Considera Papa a crisis una oportunidad para acabar con la pobreza

CIUDAD DE VATICANO.- El Papa Benedicto XVI aseguró hoy que la crisis económico mundial debe ser considerada como una oportunidad para resanar los mecanismos financieros y para acabar con todas las formas de pobreza.  

"La crisis económica es motivo de inquietud y de sufrimiento para muchos pero, al mismo tiempo, es una oportunidad para resanar los mecanismos financieros", afirmó, al recibir en audiencia al nuevo embajador de Francia en El Vaticano, Stanislas Lefebvre de Laboulaye.  

En la reunión en el Palacio Apostólico de Roma y en la que Lefebvre le presentó sus cartas credenciales, Benedicto XVI dijo que la crisis en una oportunidad parar hacer avanzar el funcionamiento de la economía hacia un rol cada vez más importante del hombre  

"Y para reducir las formas antiguas y nuevas de pobreza", destacó.  

El líder máximo de la Iglesia Católica estableció que, como ha ocurrido en el mundo, el gobierno francés debe hacer frente a la crisis económica y auguro que las medidas programadas para atender el problema tengan 'particularmente' en cuenta la cohesión social.  

Además de asegurar la protección de las poblaciones más frágiles y, sobre todo, dar de nuevo al mayor número de personas la capacidad de convertirse en actores de una economía 'verdaderamente creadora de servicio y de riqueza real'.  

En su mensaje, pronunciado en francés, el Papa propuso a las religiones como un antídoto contra la violencia, el terrorismo y la guerra además de contribuir a la promoción de la justicia y de la paz porque promueven un compromiso en contra de esos males.  

Expresó también su preocupación las "numerosas crisis" que marcan la escena internacional en la actualidad, las situaciones de conflicto y las violaciones de las garantías individuales de las personas.  

"Se conoce ampliamente que la Santa Sede sigue con constante preocupación las situaciones de conflicto y los casos de violaciones a los derechos humanos", indicó.  

El Vaticano, apuntó, no duda que la comunidad internacional, al interior de la cual Francia juega un importante rol, "que pueda aportar una contribución cada vez más justa y eficaz en favor de la paz y la concordia entre las naciones y el desarrollo de cada país'".