Corte IDH condena a Guatemala por masacres indígenas

SAN JOSÉ, GUATEMALA (19/OCT/2012).- La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró al Estado de Guatemala responsable por la desaparición forzada de 17  miembros de la comunidad indígena de Río Negro y otras violaciones perpetradas  por el ejército y patrullas paramilitares en los años 1980, informó este  viernes el tribunal con sede en San José.

El caso fue planteado ante la Corte en 2010 por la Comisión Interamericana  de Derechos Humanos (CIDH) en relación con la ejecución extrajudicial de 299  personas en cinco masacres cometidas por el ejército entre 1980 y 1982 en Río  Negro y otras comunidades vecinas.

Sin embargo, los magistrados admitieron un alegato de los representantes de  Guatemala de que las masacres ocurrieron con anterioridad al reconocimiento de  competencia de la Corte por parte del Estado guatemalteco, en 1987, por lo que  no entraron a conocer las masacres en sí.

En cambio, la Corte se consideró competente para conocer hechos  posteriores, derivados de tales masacres, como las desapariciones fozadas, el  desplazamiento forzado de comunidades indígenas, la desprotección de niños y  niñas y la falta de investigación imparcial y efectiva de las violaciones  ocurridas durante y después de las matanzas, entre otros.

Además de la desaparición forzada de 17 personas, la Corte declaró  resposable al Estado guatemalteco por las consecuencias de las violaciones  sufridas por una mujer, así como por el secuestro de 17 personas -16 de ellos  niños y niñas- de la comunidad de Río Negro, que posteriormente fueron  obligados a trabajar en casas de integrantes de las parlamilitares Patrullas de  Autodefensa Civil.

La Corte estimó también que el Estado no ha asumido "la investigación,  persecución, captura, enjuiciamiento y eventual sanción de todos los  responsables, incluyendo autores materiales e intelectuales".

Entre las reparaciones dispuestas por daños materiales e inmateriales, la  Corte ordenó al Estado pagar 30 mil dólares a los familiares de cada uno de los  17 desaparecidos; 15 mil dólares a los sobrevivientes de las masacres, cuyo  número no precisa la información, y 10 mil dólares a los sobrevivientes que  fueron víctimas de esclavitud y servidumbre.