Congreso Democrático del Pueblo, un conglomerado de organizaciones sociales constituido a primeros de marzo para articular de forma conjunta las movilizaciones ciudadanas.

Como cada año, los campesinos denuncian la inexistencia de una reforma agraria y el empeoramiento de sus condiciones de vida, debido a la merma de ingresos económicos por la caída de los precios de los productos agrícolas y por la intervención de intermediarios.