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Entretenimiento | Grandes expectativas por ''The King’s speech''

Colin Firth retrata una época

El actor interpreta a un personaje que se mueve entre la humillación pública y la necesidad de tragarse el orgullo

Por: EFE

LONDRES, INGLATERRA (18/DIC/2010).- Colin Firth vuelve a dar una lección interpretativa en The King’s  speech, la cinta que narra la peculiar relación entre el rey Jorge VI y un logopeda (especialista del lenguaje) que le ayudó a superar su tartamudez para convertirse en el líder que el Reino Unido necesitaba en la antesala de la II Guerra Mundial.

Tras un 2009 plagado de reconocimientos por su interpretación de profesor en duelo por la muerte de su pareja en A single man, el actor británico está de nuevo entre los favoritos para la temporada de premios que está a punto de comenzar, y en la que de momento figura como candidato al Globo de Oro.

“Es emocionante que la gente piense que podría ganar un Oscar por este papel”, confesó Firth en una entrevista, en la que sin embargo matizó que la carrera hacia la dorada estatuilla “es todavía muy larga”.

Jorge V, rey del extenso Imperio Británico, encarga a su segundo hijo, Bertie, encarnado por Firth, el discurso de clausura de la Exposición del Imperio de 1925, una aparición pública llena de dramatismo, marcada por la incapacidad del joven para hablar sin tartamudear.

El aristócrata, que en aquel momento tenía casi 30 años y estaba casado, es incapaz de articular palabra alguna ante el atento público que abarrotaba el estadio de Wembley y los millones de personas que seguían la retransmisión del evento a través de la BBC.

El punto de partida

Dos minutos de angustioso silencio debido al bloqueo del heredero al trono son el punto de partida de una película que consigue añadir notas de humor a la sobrecogedora situación de un hombre llamado a ser rey que se siente incapaz de hablar a su propio pueblo.

Para hacer creíble su interpretación, Firth logró salvar la ausencia de parecido físico con el personaje empapándose de él, observando grabaciones con apariciones del hombre que en 1936 se convirtió en Jorge VI, leyendo documentos históricos y trabajando con un logopeda.

“No buscaba imitarlo, sino acercarme a él comprendiendo lo que le pasaba, cómo se sentía. Me di cuenta de que para superar su tartamudez hablaba haciendo pausas. Cuando hablaba en público, su mirada se volvía débil y confundía letras... él sufría, no tenía la capacidad de oratoria que sí tenían otros hombres de la época como Mussolini o Hitler, por hablar sólo de sus adversarios”.

Firth, a quien no le gustaría ser rey porque “todo el mundo trata a los monarcas con nerviosismo y de forma servicial, y eso no es grato para nadie”, consigue hacer de carne y hueso a un personaje que se mueve entre la humillación pública debido a su tartamudez y la necesidad de tragarse el orgullo inherente a su condición de heredero al trono para recibir ayuda de cualquier tipo.

Guía del pueblo británico

Tras el episodio de Wembley, Bertie recurre al logopeda australiano Lionel Logue, interpretado por un atinado Geoffrey Rush que disfrutó al meterse en la piel de este especialista aficionado al teatro.  “Me encantaba la idea de interpretar a un actor apasionado del lenguaje”, declaró Rush quien, en un principio, se enfrentó a la idea de crear su personaje de la nada.

Aunque de radical importancia para devolver a Jorge VI la confianza, tan necesaria para guiar al pueblo británico en uno de los momentos más difíciles de su historia, la II Guerra Mundial, la figura de Logue ha sido poco tratada en los libros de Historia.

“Localizamos al nieto de Logue en Londres y éste nos hizo llegar material muy conmovedor como cartas de agradecimiento de los pacientes a los que trató y una serie de diarios en los que se describían los peculiares encuentros entre Bertie y su terapeuta, cargados de sentido del humor e ingenio, y no sólo de angustia y dolor”, relató Rush.

Era Eduardo VIII, no Bertie, el primogénito y sucesor de Jorge V; sin embargo, un giro del destino -el matrimonio entre Eduardo y la estadounidense dos veces divorciada Wallis Simpson- llevó al hermano menor al trono, un camino que Logue allanó con una peculiar terapia para tratar su tartamudez.
El director de la cinta, Tom Hooper, que participó junto a los actores en la preparación de sus interpretaciones, reconoce que tanto Rush como Firth “consiguieron algo muy difícil: crear personajes tan complejos como la gente real”.

Helena Bonham Carter como la esposa de Bertie, la futura reina madre, completa el elenco de protagonistas de una cinta que está llamada a ser uno de los grandes referentes del cine británico, por su retrato de una época clave en la historia del Reino Unido y la visión de una institución en ocasiones tan opaca como la monarquía.

''No buscaba imitarlo (al rey Jorge VI), sino acercarme a él comprendiendo lo que le pasaba, cómo se sentía'', Colin Firth, actor.

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