Las más gratas sorpresas de los Juegos

GUADALAJARA, JALISCO (31/OCT/2011).- Las victorias suelen tener decenas de padres, pero las derrotas, en esos casos, siempre son huérfanas.

Muchos deportistas encararon este proceso panamericano a la sombra de las grandes disciplinas que acaparaban la atención y dejaban pocos recursos, o entre los mares de problemas de los directivos, el atleta quedaba en segundo plano.

Pero los resultados que arrojaron equipos mexicanos, como en la disciplina de basquetbol, varonil y femenil, hacen digno de un reconocimiento aparte las medallas de plata que lograron.

En el frontón sucede algo similar, los hermanos Rodríguez Faisal son un claro ejemplo que cuando la pasión por el deporte es más grande que por el interés personal, los resultados siempre serán positivos.

Alberto y Arturo día a día comparten su experiencia dando clases en el Code a los atletas de alto rendimiento y su medalla de oro en estos Panamericanos es una llamada de atención a las autoridades a apoyar más a este tipo de disciplinas.

Nadie entiende mejor el amor a su deporte que la karateca tapatía Bertha Gutiérrez, quien demostró que cuando se busca algo con todo el corazón y se entrega al máximo, los resultados llegarán; y así fue, su medalla de oro avala su filosofía.