A Love Electric quiere escribir su propia historia

GUADALAJARA, JALISCO (22/AGO/2014).- Cuando el virtuoso tecladista John Medeski dijo a Todd Clouser que le gustaría tocar con A Love Electric, la insólita propuesta sorprendió a la voz del vibrante trío: Medeski que ofrecía su talento desinteresado sólo por la satisfacción de que su teclado sonara al lado de la banda.

Impulsados por esta imprevista colaboración, el grupo tomó rápido sus instrumentos para lanzar ''Son of a Hero'', el nuevo disco que será presentado este sábado en el Lunario de la Ciudad de México, en una propuesta que promete encantar a los escuchas y que se presentó esta semana en el Teatro Diana.

Como parte de los eventos para celebrar los 10 años de este foro, la guitarra del estadounidense Clouser, la batería del argentino Hernan Hecht y el bajo del mexicano Aarón Cruz, galoparán junto con el suave ritmo de quien los eligió para grabar las 10 canciones de este álbum.

“El nos seleccionó a nosotros. Tuvimos un concierto con él en Los Cabos el año pasado y terminando la gira él (Medeski) se ofreció sin preguntarle”, declararon el músico.

Así, no fue complicado interactuar con Medeski pues, aclara el guitarrista, “no estábamos en busca de su técnica cuando se fraguó el proyecto, era mejor aprovechar su calidad como maestro de creatividad y de ideas. En eso no hay límites y la cuestión era lograr que se expresara como él mismo; después de ello, no hubo límites”.

Honestidad y ceremonia

Lograr cuatro producciones discográficas en casi el mismo número de años es, sostiene Clouser, “producto de mucho trabajo; cuando empezamos, la vida de los tres que formamos A Love Electric estaba cambiando mucho, distanciandonos de la fiesta y aprovechando el tiempo y la energía en una nueva dirección. Como yo, Hernán y Aarón son ‘workaholics’ y adoran la música; quisimos hacer esto y nos dedicamos al máximo, por eso hemos hecho bastante, porque además la conexión entre los tres es muy profunda”. A esto se suma un sonido particular que, en palabras de Clouser, “es fruto de permitir expresarnos en lo singular como somos y lo que tenemos en común como grupo. Crecí escuchando grunge y rock psicodélico, tengo mucho de eso, lo mismo que mis dos compañeros; lo central es que en el jazz la clave es la improvisación, el explorar y descubrir. Quienes oyen mucho jazz piensan que hacemos rock y los que escuchan rock dicen que sonamos a jazz; la realidad es que buscamos expresar lo que nos interesa a los tres, y ha dado como resultado algo honesto”.

Enfocados en el trabajo de conjunto, Todd Clouser hace énfasis en que la clave “está en tocar en vivo; para mí es como una ceremonia, porque una comunidad –cualquiera– se reúne y celebra con música y en grupo, como en una misa. Yo lo veo como eso, tocar en vivo es mi tiempo espiritual y lo que hago –componer, grabar, etc.– es para llegar al escenario y tener la oportunidad de actuar en vivo para crear algo nuevo en el proceso. Eso es lo que tengo más claro”.

Gracias a la relevancia de sus carreras individuales, su producción como A Love Electric es muy prolífica y los ha llevado realizar un promedio de 100 a 150 conciertos al año alrededor del mundo. “A esto queríamos llegar, esto es lo que nos gusta hacer, nuestra vida la planeamos para esto, no nos rige un calendario, ni tampoco tenemos jefes”, declaró Cruz.

Sus dos primeras producciones fueron instrumentales, a partir de la tercera, Clouser comenzó a cantar y “este último lanzamiento representa la afirmación de nuestro estilo”, aseguran.

El disco fue grabado en Minesota, Woodstock, Nueva York y la Ciudad de México.