Estados en problemas buscan más ayuda de Washington

BOSTON, ESTADOS UNIDOS (10/JUL/2010).- Algunos gobernadores estadounidenses afectados por la debilidad en la recuperación económica en sus estados e imposibilitados para lograr un equilibrio en sus propios presupuestos están presionando nuevamente a Washington en busca de más ayuda.

Algunos de ellos incluso afirman que necesitarían la ayuda aunque esto signifique incrementar el déficit nacional.

Gobernadores tanto republicanos como demócratas presentaron diferentes propuestas sobre cómo capitalizar una débil recuperación económica y hablaron de dinero y de la manera de invertirlo durante su reunión anual, apenas a unos días de haber comenzado un nuevo ejercicio presupuestario y en momentos en que la economía determinará decenas de contiendas electorales para el puesto de gobernador en todo el país.

"Todos los estados aún afrontan situaciones fiscales complicadas, incluso cuando creo que nos estamos recuperando'', señaló el gobernador de Virginia del Oeste Joe Manchin, un demócrata que asumirá la presidencia de la Asociación Nacional de Gobernadores.

Por su parte, el gobernador que entregará el cargo principal de la Asociación, el republicano por Vermont Jim Douglas, señalo que "los gobernadores hemos hecho lo necesario para conseguirlo'', al recortar en varias ocasiones los presupuestos, reduciendo los gobiernos, despidiendo empleados y agotando los fondos de emergencia.

Sin embargo, ambos gobernadores indicaron que los estados no pueden intentar salir de la recesión por sí solos y la Asociación renovó su petición bipartidista al Congreso para que apruebe una estancada iniciativa de empleos que incluye miles de millones de dólares en ayuda para los estados.

Apenas unos días antes de que comenzara el nuevo año fiscal, el 1 de julio, tanto la Cámara de Representantes como el Senado fracasaron en aprobar la iniciativa que habría extendido hasta junio del 2011 algunos pasajes importantes del programa federal de estímulos aprobados el año pasado para ofrecer seguros de desempleo y poder cubrir ciertos recortes a los programas de educación, de salud y de seguridad pública generados por la recesión económica.

La medida ofrece 35.500 millones de dólares para apoyo por desempleo destinado a las personas que permanecen desocupadas a largo plazo, así como 16 mil millones de dólares para el programa Medicaid, un programa de cuidados de salud para los pobres.

Estas medidas habrían acrecentado en 33 mil millones de dólares el déficit nacional.

Sin embargo, varios gobernadores demócratas sugirieron en entrevistas y durante negociaciones de la Asociación que los logros a corto plazo valían la pena a largo plazo.

Sin embargo, algunos gobernadores republicanos difirieron de este punto de vista, al indicar que cualquier pago de ayuda debe ser tomado de otras áreas del presupuesto.