Leryn Franco, medalla de oro en belleza

BEIJING, CHINA.- La belleza no está peleada con el deporte. Eso quedó de manifiesto cuando en la ceremonia de inauguración, las cámaras de la transmisión del evento se fijaron en la abanderada de Paraguay, la joven Leryn Franco, quien con 26 años participó por segunda ocasión en una justa olímpica.

Franco representa a su país en la prueba de campo de lanzamiento de jabalina.

Con 26 años, la paraguaya participa en sus segundos Juegos Olímpicos, gracias a que financió su entrenamiento como atleta a través de su carrera como modelo.

En los Olímpicos de Atenas 2004, la paraguaya quedó en el lugar 42, y a partir de entonces balanceó sus carreras como atleta y modelo con gran éxito, e incluso fue finalista del concurso de belleza Señorita Paraguay 2006.

En el presente, Franco es sin dudas la gran predilecta de toda la afición... masculina.

Asediada por los fotógrafos, mimada por los voluntarios y deseada por muchos que ni siquiera saben qué es una lanzadora de jabalina, quizás Franco no lance muy lejos la lanza, pero la testosterona la dispara a distancias y alturas dignas de un récord universal.

La estrella paraguaya presentó credenciales hace cuatro años, en Atenas, donde tampoco avanzó a la ronda final, pero se coronó reina de corazones entre expertos y profanos del atletismo.

Por eso resultó comprensible que los camarógrafos la siguieran casi exclusivamente a ella durante el desfile inaugural de esta lid, como si Paraguay solo tuviera una representante olímpica.

Su mejor envío en Beijing se quedó 12 metros por debajo de su marca personal, pero ello parece que no les importó mucho a sus admiradores, entre ellos el tenista serbio Novan Djokovic.

Sin embargo, la también modelo de 26 años de edad se niega a ser recordada solo por su exótica belleza, la cual explota únicamente para llevar adelante su verdadera pasión: el deporte.

"Ser modelo me permite seguir con mi deporte. Los horarios son flexibles, gano dinero y mantengo mi otra carrera", explica Franco, de quien existen unos 40 mil sitios con fotos suyas en Internet.

La finalista del concurso Miss Paraguay-2006 lloró al despedirse de Beijing-2008 en penúltimo puesto de la ronda clasificatoria, y pidió perdón a sus compatriotas por el resultado.

"Perdón, perdón Paraguay", añadió Franco, quien aún no se explica su pobre rendimiento, pues durante los calentamientos se sintió cómoda y sin sus recurrentes molestias lumbares.

Tranquila Franco... ¿quién se atrevería a condenarte, siendo la monarca olímpica de la belleza femenina en Beijing?