Gordon Brown admite errores pero descarta renunciar

MANCHESTER, Gran Bretaña.- El primer ministro británico, Gordon Brown, reconoció este domingo haber cometido "errores" durante su primer año en el poder, pero descartó renunciar, en el segundo día del congreso del Partido Laborista en Manchester.

En una entrevista en directo con la BBC, Brown reconoció haber cometido "errores" desde su llegada al poder, en junio del 2007, y prometió hacer esfuerzos para revertir la caída de los laboristas en los sondeos, pero afirmó que sería "irresponsable" tirar la toalla en momentos de crisis. "Quiero mejorar, claro que siempre quiero mejorar", afirmó Brown, en momentos en que es más impopular que nunca, desde que sustituyó a Tony Blair al frente del gobierno, en junio del 2007.

Insistiendo que tiene la "sabiduría" y "la experiencia" para gobernar el país en medio de la crisis, aseguró en la entrevista que va a demostrar a los electores que él es el "más apto" para llevar el timón en medio de la tempestad económica.

Tras una semana de terremotos financieros, que empezaron en la madrugada del lunes pasado con la quiebra del banco Lehman Brothers, Brown arremetió contra los excesos de la City londinense, calificando de "irresponsables" las cuantiosas primas que se reparten entre los que asumen riesgos "excesivos", lo que juzgó "inaceptable".

Pero señaló que la raíz de los problemas está en Estados Unidos. Esta crisis "ha venido de Estados Unidos", declaró el jefe de Gobierno, que anunció que cuando termine el congreso del laborismo, viajará a ese país. "Viajaré a Estados Unidos el miércoles", para discutir con responsables de instituciones financieras y líderes políticos la necesidad urgente de crear mecanismos de supervisión global del sistema financiero.

Recibido como héroe el año pasado en su primer congreso laborista como primer ministro, Brown se enfrenta en esta conferencia, ante la que tomará la palabra el martes, a la batalla política de su vida. La lucha por su supervivencia política es dificultada no sólo por las turbulencias financieras, y la recesión que se anuncia en Gran Bretaña, sino también por el movimiento rebelde en el seno de su formación, que le reprocha que los laboristas estén ahora 20 puntos por detrás de los conservadores, según los recientes sondeos.

Doce diputados laboristas han reclamado un cambio de liderazgo del partido, y cuatro responsables laboristas debieron abandonar este mes sus cargos en el gobierno por haberse pronunciado contra el primer ministro. Y, según un sondeo Mori, el 54% de los militantes quieren que renuncie, y un 45% estima necesario que se produzca un cambio de liderazgo antes de las elecciones, que deben tener lugar a más tardar a mediados del 2010.