Jueves, 16 de Mayo 2024
Deportes | Los mexicanos hacen el uno-dos-tres en el maratón en silla de ruedas

La casa gana

Aarón Gordián, Saúl Mendoza y Alfonso Zaragoza hicieron el uno-dos-tres en el maratón en silla de ruedas, ante el público tapatío que apoyó constantemente a todos los competidores

Por: EL INFORMADOR

El capitalino Aarón Gordián observa la línea de meta del maratón parapanamericano. EFE  /

El capitalino Aarón Gordián observa la línea de meta del maratón parapanamericano. EFE /

GUADALAJARA, JALISCO (21/NOV/2011).- México cerró con broche de oro su participación en el atletismo parapanamericano, al llevarse los tres metales en disputa en la prueba de maratón gracias a Aarón Gordián, Saúl Mendoza y Alfonso Zaragoza.

Para el último día de competencias de los Juegos de la inclusión Guadalajara 2011 se tenía preparada una fiesta, un festejo callejero, ese que hizo vibrar a miles de personas dentro de las sedes parapanamericanas que para el cierre de las actividades decidió salir a las calles y en particular al Centro de Guadalajara para que todos pudieran ser parte de la Fiesta de América.

Los atletas cumplieron en la competencia y el público lo hizo desde su trinchera, incansable apoyo a todos y cada uno de los competidores, particularmente a los mexicanos desde el arranque en Avenida La Paz y durante el circuito trazado sobre 16 de Septiembre.

El primero en cruzar la línea de meta fue el capitalino Aarón Gordián, quien con un crono de una hora 38 minutos y 56 centésimas conquistó su tercer metal áureo en Guadalajara 2011; en segundó lugar llegó Saúl Mendoza con un tiempo de una hora 43 minutos y 19 segundos, y completando el podio Alfonso Zaragoza con una hora 44 minutos y 54 segundos.

Dominio absoluto

Los mexicanos se colocaron en las posiciones de honor del pequeño grupo de 10 corredores desde los primeros metros; sin embargo, fue Aarón Gordián quien dominó la prueba durante los 42 kilómetros y los 195 metros del recorrido, medida impuesta desde los Juegos Olímpicos de 1908.

El dominio del capitalino fue tal que incluso llegó a la meta, ubicada en Avenida 16 de Septiembre y Pedro Moreno, tan tranquilo que se dio el lujo de romper el listón despacio, para después agradecer el apoyo de los aficionados que coreaban su nombre a todo pulmón.

“El representar a México para mí es muy motivante. Esta medalla es para mi familia y especialmente para Guadalajara, que es como mi casa, me voy con el carro completo en mis tres pruebas de atletismo”, fueron las primeras palabras de Gordián, tras cruzar la meta.

A pesar de que apenas se recuperó de un cuadro gripal, Gordián mostró un gran nivel en la prueba, tras la cual dedicó el triunfo a su familia y aseguró que el resultado se debe al trabajo previo y dedicación que ha puesto en estos Juegos.

“Afortunadamente me cuidé y los médicos de la Conade estuvieron al pendiente de mi situación. No salía de la Villa deportiva porque quería llegar en las mejores condiciones a la prueba. Hoy (ayer) la estrategia me dio resultado y gané el oro”.

De esta manera, los tres mexicanos se impusieron a competidores de Costa Rica, Estados Unidos y Perú y dan a México una alegría más en estos Juegos Parapanamericanos.

El público brilló

Una vez más los aficionados tapatíos fueron la cereza en el pastel, y es que la gran actuación de los atletas tricolores fue coronada con un gran ambiente a lo largo de las vallas.

La banda de metal, la ola, las porras, las banderas, las playeras y el mariachi se hicieron presentes durante el recorrido de más de una hora y media, en donde los aficionados celebraron el triunfo de los tricolores y reconocieron el esfuerzo del resto de los competidores, los mejores del Continente.

Cuando finalizó la competencia, la gente se dirigió a buscar a los atletas para tomarse la foto del recuerdo y al son de mariachi se puso a bailar, despidiéndose así de la Fiesta de América.

CONTRACRÓNICA
Felicidad, su más preciado tesoro


Un guardia de la policía estatal se salió de su formalidad para preguntar filosóficamente: “¿Cómo se describe la injusticia en este mundo?”, abrió la charla improvisada a la entrada del pasillo por el que salían los deportistas mexicanos campeones presumiendo sus medallas entre abrazos y alegría y puso en el aire su hipótesis acerca de la injusticia: “Uno podría pensar que es injusto lo que les pasó; pero cómo puede ser injusto si lamentablemente gracias a eso salieron adelante en la vida, muchos tienen una bonita familia, los he visto en entrevistas con esposas bellas que los aman, conduciendo carros bonitos y rodeados de gente que los admira; yo me levanto temprano, trabajo mucho, estoy completo pero no tengo nada de eso”.

La felicidad que expresan los deportistas, algunos incluso haciendo entre sí bromas que podrían calificarse como fuertes en otro entorno, su labor social en la que prácticamente todos los campeones están involucrados con programas de organismos no gubernamentales, su apoyo, compañerismo, carisma, atención y servicio los han destacado de la media del alto rendimiento deportivo y social del país para ganarse el aprecio del público que los conoce o tuvo la oportunidad de estar cerca de ellos.

El deporte podría ser la razón de su felicidad, según lo describe el psicoanalista y miembro del circulo sicoanalítico mexicano y especialista en temas deportivos Luis Carlos Vázquez: “No conozco con exactitud un estudio sobre felicidad y deporte pero puedo decir que si son personas que tienen una discapacidad al entrar en ese tipo de actividad, al entrar a un aspecto que comienzan a competir con sus pares se ponen en competencia y eso les da un nuevo punto de vista sobre la vida”.

Para el también catedrático del ITESO, “en la vida cotidiana, aunque las cosas han ido cambiando y hay rampas y algunos camiones con dispositivo, las personas discapacitadas tienen una adversidad permanente que cuando entran a un espacio simbólico es como una manera de cuando menos, por un momento, pasar a otra dimensión donde pueden competir, lograr cosas en condiciones semejantes con otros y eso los impulsa a lograr cosas inimaginables”.

El psicoterapeuta tiene razón cuando se conocen casos como el de Constantino Ángeles, quien después de perder la vista estuvo a punto del suicido, pero encontró el camino deportivo por el que ahora festeja la vida y la posibilidad de representar a México; y tanto así que ahora se ubicó en cuarto lugar en la prueba de cinco mil metros, en la categoría de ciegos o débiles visuales de los Parapanamericanos. “Mi frase es que no hay que dejar nada por vencido, por más que el vuelo parezca difícil siempre se puede alzar uno alto y fuerte”.

Y si el deporte es la razón de su felicidad, el trabajo en equipo y la felicidad podría decirse es contagiosa; como muestra, el conjunto de Jalisco de pista y atletismo de fondo es uno de los más alegres a nivel nacional; destacan casos como el de Marichuy Reyes Alonso, quien salió de una escuela de niñas ciegas con una introversión que sorprendió a sus compañeros al principio pero que ahora es una de las más emotivas e inspiradoras del conjunto: “Trabajamos con el equipo haciendo dinámicas después de una serie de estudios psicológicos que nosotros mismos aplicamos, pero en realidad la felicidad la tienen ellos mismos y la contagian a sus compañeros”, explicó el entrenador de atletismo Gabriel Mezquitán.

La pregunta sigue en el aire y la respuesta hasta ahora más cercana es que la mente, sin importar el cuerpo, las circunstancias y ambiente, es el arma más poderosa para la felicidad.

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