Se quedan con las ganas de ver a Eloy

GUADALAJARA, JALISCO (03/ABR/2014).- La plaza de toros El Centenario, de Tlaquepaque volvió a tener fiesta taurina; luego de por lo menos un año de inactividad, el pequeño y emblemático coso del Centro de la Alfarera retomó el rumbo con un festival a beneficio en el que destacó la reaparición del regiomontano Eloy Cavazos.

El cartel llamativo, en el que el centro de atención fue el regreso a los ruedos jaliscienses del maestro Eloy Cavazos, así como al aparición del navarro Pablo Hermoso de Mendoza, Octavio García "El Payo", Joselito Adame y el novillero Antonio Lomelín, despertó el interés de miles de aficionados, quienes tuvieron que lidiar con diversos detalles incómodos; desde el retraso en la hora de arranque del festejo, con más de media hora según el cartel impreso de anuncio, así como una gran inconformidad por parte de algunos espectadores que literalmente se quedaron afuera por un notable sobre cupo en el inmueble, con gente parada y otras tantas que, aún con boleto en mano no les fue posible entrar a la plaza.

En lo que respecta a lo taurino, destacó la actuación de Pablo Hermoso de Mendoza, que hizo lucir su cabalgadura ante un astado que, si bien no se presentó mucho para el toreo a caballo, fue voluntarioso y con calidad. El navarro hizo gala de sus facultades con los equinos delante del toro para prender a la afición con giros y cambios por la espalda que calaron en el tendido.

Pablo sacó la primera oreja de la noche después de un pinchazo y una estocada trasera.

Por su parte el novillero Antonio Lomelín poco pudo hacer a su novillo, que no se prestó para el lucimiento, lo cual hizo al coleta andar incómodo y sin trascender en su faena. Lomelín se perdió en el acero hasta descabellar en varias ocasiones.

Así, El Centenario vuelve a la escena taurina y aunque aún no de ha confirmado si habrá o no una temporada en este coso, el director de Casa Toreros, empresa responsable de este festejo inaugural, confirmó un par de festivales más, sin precisar fechas.

EL INFORMADOR / ÉDGAR FLORES