Viernes, 26 de Julio 2024
Entretenimiento | Como en cualquier novela, el misterio debe engendrarse en su propia creación y no debe saberse cómo termina

La novela abierta de Carlos Fuentes

“La voluntad y la fortuna”

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- “Las obras cerradas no tienen espacio por donde sangrar; deben ser abiertas, para que el lector con su voluntad la termine y se convierta en cocreador, como sucede con La voluntad y la fortuna”, resaltó Carlos Fuentes durante la presentación de su obra ayer dentro de las actividades de la FIL.

Llegó muy temprano, perfumado, fresco, sin ojeras y en traje gris, después de un día de ajetreo por los homenajes que ha recibido en la Feria Internacional del Libro de Guadalajarapor su 80 aniversario y confesó que en la capital jalisciense, por la altura, duerme “muy bien” y está contento por tanto halago, pero pronto quiere regresar a su “covacha” a escribir, que no es trabajo, es placer. “Soy un vago, porque siempre hago lo que me gusta”, expresó

La voluntad y la fortuna (Alfaguara) comienza con la cabeza decapitada de Josué Nadal, un joven de 27 años sin padres que creció bajo la educación de un hombre poderoso. El relato gira en torno a su amistad con Jericó, también huérfano, con quien tiene un vínculo cariñoso y delinean planes para el futuro. “Pero como en muchas relaciones, empiezan fraternales y poco a poco se van separando hasta que se convierten en Abel y Caín”, dijo el autor de Aura.

Expresó que el título de la obra responde a los tres axiomas de Maquiavelo: necesidad, voluntad y fortuna. “Pero si le ponía así -señaló Fuentes- iba a ser mal visto, así que dejé la voluntad para obtener el poder y a la diosa fortuna, que es el azar que siempre se cruza en la vida”.

Josué Nadal, sin duda, es el personaje más “cercano” y “simpático”. Jericó es un “cabrón maldito”, que opta por la búsqueda del poder y el dominio. Josué, en cambio, le da concesiones al amor y se abre al romance con Lucha Zapata, “personaje al que más quiero, porque es indefensa y fuerte a la vez, pues aunque es drogadicta y alcohólica, es humana. Al final, Zapata se convierte en la ejecutora de la novela, con su voluntad y su amor”, explicó.

El homenajeado reflexionó sobre otros temas, como que el término “intelectuales” es caduco, expresó su deseo de que “ójalá Obama se abra al resto del mundo” y dijo que su utopía de México es alcanzar mayor institucionalidad: “Que sea un país bipartidista, con uno centro derecha demócrata cristiano, otro un centro izquierda social demócrata y los extremos en los extremos. Ésa es mi visión política del futuro del país”.

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