Motivación adicional en el Super Bowl

PITTSBURGH, PENSILVANIA.- Ben Roethlisberger no elogiaba mucho a Ken Whisenhunt cuando ambos trabajaron juntos en el ataque de los Acereros de Pittsburgh.

Los dos ganaron el Super Bowl hace tres años. Roethlisberger lo hizo como un mariscal de campo entonces inexperto y Whisenhunt como el coordinador ofensivo que fue su mentor.

Pero su relación no fue tan amigable.

Eso quedó de manifiesto después de que Whisenhunt se marchó en enero del 2007 para ser el entrenador de los Cardenales de Arizona.

En aquel entonces prefirió marcharse antes de esperar el nombramiento del sucesor de Bill Cowher como entrenador de Pittsburgh.

Lo que no está claro ahora que sus caminos volverán a cruzarse en el Super Bowl —esta vez en equipos contrarios— es si la opinión de Roethlisberger influyó en el hecho de que los Acereros no contrataran a Whisenhunt como reemplazo de Cowher.

O si Whisenhunt prefirió marcharse a un equipo menos exitoso para probar sus capacidades como entrenador en jefe, escapando a las exigencias de Pittsburgh y a un mariscal de campo que quería trabajar con otra persona.

Hasta ahora, Roethlisberger no ha dicho nada que pueda calentar la rivalidad en el Super Bowl y ha preferido no criticar a su antiguo jefe.

“Simplemente será curioso verlos del otro lado del campo”, dijo Roethlisberger sobre Whisenhunt, su asistente Russ Grimm y los otros ex entrenadores de los Acereros que trabajan hoy en Arizona. “‘Whis’ es un gran entrenador”.

Roethlisberger no tuvo tantos cumplidos hace dos años, cuando Whisenhunt dijo que el accidente de motocicleta sufrido por el mariscal de campo en el 2006 pudo haber incidido en su mala temporada, ese año. En parte por la mala actuación de Roethlisberger, los Acereros comenzaron con una foja de 2-6 después de ganar el Super Bowl, y se perdieron los playoffs pese a ganar seis de sus últimos ocho encuentros.

Los comentarios de Whisenhunt parecieron inofensivos —era evidente que Roethlisberger no era en el 2006 el jugador que fue durante el año en que ganó el Super Bowl—. Sin embargo, la declaración le pareció hiriente a un jugador conocido por ser competitivo.

“No estoy de acuerdo con ‘Whis’. Hubo muchas cosas con las que tuvimos opiniones distintas, y ésta fue una de ellas”, dijo Roethlisberger en aquella ocasión. “Tuve un mal año, y estoy seguro de que ‘Whis’ ha tenido algún mal año en su carrera”.

Antes de que los Acereros y los Cardenales se enfrentaran al comienzo de la temporada del 2007, Roethlisberger dijo que se sentía limitado en un ataque dirigido por Whisenhunt. Añadió que el ex coordinador ofensivo limitaba sus intentos de pases.

Si Roethlisberger quiere una revancha frente al coordinador que lo habría limitado, ahora tiene su oportunidad.

El mariscal de campo no se acerca siquiera a las estadísticas que tuvo en el 2007 —con 32 pases de anotación y 11 interceptados entonces, frente a 17 envíos de touchdown y 15 intercepciones ahora—. Sin embargo, podría unirse a Tom Brady como uno de los dos mariscales de campo que han ganado dos Super Bowls a los 26 años.