Jueves, 06 de Noviembre 2025
Economía | La Fed baja sus expectativas de crecimiento

Regresa el pesimismo a Estados Unidos

La Reserva Federal consideró opciones aún más drásticas para estimular a la economía, y se evidencia un fracturado banco central

Por: EL INFORMADOR

Una mujer observa a través de una ventana de una casa que se encuentra en un juicio hipotecario en Oxford, Connecticut. AFP  /

Una mujer observa a través de una ventana de una casa que se encuentra en un juicio hipotecario en Oxford, Connecticut. AFP /

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (24/NOV/2010).- Los responsables de la política monetaria en Estados Unidos bajaron sus expectativas acerca del crecimiento económico y han empeorado las relativas al desempleo, según las actas de su reunión y conferencia más recientes divulgadas ayer.

El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria, se reunió el 2 y 3 de noviembre y decidió lanzar un segundo programa, esta vez por unos 600 mil millones de dólares, para la adquisición a lo largo de los próximos seis meses de Bonos del Tesoro.

En una teleconferencia que tuvieron el 15 de octubre, y de la cual hasta ahora no se había informado, los miembros del Comité “estuvieron en general de acuerdo” en que tenía más sentido efectuar cambios pequeños, vinculados a los datos del momento, en su portafolio de bonos que hacer ajustes más grandes y menos frecuentes.

El comité tiene 12 miembros que votan, de los cuales siete son gobernadores de la Reserva con sede en Washington, el presidente del Banco de la Reserva Federal (Fed) en Nueva York, y cuatro de los otros 11 gobernadores de bancos del sistema.

En su reunión de principios de mes, los miembros del comité calcularon que este año el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos crecerá entre 2.4% y 2.5 por ciento. En junio, habían calculado que el crecimiento estaría entre 3% y 3.5 por ciento.

Para el año 2011, la expectativa ahora es de un crecimiento de 3% a 3.6%, seguido de un incremento de 3.6% a 4.5% en 2012, y uno de 3.5% a 4.6% en 2013.

El pronóstico para el año próximo está por debajo de la expectativa de un crecimiento de 3.5% a 4.2% que los funcionarios habían formulado en junio.

Este crecimiento parsimonioso poco hará para aliviar el desempleo que ha resultado de la peor recesión económica en Estados Unidos en más de siete décadas.

Los miembros del comité creen que este año la tasa de desempleo será de 9.5% a 9.7%, y que en 2011 estará entre 8.9% y 9.1 por ciento. Para 2012, los funcionarios calculan que el desempleo estará entre 7.7% y 8.2%, y en el año siguiente todavía estará entre 6.9% y 7.4 por ciento.

En junio, sus pronósticos eran de un desempleo de 9.2% a 9.5% este año; uno de 8.3% a 8.7% en 2011 y uno de 7.1% a 7.5% en 2012.

Las actas de la reunión del 2 y 3 de noviembre muestran, asimismo, que los miembros del comité tuvieron discrepancias acerca de la expansión del estímulo monetario, con una mayoría que lo consideró un incentivo al crecimiento del empleo y una minoría preocupada por los riesgos de inflación y para el dólar.

La mayoría, según las actas, espera que las compras de bonos “ayuden a promover una recuperación un tanto más fuerte en la producción y el empleo, y que también ayuden a que la inflación, con tiempo, retorne a niveles coherentes” con el mandato legislativo para la Reserva.

“Algunos participantes dejaron sentada su preocupación porque una expansión adicional de la hoja de balances de la Reserva Federal deteriore el valor del dólar en los mercados cambiarios extranjeros”, anotan las actas.

Telón de fondo: El desempleo, un peligroso lastre

La inusual petición del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, de ayuda fiscal probablemente quede sin respuesta, dejando a la economía demasiado coja como para que millones de desempleados vuelvan pronto al trabajo.

Casi 15 millones de estadounidenses aún están desempleados pese a 10 meses consecutivos de incrementos en el empleo del sector privado. La producción económica se mantiene 86 mil millones de dólares por debajo de donde estaba al comienzo de la recesión hace casi tres años.

Bernanke advirtió el viernes que el país está en una trayectoria económica que dejará a millones de personas desempleadas o subempleadas por muchos años, y agregó que había límites en lo que el banco central por sí solo podía cooperar.

Un programa fiscal que entregue apoyo de corto plazo mientras se abordan los déficit presupuestarios de largo plazo “sería un importante complemento a las políticas de la Reserva Federal”.

Este fue un claro llamado al Congreso a hacer su parte para generar un crecimiento más acelerado y quizás un tácito reconocimiento a que el controvertido programa de compra de activos de la Fed de 600 mil millones de dólares simplemente no podría tapar todo el hoyo económico.

Bob Eisenbeis, economista monetario jefe de Cumberland Advisors y ex funcionario de la Fed, dijo que la política fiscal normalmente es considerada como el “tercer carril” por los presidentes de la Reserva Federal. El hecho es que Bernanke se atrevió a señalar cuán urgentemente cree que la economía necesita de más apoyo.

El economista ganador del Nobel Paul Krugman dijo que había pocas posibilidades de que la oposición republicana, empoderada en el Congreso tras las elecciones y que hizo campaña en favor de un Estado más pequeño, responda el llamado.

“Mi pensamiento inmediato fue, por qué no pide un pony, también?”, escribió Krugman en su columna del lunes en el diario “The New York Times”.

De hecho, la respuesta del Congreso al esquema de compras de bonos de la Fed no ha sido amigable y no hay señal de que la nueva cosecha de líderes republicanos esté con ánimo de gastar.

Algunos republicanos han propuesto retirarle a la Fed el mandato de promover el pleno empleo y han criticado duramente el programa, anunciado sólo un día después de que ganaran las elecciones del 2 de noviembre, porque consideran que siembra las semillas de la inflación.

Los recortes de gasto, no los estímulos, encabezarán la agenda cuando los republicanos tomen el control de la Cámara de Representantes y estrechen el margen en el Senado en enero.

Los demócratas han permanecido quietos, conscientes de que no será fácil apoyar otro gran programa de gastos del Gobierno.

“Se dice a menudo que una de las funciones de un banco central independiente es asumir el calor político cuando realiza políticas impopulares. Bien, el horno está caliente y el pavo se está rostizando”.

Con información de EFE y Reuters

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