Memo Ochoa ha iniciado su época como titular

CIUDAD DE MÉXICO.- Era la tarde del viernes. Justo en la última práctica de la Selección Mexicana antes de medirse con Costa Rica, Sven-Göran Eriksson se acercó a Oswaldo Sánchez para informarle que sería suplente frente a los ticos. Había llegado la hora de Guillermo Ochoa.

Y el arquero del América no falló en su debut dentro de una eliminatoria mundialista.

Es cierto, el tapatío ya había defendido el marco tricolor en algunos partidos de la Copa América Venezuela 2007, pero lo del sábado era especial, un juego crucial, con un marco inigualable.

“Estoy muy contento, es algo que he estado buscando desde hace tiempo”, reconoce, antes de esbozar una enorme sonrisa. “Nadie me ha regalado algo y espero continuar haciendo bien las cosas”.

Fiel a su estilo reservado y apegado a la política de unión que en este momento envuelve al Tri, Ochoa no se atreve a afirmar que ha iniciado su época como titular, aunque sentencia que luchará con todo para no regresar al banquillo.

“Ahora me tocó jugar a mí. Es decisión del entrenador y a prepararnos para el siguiente juego”, expresa. “Estén los 11 que estén, apoyarlos para que México consiga tres puntos más”.

Tal como lo hizo Oswaldo Sánchez, por más que le haya dolido perder la titularidad que parecía tener segura hasta la próxima Copa del Mundo.

El guardameta del Santos Laguna no sólo apoyó a Ochoa desde que Eriksson le comunicó su decisión, también le dio consejos sobre el entorno y le transmitió la confianza que todo el grupo tiene en él.

“Oswaldo bien, siempre apoyando, dando consejos, alentando al grupo, a mí, a todos...”, explica.

Memo ha dado el primer paso, pero quizá ahora enfrentará lo más complicado. Sánchez, José de Jesús Corona y hasta Luis Michel buscarán quitarle el sitio que ahora ocupa, ese por el que peleó intensamente durante los más recientes dos años.

“Por supuesto que siempre hay sueños, metas, objetivos, y ahora que uno juega se quiere estar en el Mundial, pero hay que ir paso a paso, falta mucho camino en esta eliminatoria”, subraya.

Eso sí, el inicio es alentador. Costa Rica no lo exigió demasiado, pero resolvió correctamente las pocas llegadas de los pupilos de Rodrigo Kenton.

El Estadio Azteca se le entregó, como suele hacerlo cada que defiende los colores del América.

“No era la primera vez que jugaba un partido oficial con la Selección, pero era algo distinto por ser de eliminatoria”, reconoce.

Por lo pronto, Eriksson ha dejado entrever que no realizará modificaciones para el cotejo de pasado mañana en San Pedro Sula, Honduras, por lo que la siguiente experiencia será más complicada, pero también con una mayor carga de enseñanza.

“Se viene un partido difícil, pero el grupo está muy unido y tenemos confianza en lo que hacemos, en poder realizar bien las cosas”, expresa.

Porque desde la tarde del viernes pasado, Guillermo vive una etapa distinta, en la que bien pudo iniciar una larga hegemonía en la portería de la Selección Mexicana. Ahora, todo depende de su nuevo guardián, del carácter que demuestre.