Condenan a Ben Alí por malversación de fondos

TÚNEZ (21/JUN/2011).- Seis meses después de su derrocamiento, una Corte de Túnez sentenció al ex presidente Zine el Abidine Ben Alí y a su mujer a 35 años de prisión cada uno por malversación de fondos.

El juez sin embargo no dictó sentencia sobre el delito de posesión ilegal de drogas y armas, y será hasta el próximo 30 de junio cuando lo haga, por lo que no se descarta que la condena se eleve.

El tiempo permitirá a los abogados del ex mandatario designados de oficio  preparar su defensa.
La droga y las armas fueron encontradas en el palacio presidencial de Cartago. Ambos delitos son sancionables con penas que oscilan entre cinco y 20 años de cárcel, según el Ministerio de Justicia.

Ben Alí, quien se refugió en Arabia Saudí desde que se vio obligado a dejar el poder, fue hallado culpable de robo y de posesión indebida de grandes cantidades de dinero y joyas en un  palacio de Sidi Bou Said.
La misma sentencia fue aplicada a su esposa Leila Trabelsi, una ex estilista cuyo extravagante estilo de vida fue para muchos tunecinos un símbolo de la corrupción del Gobierno su esposo.

En un comunicado emitido por sus abogados, Ben Ali negó todos los cargos en su contra y dijo que era víctima de un complot político. También afirmó que fue engañado para convencerlo de que dejara el país.
Ben Alí negó además haber dado en ningún momento “la orden de disparar con  balas reales contra los manifestantes”.

También afirmó que no abandonó el puesto y huyó, sino que fue obligado a marcharse mediante engaños.
Durante la audiencia, un fiscal pidió al juez que aplicara “los castigos más severos para quienes traicionaron la confianza y robaron dinero del pueblo para beneficio personal (...) Ellos no dejaron de robar en 23 años”.

El magistrado, quien leyó el veredicto y la sentencia en el Palacio de Justicia de la capital tunecina, también ordenó que Ben Alí y su esposa pagaran multas por 65.6 millones de dólares.

La sala estaba abarrotada y calurosa, mientras que en el exterior, una masa de tunecinos gritaba, tachando el proceso de “parodia de la justicia” por la ausencia del acusado.

TELÓN DE FONDO
La primera revuelta árabe

Las manifestaciones en Túnez comenzaron a mediados de diciembre y conforme avanzó enero se fueron intensificando.

Apoyados en las redes sociales, los jóvenes tunecinos convocaron a la población a manifestarse contra el desempleo y las políticas del régimen del presidente Zine el Abidine Ben Alí, con 23 años en el poder.

Al verse incapaz de frenar las protestas, Ben Alí abandonó Túnez junto a su esposa el 14 de enero y se refugió en Arabia Saudí.

El Parlamento nombró a Fued Mebazaa como presidente interino, al que le otorgaron poderes para llevar a cabo reformas sin necesidad de consultar al legislativo.

En octubre se redactará una nueva Constitución y posteriormente habrá elecciones con la participación de la oposición, que durante el régimen no figuraba.

El movimiento de Túnez motivó a otros países de África del Norte a exigir la renuncia de sus presidentes. Tal fue el caso de Egipto, que logró derrocar al mandatario  Hosni Mubarak tras 30 años en el poder. Los libios, sirios y yemeníes han intentado hacer lo propio, aunque hasta ahora no han tenido éxito.