Evo Morales ''refunda'' Bolivia

LA PAZ, BOLIVIA.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció la “refundación” de su país con la sustitución de un Estado colonial por otro de carácter “plurinacional”, en el que “se garantiza la igualdad de todos y todas” y el respeto a la propiedad privada.

Morales es investido hoy para un segundo mandato de cinco años con un poder casi  ilimitado para crear un nuevo Estado socialista e indigenista en reemplazo de “un Estado colonial que se va”, según dijo.

Morales, de 50 años, asumirá en una ceremonia en la nueva Asamblea Legislativa —que sustituye al antiguo Congreso nacional—, frente a una oposición debilitada que vio impotente los cambios que logró imponer en su primera gestión.

El mandatario —que en su primer periodo nacionalizó los hidrocarburos y las  telecomunicaciones— anunció que avanzará hacia la “refundación de Bolivia”, despidiendo “un Estado colonial que se va”, según dijo en una ceremonia ritual en la que fue ungido guía espiritual de los pueblos indígenas.

Para impulsar los cambios, Morales —que ganó las elecciones en diciembre con un respaldo de 64%— dispone de una abrumadora mayoría en la nueva Asamblea Legislativa, lo que le permitirá no sólo imponer medidas de transformación sino elegir a discreción las autoridades en los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral.

Para dar una imagen de la magnitud del cambio, Morales entregará al Congreso la tradicional banda presidencial con los colores amarillo, rojo y verde de la bandera boliviana y recibirá otra en la cual se incluye la bandera multicolor indígena (whipala).

Además, el Gobierno decretó que el 22 de enero sea “día de la Fundación del Estado Plurinacional” en paralelo con el 6 de agosto, en que se conmemora la fundación de Bolivia, en 1825, mientras en el Congreso los retratos de los libertadores de Bolivia, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, fueron relegados por los de los héroes indígenas Túpac Katari y Bartolina Sisa.

Ancianos indígenas ofrecieron ofrendas marcadas por fuego a la madre Tierra Pachamama, en una colorida ceremonia de renovación de la investidura de Morales como líder espiritual de los pueblos originarios de Bolivia.

“Jallalla Tata Evo” (Viva el Padre Evo) proclamó un amauta o jefe regional aimara ante decenas de miles de indígenas e invitados especiales en las ruinas de la ciudad pre incaica de Tiwanaku, en el altiplano andino, a unos 70 kilómetros de La Paz.


Viento a favor

Cómo llega a la asunción

El mandatario Evo Morales llega a un segundo mandato con una gestión salpicada por denuncias de corrupción, ineficiencia y prebendas que, sin embargo, no afectaron su popularidad.

La oposición del Gobierno de Evo Morales fue virtualmente borrada del mapa político. Analistas afirman que sin enemigos al frente, el mandatario aimara no podrá culpar a sus adversarios y tendrá que mostrar gestión.

Los opositores le atribuyen afanes autoritarios y le acusan de buscar la destrucción de la oposición política, aunque desde la campaña electoral el mandatario mostró un discurso más conciliador y menos confrontacional.

Evo anticipó que impulsará la industrialización de las materias primas (gas y litio) y la aplicación de la nueva Constitución que otorga más poder a los indígenas. Anunció las nacionalizaciones de generadoras eléctricas y de los ferrocarriles.

Pastor, indígena y presidente

Evo Morales

Juan Evo Morales Ayma, Evo, como le gusta ser llamado en toda ocasión, nació el 26 de octubre de 1959 en una apartada comunidad aimara a orillas del lago Poopó, en el departamento altiplánico de Oruro, donde repartió su tiempo infantil entre la escuela, el fútbol y el pastoreo de llamas.

Como muchos indígenas pobres del frío occidente boliviano, Morales acompañó a su padre agricultor en uno de sus viajes como peón de cañaverales y, ya joven, emigró a Oruro donde se ganó la vida como panadero, ladrillero y trompetista de una banda folklórica. No terminó la escuela secundaria.

En la década de 1980 se asentó en la región cocalera tropical de Chapare, junto con millares de campesinos y ex trabajadores mineros forzados a dejar el altiplano por un ciclo de sequías y despidos masivos.

Morales sacudió una y otra vez a la política boliviana. En 2002 se postuló a la presidencia, logrando un sorpresivo segundo puesto.

En 2005, Morales llegó a ser el candidato presidencial más votado en la historia reciente.