Septién lleva su magia al cielo

CIUDAD DE MÉXICO (20/DIC/2013).- Como un batazo de Babe Ruth o Joe DiMaggio que se interna en el cielo,  se fue el más grande narrador de beisbol. Pedro Septién, que lo mismo narró los grandes juegos de Fernando Valenzuela en las Grandes Ligas para la televisión que una pelea ficticia de boxeo protagonizada por Pedro Infante en la época de Oro del Cine mexicano, murió la noche del miércoles a los 97 años de edad, según confirmaron sus familiares. Septién estuvo hospitalizado a causa de una neumonía contra la cual luchó durante varios meses.

Fue pionero en la estación de radio XEQ, de donde pasó a la XEW, XEX y otras; escribió en periódicos de circulación nacional, apareció narrando juegos de beisbol y peleas de boxeo en por lo menos una docenas de películas nacionales, una de ellas la muy recordada “Pepe el Toro”, con Pedro Infante.

Junto a otro destacado cronista, Jorge “Sonny” Alarcón, Septién hizo que el beisbol fuera seguido por muchos aficionados que escuchaban su peculiar y emotivo estilo para narrar.

Septién ingresó al Salón de la Fama del Béisbol en 1988, no sólo por su estilo para narrar, sino gracias a su amplio conocimiento en la materia, el cual lo llevó a ser nombrado el periodista latino con mayor cultura de este deporte a nivel nacional en categoría Triple “A” y de las Grandes Ligas.

También destacó en las narraciones de boxeo y de la lucha libre, otros de sus deportes favoritos, así como en las transmisiones de varios Juegos Olímpicos, en los que su versatilidad y conocimiento fueron todo un deleite para los que las seguían tanto por radio como por televisión.

En su trayectoria, que duró más de siete décadas, narró unas 56 series mundiales de beisbol, más de seis mil 500 partidos y seis Juegos Olímpicos y recibió una cantidad incontable de premios como mejor cronista deportivo, entre otros más, así como el honor de que dos estadios de béisbol lleven su nombre, uno de ellos en su natal Querétaro.        

Con información de AP y NTX

• Boxeo, tenis, futbol americano y billar, las otras pasiones

Pedro Septién podía pasar días y noches enteras acompañado de un café y su tradicional concha para rememorar el juego o encuentros de la semana, recuerda Agustín Castillo, cronista viajero de los Diablos Rojos del México.

Agustín quien da fe de que hasta en sus últimos días de vida, el “Mago” estuvo al tanto de la actualidad del “Rey de los deportes”, subrayó que en el béisbol, Don Pedro Septién encontró el “deporte perfecto”, por lo que relegó el boxeo, tenis y el futbol americano, otras de las disciplinas en las que “El Mago” incursionó como cronista.

“Platicar con el ‘Mago’ era todo un examen por los conocimientos que debías tener para sostener una plática. Fue un hombre que hasta sus últimos días siempre se mantuvo al tanto del beisbol, me preguntaba por los resultados de la Liga del Pacífico y sus standings”, señala Castillo.

Anécdotas de beisbol son las que el “Mago” siempre añadía a las pláticas, recuerda Castillo, como aquella en la que Don Pedro tuvo que narrar una Serie Mundial desde un cuarto de hotel debido a que no tenía los derechos de transmisión y se le impidió entrar al parque.

Así como comentaba un encuentro desde el hotel viendo un monitor, el “Mago” se las ingeniaba para hacer la crónica de un encuentro con sólo la información que llegaba por los teletipos.

“De Don Pedro se aprenden muchas cosas, un ejemplo de cómo preparar un juego. Llegar con los datos a utilizar pues la pausas que tiene el beisbol hacen que uno tenga que continuar con la información para entretener al radioescucha o espectador.”.

Una de las pasiones y donde encontró a uno de sus ídolos fue el billar. Pedro “Mago” Septién fue un fiel seguidor de Joe Chamaco, para él y miles de personas, el más grande jugador de billar a tres bandas que ha dado México.

“Uno de sus ídolos junto con Ty Cobb, fue Joe Chamaco. Siempre se maravilló con las jugadas de fantasía que realizaba el famoso billarista”.

PERFIL

El “Mago” del micrófono

Del origen del apodo del “Mago” a Pedro Septién Orozco (21 de marzo de 1916, en Santiago de Querétaro) existen dos versiones.

Una es que un año después de que comenzó a narrar beisbol, 1950, se ganó su mote cuando improvisó en un partido entre los Azules de Veracruz y los Diablos Rojos de México, desde el parque Delta, el 22 de marzo de 1951, luego de que se cayó la transmisión y Septién, simplemente “narró” el partido como si nada.

“El espectáculo tenía que seguir”, rememoró una vez, entrevistado por la televisión, respecto de aquel pasaje. “Si no había crónica se acababa el evento, así que mejor tú lo inventabas”.

Sin embargo, el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano reconoce la versión de que el  “Mago” llevó el apodo desde su juventud, cuando trabajó como croupier en un casino, en donde desarrolló  una destreza con las cartas.

“El beisbol, algo tan sencillo como una pelota y un bate, y tan grande como el espíritu de América que simboliza”, era una de las frases que usaba con frecuencia para condimentar la crónica del juego, a la que acudía siempre con un legajo encuadernado en el que guardaba de todo: boxscores, recortes de periódicos y fotos de Babe Ruth, Ted Williams o Beto Ávila, el único mexicano que ha ganado el campeonato de bateo en las Mayores, con los Indios de Cleveland en 1949.

“Siempre cargaba con ese libro, cuando viajaba en el metro o en el camión, porque nunca le gustó manejar”, dijo Antonio de Valdés, cronista de Televisa, quien debutó hace tres décadas como compañero del “Mago”. “Fue toda una época en la radio y la televisión de nuestro país, con una gran personalidad e imaginación”.

“No hay defensa contra una base por bola”, inmortalizó el “Mago”, como tampoco hay defensa para la muerte que este miércoles puso fin a una carrera de 75 años en la locución.

FRASE

"El beisbol es demasiado deporte para ser negocio y demasiado negocio para ser deporte”.

"El beisbol es un drama sin palabras, un ballet sin música y un carnaval sin colombinas”.

Pedro “Mago” Septién, cronista.