Amparito Arozamena cumple con su última actuación

CIUDAD DE MÉXICO.- Amparito Arozamena estaba destinada a la actuación. Sus 92 años de vida, que apagaron su luz ayer por la tarde al sufrir un paro al miocardio, vieron cambiar al cine y a México. Su primera participación en la gran pantalla, en 1929 con La calle del ensueño, se encontraba en el umbral del cine sonoro, y a esta primera cinta se sumaría un centenar de producciones más, 60 puestas en escena y 61 telenovelas.

La actriz lo mismo destacó en el drama que en la comedia, y es quizá este último género el que la hizo más popular, sobre todo en series como Los Beverly de Peralvillo. Sin embargo las telenovelas y los escenarios fueron su fuente vital. Nació en una familia de artistas el 24 de agosto de 1916 y desde que tenía sólo seis años inició su carrera, al lado de su hermana Carmen.

Su último trabajo sobre el escenario fue en la obra El amor es broma y en su momento la actirz reconoció que fue una de las decisiones más difíciles de su carrera.

Arozamena formó parte de una extensa lista de grandes comediantes del cine nacional, fue partícipe de la Época de Oro y del surgimiento de las telenovelas en México en las que trabajó hasta el año 2000 y posteriormente en programas unitarios como Mujer Casos de la vida real hasta el año 2004.

La salud de la actriz la hizo retirarse de la vida pública, pero el golpe más fuerte fue perder poco a poco su familia. Su esposo Ramón Barón Ortega falleció a finales de 2006 y en julio de 2007 cuando se encontraba internada en un Hospital de la Ciudad de México murió su único hijo, José Antonio, a los 60 años víctima de un infarto al miocardio. No obstante volvió a sonreír y el último acto público donde se le vio fue en febrero pasado en la entrega del reconocimiento Eternas Estrellas otorgado por la ANDA a las personalidades más significativas del ambiente artístico nacional.


“Dicen que no solamente de pan vive el hombre. Y los aplausos son el pan nuestro de cada día” Amparito Arozamena, actriz