Prendas de control, objetos del deseo

GUADALAJARA, JALISCO (30/JUL/2016).- La moda colombiana se empeña en conseguir la silueta perfecta sin recurrir al bisturí, y hacer de  sus textiles y creatividad sus mejores herramientas para moldear el cuerpo de la manera más natural mientras se viste al último grito de las tendencias.

Las prendas de control colombianas no son nuevas en el mercado mexicano, pero los fabricantes del sur del continente aseguran que en el último lustro, la adquisición de estos productos ha incrementado por encima del 50% en las exportaciones que tienen como destino final México.

De acuerdo con Procolombia, las exportaciones de prendas de control en 2015 significaron 43.6 millones de dólares, de los cuales, 63% resultan de las ventas en Estados Unidos, Ecuador y México, principalmente.

Tan sólo la firma colombiana Ann Chery, líder en el mercado en prendas de control y con presencia en 20 países, reveló en Colombiamoda 2016 que dentro de los próximos 18 meses planifica abrir al menos 30 puntos de venta más en México y expandir su ruta de distribución, que abarca desde Tijuana hasta Mérida, sin olvidar que parte de las oficinas centrales de operación se encuentran en Guadalajara.

Siluetas exigentes y sin excesos

María Luisa Jiménez de Lipo Express, expresa que ante el incremento de la preocupación y fama negativa que se ha hecho alrededor del uso de prendas de control, los productores se enfocan en establecer parámetros de calidad y cuidado corporal para evitar lesiones ante el uso incorrecto de los productos, para que el usuario no selecciones tallas menores que sean muy apretadas o rígidas que causen deficiencias respiratorias, parálisis de la espina dorsal, mareos y vómitos, así como presión puntual en órganos internos.

“Si se trata de bajar de peso o moldear, hay que recomendar el producto más adecuado para la estética de cada personal, ahora hay más de 52 modelos en prendas de control. Esto no se trata de una venta masiva, hay que dar 100% asesoría”.

México a la moda

Kelly Hurtado, directora de ventas de Ann Cherry en México, puntualiza que desde hace seis años la firma colombiana llegó al país y actualmente ocupa el segundo lugar en importancia de compradores y distribución en tiendas departamentales con productos como las fajas posquirúrgicas, reductoras de uso diario y postparto, por ejemplo.

En el caso de Guadalajara, el auge por estas prendas comenzó desde hace dos años, dando prioridad a la faja de uso diario y a la deportiva; análisis en el que coincide María Luisa Jiménez, diseñadora corporal y dueña de Lipo Express, firma también colombiana —con certificado de origen— que desde hace cuatro años está en la metrópoli tapatía. “En Intermoda nos dimos cuenta de la necesidad del producto en México es muy importante, por eso decidimos abrir oficinas en el país; nuestra proyección es conseguir inversionistas mexicanos que manejen la marca y fabriquen ahí los productos, que nosotros sólo seamos asesores”.

SABER MÁS

Un poco de historia

Las prendas de control tienen su origen en el corset o corsé, prenda nacida en Francia durante el siglo XVI con la intención de estrechar la cintura, pero que ahora se visualizan bajo un uso médico y correctivo que permite tanto a mujeres y hombres evitar desviaciones lumbares, hernias y flacidez en la piel por problemas de obesidad, por ejemplo.

Las prendas de control que se presentan en formatos como fajas posquirúrgicas, cinturillas, chalecos, bodies, leggings, cinturones fitness y strapless, no solo fungen como complementos interiores, pues los avances de confección y materiales permiten que estos accesorios se mezclen con el uso deportivo, incrementado sus ventas bajo el concepto de vida saludable/uso diario con prendas que van desde los 50 hasta 150 dólares.