Vine a México para encontrar a Picasso: Antonio Banderas

GUADALAJARA, JALISCO (09/MAR/2016).- Más de 96 películas y 55 años. Nacido en Andalucía, presume ser uno de los españoles más globales de la industria cinematográfica. Es Antonio Banderas, el actor hollywoodense que llegó a Guadalajara para recordar los puntos clave de su vida mezclada a la pantalla grande y, de paso, cerrar el contrato que le otorgará el presupuesto para darle vida a Pablo Picasso, en su próximo filme.

Sin dar a conocer el  nombre de la persona que ayudará con el financiamiento de la historia que narrará los 33 días en los que Picasso pintó el “Guernica”, Banderas puntualizó que de momento no se posicionará como productor, aunque no descarta seguir por esta línea tal cual lo hizo con “Autómata” bajo la dirección de Gabe Ibáñez y con guion de Igor Legarreta y Javier Sánchez Donate.

“Quiero convertir a mi profesión en mi hobby, quiero comprar mi libertad para decir las cosas que quiero decir, más en mi faceta como director que como actor. El actor tiene mucho poder, pero el director es quien crea el universo y nos cuenta cómo es. He estado escribiendo mucho y quiero ponerme tras la cámara tan pronto como sea posible”.

Teniendo al Paraninfo tapatío como escenario y arropado por compatriotas como Eduardo Norieda y Assumpta Serna; así como por personalidades mexicanas como Diego Luna y el empresario Jorge Vergara, Banderas recibió el Premio Mayahuel al Cine Iberoamericano por parte del rector general de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla, luego de que el festival le rindiera un homenaje audiovisual, recordando las diversas facetas que el actor ha encarnado en el cine bajo la dirección de Pedro Almodóvar, Julie Taymor, Robert Rodríguez, Patricia Riggen y Martin Campbell, por mencionar algunos.

Banderas destacó que su agradecimiento por México no sólo se debe al galardón cinematográfico, pues argumentó que en su visita a Guadalajara ha caído en cuenta que en siete películas se ha instalado en diversos rincones del país, desde Campeche hasta Guaymas y de paso recordarse como niño y su inquietud por las artes.

“Veo a un niño que en los años 60 iba de la mano de sus padres al teatro a ver obras de Lope de Vega y soñaba en el teatro, reflexionaba sobre las complejidades del ser humano y que en algún momento y de forma inesperada comenzó a sentirse muy incómodo (en la butaca), y no era otra cosa más que la necesidad de saltar a ese lado del espejo, de ser yo quien contara las historias”.

Almodóvar, siempre

Durante su participación en el FICG, también habló de Pedro Almodóvar, el director que lo motivó a romper con los paradigmas actorales en una España machista al interpretar papeles que abogaron por hacer a la sociedad heterosexual más tolerante hacia las relaciones de la diversidad sexual.

“Pedro te rompe en mil pedazos para reconstruirte, cuando alguien te quita la seguridad provoca un pánico extraordinario. He visto a monstruos del cine español deshacerse ante él. La gente tenía muchos problemas porque yo besaba a otro hombre, pero a nadie le preocupaba yo agarrara a un tío y lo matara, esa ha sido la moralidad cinematográfica”.

Un pie roto, el origen de su carrera

El español aseguró que su inseguridad le ha permitido mantener los pies sobre la tierra, de no creerse todo lo que le dicen y ser más “consciente de la virtualidad de mi profesión. Ese lío prefiero negociarlo de otra manera con una visión más larga de lo que he hecho y a dónde voy (…) ese guiño no me permite creerme todo, me he considerado más un espectador de las cosas que me han pasado que si como si las hubiera vivido yo”.

También reconoció que convertirse en un personaje público brinda poder y herramientas para escalar y que el dilema como actor es saber cómo hacer uso de esas oportunidades a pesar de estar en unan industria compleja como Hollywood, que sorpresivamente le ha mostrado una industria más solidaria y lo ha impulsado a crear su fundación “Lágrimas y Favores”, en la que se brindan becas a estudiantes y ofrecen cuidados paliativos a pacientes con cáncer terminal en colaboración en instituciones.

El protagonista de “La máscara del Zorro”, destacó que su carrera en la actuación nació tras haberse fracturado el pie el 19 de noviembre de 1965; momento en que sus anhelos por convertirse en futbolista se desmoronaron… Sin pensar que al día siguiente algo peculiar cambiaría por completo las oportunidades de España.

“Al día siguiente se murió Francisco Franco, fue el inicio de mi carrera como actor, porque yo iba para futbolista, ahí cambió todo. Yo paso de ser niño a hombre en el momento en el que la dictadura estaba mi país, casi crecimos paralelamente”.

Revelando detalles de su infancia, los penares y castings que experimentó en sus primeros pasos como intérprete ante las preguntas lanzadas por la actriz mexicana, Ofelia Medina, Antonio Banderas expresó su pasión por las artes escénicas y el pánico que lo envolvía al ver la maquinaria y cientos de personas que intervienen en el cine.

“Estaba acostumbrado al teatro. Antes de trabajar en ‘Laberinto de pasiones’, había asistido a algún rodaje y me llamaba la atención que los actores hablaban bajito. El teatro era mi pasión realmente, había un miedo atroz porque todo duraba tan poco, en 30 segundos, yo estaba acostumbrado a marcar mi ritmo, la propia narrativa, tienes las riendas del caballo. En el cine vas depositando trozos y otras personas le ponen el ritmo, la música”, concluyó.