Reforma y gasto eficiente, solución a hueco en ingresos públicos

CIUDAD DE MÉXICO.-  La única solución en el corto y largo plazos para el "hueco" que existe en los ingresos públicos es una reforma integral que fortalezca las fuentes de ingresos del gobierno y un estímulo claro para eficientar el ejercicio del gasto.

Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado ( CEESP), no hay tiempo que perder.
"El entorno es el mejor para consensuar reformas que den al país la oportunidad de crecer sostenidamente a tasas elevadas y con ello elevar realmente el nivel de vida de la población".

En su reporte semanal "Análisis económico ejecutivo", expuso que ya en algún momento había previsto que dada la difícil coyuntura por la que atraviesa la economía, el Ejecutivo tendría que realizar más de un ajuste al presupuesto de este año.

"Y pues, ya sucedió".
Recordó que el pasado jueves la Secretaría de Hacienda anunció el segundo recorte presupuestal, en esta ocasión por 50 mil millones de pesos, que junto con el recorte anunciado a finales de mayo, se acumula una reducción de 85 mil millones de pesos en el gasto para 2009.

La razón: El hueco que existe en los ingresos públicos debido a la baja del precio y del volumen de producción petrolera, y por una menor recaudación tributaria ante la debilidad de la actividad productiva, y que se estima será de 480 mil millones de pesos al cierre del 2009, expuso.

Mencionó que la mecánica que plantean las autoridades hacendarias para cubrir este faltante es la utilización de recursos provenientes de las coberturas petroleras, el remanente de operación del Banco de México, parte de los fondos de estabilización y otros ingresos no recurrentes, que en total aportarían 336 mil millones de pesos.

Adicionalmente se tiene prevista una baja inercial en el gasto no programable público equivalente a 59 mil millones de pesos, además del recorte de gasto anunciado, apuntó el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En el caso de los ingresos no recurrentes, precisó que si el gobierno federal no utiliza el total de los recursos disponibles, que ascienden a cerca de 400 mil millones de pesos, incluyendo el remanente de Banco de México (Banxico).

No obstante, estimó, es posible que el sobrante de estos recursos pueda no ser suficiente para enfrentar una situación similar en el 2010, toda vez que para ese año no habrá coberturas ni precios del petróleo tan elevados como en 2008.

El CEESP advirtió que esto volvería a poner en una situación difícil las finanzas gubernamentales en caso de que no se concrete una reforma hacendaria que estimule las fuentes de recursos públicos.

Sobre la reducción inercial del gasto público, señaló que hasta el momento responde principalmente a la disminución del rubro de participaciones a entidades federativas, obviamente, por una baja en los ingresos participables.

A esto podría esperarse una disminución en el costo financiero de la deuda si se considera que las tasas de interés han bajado de manera importante.

Respecto al recorte directo al gasto, dijo que en esta ocasión sí tendrá incidencia en los recursos destinados a inversión, pues del total del ajuste, 22%, es decir 19 mil millones de pesos se harán en inversión a través del rubro de bienes muebles e inmuebles y obra pública.

"Es precisamente este tipo de erogaciones las que se deberían proteger al máximo dado el impulso que representan al aparato productivo y a la creación de empleos", consideró.

El 78% restante (66 mil millones de pesos) será sobre el gasto corriente, donde sí se deben hacer esfuerzos importantes para moderar su crecimiento, sobre todo en materia de servicios personales.

De acuerdo con las autoridades hacendarias, comentó el organismo, a pesar de este recorte, el gasto para todo 2009 sigue siendo significativamente más alto que el aprobado en 2008, con lo que se mantiene como el más alto históricamente.

Sin embargo, añadió, el gasto en el país no es tan elevado si se compara a nivel internacional, ya que las erogaciones totales del gobierno central de México como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB son de las más bajas entre los países de América Latina.

"Esto nos lleva a intuir que la razón real de la percepción de que el gasto es elevado se relaciona más con la debilidad de las fuentes de recursos, es decir, con la baja capacidad de financiar las necesidades del gobierno", sostuvo.

Indicó que la recaudación tributaria de México como proporción del PIB es por mucho de las más reducidas en Latinoamérica.

Por otra parte, el CEESP consideró que pese al elevado gasto en el país no se ve un impulso importante en materia de crecimiento económico, debido a la ineficiencia que hay en la asignación de recursos.

"Cómo es posible que aun con el recorte, el presupuesto de gasto más alto de la historia, no muestre una incidencia positiva clara en el ritmo de crecimiento de la economía, incluso en la evolución de la pobreza como lo indican los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares publicada recientemente por el INEGI", cuestionó.

Externó su preocupación de que con este nuevo ajuste al gasto, la operación de muchas unidades gubernamentales podría detenerse, y junto con el subejercicio que existe en recursos, las funciones gubernamentales se redujeran al mínimo.

Esto, agregó, redundaría en simplemente pagar la nómina sin mayores funciones, lo que convertiría realmente al sector gubernamental en un elefante blanco, y entonces sí, el gasto se definiría como excesivo por el hecho de no generar un beneficio para la sociedad.