Considera EU bajar ingresos por crudo a Irán

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (18/ENE/2012).- El Gobierno de Estados Unidos, que aún lidia con cómo castigar a Irán por sus ambiciones nucleares, se está concentrando en lograr que los países reduzcan sus compras de crudo iraní, en lugar de permitirles evitar las sanciones de Washington mediante importaciones a menores precios.    

La Casa Blanca pretende asumir una postura dura al implementar las nuevas sanciones y funcionarios dicen que no harán excepciones a ningún país por motivos de seguridad nacional.    

Desde que el presidente Barack Obama firmó el paquete de sanciones contra Irán para convertirlo en ley a fines del año pasado, el Gobierno ha estado luchando para implementar las normas de una manera que no haga subir los precios del crudo y dañar la frágil economía de Estados Unidos en un año de elecciones.    

El Gobierno está consciente de que el Congreso podría buscar nuevas leyes para cerrar los vacíos contenidos en las sanciones si los legisladores no ven una amplia cooperación internacional para castigar Irán por lo que Estados Unidos afirma es un programa para desarrollar la capacidad de armas nucleares.    

Irán afirma que su programa nuclear sólo tiene fines pacíficos.    


EU NOTA SEÑALES DE PAISES REDUCIENDO COMPRAS    

La nueva ley estadounidense prohíbe a las instituciones tratar con el banco central de Irán, que actúa como recaudador del segundo mayor exportador de crudo de la OPEP. Eso esencialmente obligaría a los países y sus instituciones a escoger entre trabajar con Teherán o tener acceso al sistema financiero de Estados Unidos.    

Sin embargo, las sanciones dan a Obama la autoridad de eximir a países y sus instituciones de las sanciones si determina que un Estado ha "reducido significativamente" su volumen de compras de crudo.    

Ahora el Gobierno intenta definir qué es una reducción significativa. Funcionarios de alto rango del Departamento del Tesoro y de Estado viajarán a Japón y Corea del Sur esta semana para discutir sus ideas.    

El Gobierno ha considerado varias opciones, incluido el alentar a los países a imponer aranceles al crudo iraní para reducir los ingresos de Teherán, dijeron fuentes con conocimiento del debate al interior de la administración.    

Funcionarios estadounidenses también consideraron definir la reducción significativa en términos de una baja de precios del total pagado a Irán, dijeron las fuentes. Eso habría permitido a los países conseguir excepciones frente a las sanciones si negociaban menores precios por el crudo.    

Ambas aproximaciones habrían ayudado a disminuir los ingresos por crudo de Irán, a la vez que permitirían a Teherán mantener sus ventas a China, India, Japón, Corea del Sur, Turquía y otros países.    

Pero la prioridad de la Casa Blanca es presionar a los países para que reduzcan el volumen de sus compras, aún cuando se han considerado múltiples formas para determinar si un país ha reducido sus importaciones, según un funcionario del Gobierno de Obama.    

"El Tesoro podría haber pensado en reducciones de precios en una etapa, pero eso ya no está sobre la mesa", dijo el funcionario del Gobierno. "La administración está recibiendo suficientes indicios de que los países reducirán la cantidad de crudo que eventualmente compran a Irán", agregó.