Alertan sobre 'los excesos de la globalización'

GUADALAJARA, JALISCO (13/OCT/2015).- Casi tres décadas después del fin de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín y el inicio de internacionalización de los mercados, es momento de retomar el debate sobre la conveniencia de la globalización y el sistema neoliberal que lo sostiene: ¿Somos más felices desde entonces? ¿El estado de bienestar es el que imaginamos?

El economista Enrique Valentín Iglesias García hace un llamado a replantearse este debate y alerta sobre los "los excesos de la globalización". En la conferencia magistral que da por inaugurados los trabajos del Foro Mundial de la OCDE en Guadalajara, el especialista habló de la desigualdad, la inseguridad y  falta de sustentabilidad que ha generado este sistema económico.

Partiendo de que más de 80 millones de personas en América Latina se convirtieron a la clase media, lo cierto es que estas personas "son inquietas y viven insatisfechas. Y esta clase media es capturada por el consumismo, y estas clases medias son difíciles de administrar porque hay una demanda de calidad no satisfecha".

Pero además, estos "excesos de la globalización" permiten que las máquinas sean las que manden. Hoy se sacan flujos de capital en un sólo ''clic'', lo que genera una gran incertidumbre en los Estados. "Esta montaña de liquidez por la vía de los bancos centrales, genera una situación altamente peligrosa: es una liquidez que no tiene cara ni ojos. Marca conductas que están regidas por computadoras que generan alteraciones de la mayor importancia".

Ante esta problemática, el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo mencionó que es necesario que se esté foro pueda generar soluciones.

Desde su punto de vista, la solución se encuentra en primer lugar en la educación, entendida como un debate que debe girar en torno a generar mayor calidad y la transmisión de los valores humanos de la solidaridad, la tolerancia y la capacidad de identificarse con el otro.

Otro punto central para la solución de este conflicto es que los Estados puedan regular los mercados a través de sus políticas públicas y monetarias.  "Precisamos ser más Estado, necesitamos un Estado diferente, que sea capaz de mediar, que no sofoque al sector privado pero que lo estimule y lo controle, un estado que sea capaz de evitarnos un crash financiero".

Y el tercer punto de apoyo en el que se podría basar la solución es la confianza,manto en el sector público y el privado. "Yo creo que esta forma de observar la vida, está basada en la confianza en el ser humano, que sea una sociedad mejor, más justa y más segura, una sociedad que tolere y que se enriquezca de las diferencias".


EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA