Futbol sin balón

-. Los recientes acontecimientos en el Club Atlas dejan claro que la lucha por el poder lejos de unir a los asociados rojinegros ha generado disgregación.
No se puede explicar que 110 asociados firmaron hace meses un documento de unidad en el cual acordaron vender al Atlas y tiempo después surjan grupos que utilicen este argumento como lema de campaña electoral para obtener la presidencia del club.

-. Lo lógico sería que ante la aparición de ofertas de compra serias, como es la de Salvador Martínez Garza y la de Francisco Ibarra, se fortalecieran luchando juntos por la venta del Atlas, que es el objetivo principal, y no que iniciaran una pelea por obtener la presidencia del club al más puro estilo de nuestros políticos, desacreditando al grupo en el poder tal como lo hizo Rubén Romero en el lanzamiento de su campaña electoral.

-. Actualmente en el Atlas se están mezclando dos cosas muy distintas, una es la venta del club y otra es la lucha por el poder.
De esta confusión han surgido al menos tres grupos, el primero lo conforman los asociados que sólo pretenden recibir dinero por la venta del Atlas, el segundo es de quienes pretenden lo mejor para la institución y el tercero es de los que pelean por el poder.

-. A la reunión donde Rubén Romero hizo el lanzamiento de su campaña electoral asistieron 41 asociados activos del Atlas, algunos por curiosidad de conocer la propuesta y otros como parte del grupo que desde ya lo respalda, pero de cualquier manera deberán sumar adeptos, pues no alcanzan a ser mayoría de un total de 124 asociados rojinegros.

-. Rubén Romero, dicen algunos socios rojinegros, no tiene mayor experiencia en el manejo del futbol del Atlas, pues su mayor experiencia en la institución es la organización de bailes y eventos de aniversario en anteriores administraciones, donde por cierto no le fue del todo bien.

-. En el Atlas, al margen de la lucha por el poder, se iniciaron desde hace tiempo los trámites para la transformación de la figura jurídica del club, de Asociación Civil en Sociedad Anónima, ya que es el primer requisito que debe cubrirse antes de comenzar de lleno con el proceso de venta para cualquier postor.

-. Una de las condiciones que pone Salvador Martínez Garza para comprar al Atlas es que quiere a su favor el voto de los 124 asociados activos para no tener problemas con ninguno, pero se ve difícil que esto acontezca. En todo caso, cuando se exponga la propuesta a la asamblea y se realice la votación, el comprador tomará la decisión de aceptarla o no, aún con votos en contra o abstenciones.

-. La propuesta de Martínez Garza establece la creación de un fideicomiso donde depositará la cantidad equivalente para que cada asociado cobre dos millones de pesos libres de impuestos, dinero que podrán disponer en forma inmediata si aceptan la venta del Atlas.

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